Mientras Julián Álvarez hace su primer gol para Manchester City ante Liverpool, recibe elogios de Pep Guardiola y moldea su juego para adaptarse a un nuevo hábitat, River también empieza a vivir sin el que era su delantero estrella. Marcelo Gallardo, obligado a reinventar el juego del equipo miles de veces, se sumó al nuevo desafío con un modelo que, a falta del 9 que con su rendimiento y eficacia le dio el último título local al Millonario, empezó a probar ante Sarmiento, en el Monumental, con dos centrodelanteros: Miguel Borja y Lucas Beltrán. El Muñeco buscó que el nuevo dibujo (4-1-3-2) le asegure un rendimiento similar. En ese contexto, la derrota por 2-1 fue un paso atrás por el resultado y también por un funcionamiento desdibujado.El doble 9 tuvo una prueba interesante justo ante un Sarmiento de Israel Damonte que se abroqueló en su campo con un sistema 4-5-1 más conservador, con reducción de espacios, con nueve futbolistas moviéndose por detrás de la línea de la pelota y buscando transiciones rápidas a campo rival. Pero, justamente, Borja y Beltrán aparecían en inferioridad contra los cuatro defensores visitantes: una línea de fondo compuesta por Bettini, Sauro, Andueza y Rasmussen, que se cerraba para duplicarle marcas. Así, el doble 9 siempre tuvo (al menos) tres marcadores. Por consiguiente, Borja y Beltrán no sólo iban a necesitar buenos centros, sino también movimientos de desmarques para sorprender en el área.Arriba De la Cruz; el ingreso del uruguayo intentó darle más juego por abajo a River, pero no lo consiguióMauro Alfieri – LA NACIÓNMás allá de que no es la primera vez que el River de Gallardo se nutre de un doble 9, quizás desde las características sí es el modelo que más marcas rivales fija, ya que se trata de dos delanteros potentes, físicos y que hacen un culto de su esfuerzo y ganancia a partir de los despliegues y la potencia en los duelos individuales. Alguna vez fue Teo Gutiérrez y Mora; también Alario y Driussi; más acá Rafael Santos Borré (el máximo goleador del ciclo) con Scocco y/o Pratto, aunque estos dos últimos tenían también alma de enganches, de esos N° 9 que –como Benzema- no sólo logran desequilibrar por eficacia a la hora de definir, sino también con el último pase: Scocco y Pratto eran tan buenos definiendo como asistiendo a mediocampistas que llegaban por detrás atacando el espacio o incluso delanteros que arrancaban por afuera para finalizar por dentro.No es la única zona del equipo en donde Gallardo hizo modificaciones. En la zaga, por ejemplo, está manteniendo ahora a Emanuel Mammana como primer central y Héctor Martínez de 6; con Santiago Simón nuevamente en el sector derecho y Agustín Palavecino y Rodrigo Aliendro para hacerse ejes del juego.Marcelo Gallardo probó con los dos 9 desde el arranque, pero no tuvo el juego ni el resultado deseadosMauro Alfieri – LA NACIÓNPosesión del 80% y 23 centrosCon un contexto de posesión muy favorable (80 %), River apareció volcado con casi todo el equipo en campo rival. Y con los laterales bien abiertos para intentar ser ellos quienes lancen la mayor cantidad de centros para Beltrán y Borja: Casco (desde la derecha) y Elías Gómez (desde la izquierda) debían triangular pero también lanzar con precisión. No hubo lluvia de centros, pero los buscaron con envíos largos, con centros cortos atrás, con centros laterales rasantes… En el primer tiempo, fueron 10 envíos; en el segundo, 13. También River movió la pelota de derecha a izquierda tipo handball, pero sin encontrar los espacios deseados.¿Borja y Beltrán pueden jugar lejos del área también? Como poder, pueden, pero donde mejor se mueven y rinden es dentro del área, donde pueden cabecear pero también generar anticipos tras envíos laterales y hasta ganarse buenas posiciones “jugando” con las marcas rivales, aguantando posiciones para despegarse a último momento y anotar.Beltrán, Borja y Elías Gómez se van frustrados al entretiempoMauro Alfieri – LA NACIÓNPero a los 31 minutos, la segunda vez que Sarmiento cruzó con decisión a campo rival, vino el estiletazo: Guido Mainero apareció como una flecha a la espalda de Martínez (tras un gran pase de Fernando Martínez), Mammana achicó mal y el ex Vélez definió cruzado, al palo derecho de Armani. La jugada nació de un lateral sobre la izquierda y tuvo muchos méritos en el visitante como también desatenciones y fallas en el local.Con la diferencia, Sarmiento retrocedió más todavía en el campo y buscó doblarle marcas a River. Pero en un ataque similar, Mainero exigió a Armani desde lejos y, de ese córner, vino el 2-0 de Andueza: le ganó a su marca (Elías Gómez) y con un cabezazo vulneró a Armani.Lo mejor del partidoLos cambios de Gallardo intentaron darle más juego interior a River: De la Cruz por Aliendro y Paradela por Elías Gómez; enseguida, los de Paulo Díaz por Casco y Quintero por Palavecino (decisión tomada tras otro remate de Mainero en el palo). La línea ofensiva local ya no era sólo el doble 9 de Borja y Beltrán; se componía de 4 delanteros: con Simón como extremo derecho y Paradela en la izquierda; por detrás, Juanfer, Enzo Pérez y De la Cruz para generar. El descuento de Mammana, tras un córner corto y una asistencia de Quintero, lo devolvió al partido.El doble 9 se rompió a los 24 minutos con el ingreso de Suárez por Beltrán. Pero River siguió tirando centros sin encontrar el resultado (ni el juego) buscado. Y, así, dio un paso atrás.Christian LeblebidjianSeguí leyendo¿Quién manda en Boca? Sufre sin su hinchada ni sus líderes en el vestuario, e Ibarra no reaccionaBatalla campal. Hinchas de River y de Racing se cruzaron en la Autopista Buenos Aires – La Plata: seis detenidosEstá detenido. Una mujer árbitro fue brutalmente golpeada por un futbolista luego de una infracciónTemasRiver PlateLiga Profesional de FútbolMundo RiverSarmiento de JunínConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Liga Profesional de Fútbol”Dimos un paso atrás”. La autocrítica de Gallardo para un River que se aleja de la punta de la Liga¿Quién manda en Boca? 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