La concentración de Scottie Scheffler que hasta el viernes sorprendió por sus números. Ahora viene el mayor desafío: mantenerse. REUTERS/Mike SegarEste juego llamado golf es muy raro. Más que raro es inexplicable.Scottie Scheffler fue gran jugador junior, fue becado en la Universidad de Texas, se hizo profesional en 2018, jugó en el segundo circuito profesional de USA y llegó al PGA Tour en la temporada 19/20. Tuvo buenas actuaciones, pero no lograba ganar a pesar de haber tenido la oportunidad de hacerlo en varias ocasiones.El año pasado fue una de las elecciones de Steve Stricker para completar el equipo americano de la Ryder Cup, algo que sorprendió a muchos por qué quedaron afuera otros nombres con más pergaminos. Cumplió una muy buena actuación allí, derrotó a Jon Rahm en los individuales del domingo, pero el triunfo en el circuito se le seguía negando. Hace pocas semanas todo cambió.En febrero logró su primera victoria al ganar el Phoenix Open en desempate, dos semanas más tarde volvió a ganar en el Arnold Palmer Invitational y a fines de marzo se quedó con Match Play.De no poder ganar a hacerlo tres veces en 7 semanas. Ustedes se preguntarán que cambió este jugador para haber logrado esta seguidilla de triunfos, pues bien, es la misma pregunta que nos hacemos todos por que en realidad no ha cambiado nada en su juego. El único cambio sucedió hace un año cuando cambió de caddie y Ted Scott pasó a llevarle los palos. Scott es uno de los mejores caddies del circuito, estuvo en la bolsa de Bubba Watson cuando este ganó sus dos Masters, y no hay dudas que ha tenido mucho que ver en el gran salto que dio Scheffler.El juego de Scheffler cambió desde que contrató a un caddie con experiencia. Aunque parezca increíble, desde que Ted Scott carga la bolsa con sus palos, todo mejoró. REUTERS/Mike BlakeLuego de esas tres victorias Scheffler saltó al tope del ranking mundial y llegó al Masters como uno de los nombres a tener en cuenta, pero de ninguna manera como el favorito indiscutido. Pasó la mitad del Masters y Scheffler con rondas de 69 y 67 lleva 5 de ventaja, igualando la mayor diferencia en la historia del Masters luego de 36 hoyos. Este joven de 25 años nacido en New Jersey, está pasando por esos momentos en donde todo sale bien. En donde los buenos golpes tienen recompensa, en donde los malos no le cuestan, y en donde el putter está funcionando a la perfección. El mejor ejemplo de esto sucedió en el hoyo final del viernes cuando luego de desviar su golpe de salida a los árboles de la derecha, tuvo la suerte que le quedó un callejón entre los pinos con vista al green. Ejecutó un golpe perfecto desde allí y casi se lleva el birdie. Cuando todo va bien pasan estas cosas, cuando todo va mal ese mismo golpe de salida queda pegada a un tronco y no hay escape posible.El dia amaneció con un cielo despejado, pero desde temprano el viento empezó a soplar y la temperatura nunca superó los 18 grados. Jugar en Augusta con viento es particularmente difícil, porque se arremolina entre los altísimos pinos y confunde a los jugadores de forma constante. El mejor ejemplo es siempre el hoyo 12, el corto par 3 de 155 yardas que ha sido una trampa mortal para los líderes en la historia del campeonato. En esas condiciones el otro que sobresalió además del líder fue Justin Thomas, que ayer había jugado muy mal y que se despachó con la mejor ronda del día (67) para volver a meterse en la lucha por el título.Entre los escoltas de Scheffler aparecen dos ex campeones en Augusta. El sudafricano Charl Schwartzel que ganara en 2011 y el defensor del título Hideki Matsuyama. El primero ha estado desaparecido de los primeros planos y nadie lo tenía en cuenta antes de empezar. El miércoles se pasó horas practicando el juego sobre el green y parece haber encontrado algo. Por el lado del japonés parecería que sus dolores en el cuello que lo hicieron abandonar la semana pasada en San Antonio han desaparecido. Solo 3 jugadores en la historia han podido defender con éxito el título (Nicklasu, Faldo y Tiger) y Matsuyama tratará de darle otra alegría a su país, en donde el golf es pasión.Tiger Woods saluda al chileno Joaquín Niemann, el mejor en la historia de su país. El estadounidense no parece estar en su mejor forma tras el regreso, pero nunca hay que descartar un repunte final REUTERS/Brian SnyderAdemás de todo esto, otra vez los ojos de todos estaban puestos en Tiger Woods. En la mañana del viernes se conoció que uno de sus compañeros de juego, Louis Oosthuizen, había anunciado su retiro del Masters por problemas en su espalda. Woods jugaría solo con Niemann, lo que nunca es bueno porque con grupos de tres jugadores delante de ellos iban a tener que esperar mucho en cada golpe. La llegada de Tiger al tee del 1 no dio buenas señales. Su cara mostraba mucha incomodidad, dolor en alguna parte de su cuerpo, y tuvo que realizar varios movimientos de elongación antes de pegar. El comienzo confirmó esto y Tiger abrió con 4 bogeys en sus primeros 5 hoyos fallando muchísimos golpes, pero como de costumbre peleó hasta el final, salvo una ronda de 74 golpes, dos sobre par, jugará el fin de semana y si el líder se equivoca, solo está a 4 golpes de quienes marchan segundos. Pasó el corte clasificatorio que era el primer objetivo, pero me da la impresión de que sus chances de ganar son mínimas porque su juego no parece estar listo para pegar una arremetida el fin de semana, pero como digo siempre, ya aprendí a no apostar en contra de estos fenómenos.Este sábado se define quiénes pelearán por el título el domingo y quiénes no. Por eso es tan importante no perderle pisada al líder de cara a la ronda final. Scottie Scheffler empezará a transitar caminos desconocidos a partir del momento en que llegue al hoyo 1. Una cosa es ser líder de un torneo regular y otra muy distinta es ser líder del Masters. Parece mentira, pero nunca es fácil jugar llevando mucha ventaja y hay varias pruebas de esto. En 1996 el australiano Greg Norman, N1 del. Mundo por aquellos días, tenía 6 de diferencia entrando al día final y terminó perdiendo por 5 golpes ese Masters.Hace 6 años Jordan Spieth leevaba 5 de diferencia con 9 hoyos por jugar y tampoco pudo. Scheffler lleva 5 y todavía tiene dos rondas por delante. Este es un lugar en donde a los líderes le suceden cosas muy extrañas, sobre todo en los segundos 9 hoyos de la cancha.Se espera un día con sol, muy frío y ventoso. Todos condimentos para que tengamos una tercera ronda bien entretenida en Augusta.SEGUIR LEYENDO:A 14 meses de su grave accidente, Tiger Woods regresó al golf: así fue su debut en el Masters de Augusta 2022Las perlitas de la primera jornada del Masters de Augusta: los esfuerzos de Tiger Woods, la cena más exclusiva y el rival que propuso el climaMasters de Augusta: empieza el mayor torneo de golf del mundo, donde no hay publicidad ni se venden las entradas