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Sandro Mareco festeja en cada torneo que juega: luego de ganar dos veces en México, ahora se quedó con el torneo de Cipolletti

Hace poco tiempo celebramos el triunfo de Sandro Mareco en el Iberoamericano de México, que lo ponía al tope de los jugadores latinoamericanos del momento. Hace un mes nomás, y otra vez en México, país que se le da bien a Sandro, ganó un fuerte torneo internacional; y ahora, este pasado fin de semana, en Cipolletti, en el Alto Valle, ante una nutrida participación que incluía a varios de los mejores exponentes del ajedrez vernáculo, volvió a alzarse con la victoria, demostrando un óptimo presente deportivo. El segundo y tercer lugar fue empatado por el siempre acechante Alan Pichot y un sorprendente Maximiliano Pérez.Para ganar el torneo, Mareco debía vencer en la última ronda al también gran maestro y poderoso jugador, Carlos Obregón. Las últimas tres jugadas de Mareco en la partida y en el torneo merecen un comentario. En la posición del diagrama que sigue, Obregón, que iba con piezas negras, acaba de jugar 36…Tf8 atacando a la dama blanca. Probablemente esperaba armar una defensa con Ab8, una vez que la dama, previsiblemente, se retirara. Pero siguió una sorpresa:El esquema de la jugada de MarecoMareco sacrificó la dama continuando 37.Dxf8+! Cxf8 38.Ad4! ahora resulta que la torre de f1 amenaza capturar el caballo con jaque mate, y a la vez se ataca con el alfil la dama negra. Las negras optaron por la única defensa 38…Db4, a lo que siguió 39.Txf8+! otra vez un sacrificio en f8! y Obregón inclinó el rey, porque a 39…Dxf8 hubiese seguido 40.Axe5 con la inevitable amenaza de coronar el peón “b”. Ese peón, sin mover, ejerció de clave en toda la combinación de las blancas.En mis tiempos se jugaban pocos torneos de ajedrez, y entonces las partidas de los mejores maestros eran seguidas con gran interés. Cada remate brillante era retenido en la mente de los aficionados como un recuerdo especial. Hoy se juegan miles de partidas por día en el mundo, y los jugadores estudian sobre todo la apertura, muchas veces pasando por alto el resto de la partida. Pero, qué es lo que atrae a tantos maestros y aficionados al ajedrez? ¿Qué es lo que hace que este juego difícil tenga la asombrosa popularidad que tiene? Es la belleza del juego. Sus sorprendentes combinaciones producen un hechizo en el espíritu de aprendices y expertos. Y eso es lo que hizo Sandro Mareco en las tres últimas jugadas del torneo de Cipolletti.Pablo RicardiSeguí leyendoPor quinta vez. Flor Fernández, campeona argentina de ajedrezLa hazaña de Peter Svidler, campeón ruso de ajedrez por octava vezAjedrez. El amor al juego del amateur y la obligación del profesionalTemasSandro MarecoHistorias de ajedrezConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Historias de ajedrezPor quinta vez. Flor Fernández, campeona argentina de ajedrezAjedrez. El amor al juego del amateur y la obligación del profesionalComo en Gambito de Dama. Caro Luján es la Beth Harmon del ajedrez argentino

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