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La historia de Daniel, uno de los jóvenes que consumió la cocaína envenenada y quedó internado

Carmen junto a su novio Daniel, que lucha por su vidaEl miércoles por la mañana, Daniel Ramírez, de 24 años, dormía profundamente en una de las camas de la casa de su mamá. La noche anterior había estado con José, su mejor amigo, y otros jóvenes viendo el partido de Argentina-Colombia en el barrio Lanzone, en José León Suárez.Cerca del mediodía, apareció en la casa su novia, Carmen Cancinos, de 26, sobresaltada. “¿No viste la tele? Se está muriendo gente por comprar merca en Puerta 8. Vine a ver cómo estabas”, le dijo Carmen.Daniel se sentía bien, por el momento. Pero Carmen sabía que la noche anterior, su pareja había estado fumando cocaína en ese barrio con sus amigos.“Llevábamos unos días distanciados. Porque nosotros vamos y venimos. Vivimos juntos, pero cuando nos peleamos, él se va y vuelve a caer en el consumo. Daniel tuvo muchos problemas con las pastillas y el paco y consumía cocaína esporádicamente. La fumaba”, revela Carmen a Infobae en un diálogo telefónico.“Yo me asusté cuando vi en la tele lo que pasó porque todos sabemos que toda la droga que se vende acá sale del mismo lugar. Acá en el barrio se compra mucho en la Calle 5, pero todos sabemos que esa droga viene de Puerta 8, por eso me preocupé y decidí llevármelo a casa. Cuando él está conmigo, lo puedo controlar”, agregó.Daniel se encuentra internado en el hospital BocalandroNo pasaron dos horas en el domicilio donde viven Daniel, Carmen y los tres hijos de ella, de 6, 4 y 2 años, hasta que llegó un amigo de la pareja, desesperado. “José se murió”, les dijo.“Parece que en la noche del partido, José les dijo a todos que se iba a su casa porque estaba muy cansado. Y el miércoles a la mañana lo intentaron despertar pero nunca despertó. Le dio un paro”, relató Carmen.“Ahí agarramos y nos fuimos al hospital de una. Daniel todavía se sentía bien. Queríamos que le hicieran un lavado de estómago o algo. Cuando llegamos al hospital, Daniel me dijo que tenía mareos y un poco de dolor de cabeza. Lo atendieron y le dieron el alta”, narró la joven de 24 años.Hasta que hoy a la mañana, ya en el domicilio de la pareja, volvieron los síntomas y aparecieron otros más graves: “Me despertó a eso de las cinco diciéndome que se le cerraba el pecho y nos fuimos enseguida a la guardia”, asegura.Hoy, poco después de amanecer, los médicos del Hospital Bocalandro de San Martín decidieron dejar internado a Daniel debido a la intoxicación por el consumo de la cocaína adulterada. “Le pusieron un suero y parece que su situación no es tan grave”, afirmó su pareja.La pareja de Daniel asegura que toda la droga que se vende en el Barrio Lanzone sale de Puerta 8 (Adrián Escandar)José, el amigo de Daniel que murió el miércoles, había sido precisamente el nexo que puso en contacto a Daniel y Carmen y que condujo a la relación amorosa que luego comenzaría.“Nos juntó una vez, nos llevamos bien y ahí empezó algo. Después, lo invité a cenar a mi casa. Su mamá preparó pizzas y él las trajo. Se puede decir que esa noche empezamos de novios”, afirmó Carmen respecto a lo ocurrido hace poco más de un año.Para Daniel, su relación tormentosa con las drogas es un trauma que lo persigue desde hace muchísimos años.“Cuando empezamos a salir, Daniel estaba muy metido en las drogas. Consumía pastillas, clonazepam, y paco. Y su vida era horrible. Cuando se metía en problemas o se mandaba una cagada volvía a la casa de su familia y sus hermanos lo golpeaban y lo dejaban tirado en un zanjón”, describió Carmen.“Lo mismo le pasaba en la calle, cuando cartoneaba. La gente le pegaba y él no tenía fuerzas para plantarse y responder. Por eso, lo traje a vivir conmigo rápido. Yo no consumo y cuando él estaba acá en casa, estaba limpio”, añadió.Imágenes del allanamiento en Puerta 8Con el pasar de los meses y siempre y cuando Daniel lograba mantenerse limpio, también se fortaleció el vínculo con los hijos de ella. “Mis hijos son de tres padres diferentes. Dos de ellos desaparecieron, sólo uno está presente con su hija. Por eso, para esos dos, Daniel es casi como su papá. Lo quieren como si fuera su papá. Cuando él junta algo de plata con el cartoneo, les trae algo rico para que coman o me da plata para que estén bien ellos”, describió.Sin embargo, esas salidas a la plaza o a comer algo de toda la familia se vieron amenazadas muchas veces por las peleas en la pareja. “No pasamos mucho tiempo juntos. Porque cuando a él le agarra la abstinencia, es muy difícil todo. Hay momentos de muchas peleas, de mucha violencia. Ahí se va de la casa y cuando volvemos a estar separados, él vuelve a las drogas. Estuvimos todo el año como que vamos y venimos”.Hasta el momento, el lote de cocaína envenenada procedente de un búnker de Puerta 8 provocó la muerte de 20 personas con una veintena de internados. José, el amigo de Daniel, fue una de las seis personas que perdió la vida en un domicilio, antes de llegar a un centro de salud.El miércoles, familiares de víctimas de la intoxicación atacaron móviles policiales en HurlinghamCarmen asegura que desde conoce a Daniel, su pareja nunca acudió a un centro de asistencia al adicto ni el Estado se presentó en el barrio para tratar el tema y el de otros consumidores.“Sé que la gente piensa cualquier cosa de los adictos. Pero yo sé quién es mi marido. Hizo muchas cosas mal, pero desde que me conoció a mí y a mis hijos, cambió mucho. Trata de cambiar, pero no le alcanza”, reflexionó la joven al teléfono desde la puerta del hospital.Ya cerca del mediodía, Carmen recibió novedades alentadoras sobre el estado de salud de su pareja: “Me dijeron que está estable y que ya empezó a hacer gestos de que se quería ir ya. Es muy de él eso”.SEGUIR LEYENDO:Comenzaron las pericias para determinar qué componentes tiene la cocaína envenenada que mató a 20 personas

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