Desde octubre del año pasado, cuando Facebook (la compañía) cambió su nombre a Meta, hablamos mucho de su apuesta de largo plazo, el metaverso, y de su versión más cercana, la realidad virtual: un mundo digital en el que replicamos -con cambios- lo que hacemos fuera de él, evitando de paso las limitaciones que impone el mundo físico. Ahora un desarrollo podría resolver uno de sus mayores desafíos: simular un beso.Una parte de la realidad virtual ya está bastante desarrollada y es posible hacer de ella un uso cotidiano: hace años que tenemos anteojos que nos permiten ver un mundo digital como un entorno que nos rodea, recorrerlo e interactuar con él, en general con unos controles remotos de diversa sofisticación. Meta, incluso, tiene en desarrollo unos guantes para simular el tacto (físico) con un objeto digital, al igual que la firma HaptX. Incluso hay trajes que permiten sentir un impacto simulado en el cuerpo (por ejemplo, en un juego de combate) o, incluso, algo parecido al dolor.Meta mostró un prototipo de un guante para interactuar con un mundo virtualPero algo que ha sido históricamente esquivo a la hora de simular su presencia es el contacto de algo con los labios; la boca es una zona muy sensible (más que las yemas de los dedos, en teoría), por lo que cualquier agregado ficticio que sea permanente en un casco de realidad virtual puede terminar siendo molesto, sentirse como muy artificial, y generar el efecto contrario al deseado.La buena noticia es que un grupo de investigadores de la universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos, parece haber encontrado la solución: montar una serie de minúsculos parlantes debajo de unos anteojos de realidad virtual, y adaptarlos para que generen ondas de ultrasonido, según reporta Gizmodo. El atractivo del ultrasonido es que está compuesto de unas ondas sonoras a una frecuencia que el oído humano no puede captar, pero que transportan mucha energía, y muy direccional; suficiente para que haga presión localizada sobre la piel de los labios, o de la zona de la cara alrededor de la boca. Incluso puede generar sensaciones de presión en los dientes o la punta de la lengua si la boca está abierta.Los transductores instalados en los anteojos de realidad virtual pueden, también, simular un chorro de agua deslizándose por la piel de la persona que usa los anteojos, o el fugaz contacto con una tela de araña en un camino por un bosque virtual.El diseño por ahora es un prototipo, y requiere que alguien programe, desde el software, esa parte de las sensaciones generadas, pero los investigadores advierten que el hardware que usa es estándar, por lo que el costo de crear un accesorio de este estilo será relativamente menor.LA NACIONTemasRealidad virtualConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Realidad virtualCon un brazalete. La realidad virtual no es excusa para no sentir una molestia real, dice esta compañía japonesaVideojuegos. Epic lanza Unreal Engine 5, el motor gráfico detrás de la nueva generación de juegos hiperrealistasSensación de comodidad. Crear ambientes virtuales placenteros: crece el boom del “cosy living”, ¿qué es?