Demián Alterman tenía 21 años y su futuro laboral estaba poco definido cuando nació Müecas, una empresa de barritas de cereal que este año facturará más de 260 millones de pesos.En 2016, empezó a cocinar en la casa de sus padres y, por la fascinación de sus conocidos con el producto, salió a venderlo a la plaza. En sus inicios comercializaba lo que le entraba en una canasta, y en 2022 fabricó alrededor de 5,7 millones de unidades.Si bien el emprendimiento no comenzó como un proyecto comercial, ya que Demián les regalaba las barritas a sus amigos y familiares, en su círculo se empezó a hablar de lo que hacía y la buena fama lo obligó a poner un precio, cuando desconocidos lo contactaron interesados por su producto.Demián Alterman, de 27 años, comenzó cocinando las barritas de cereal en la casa de sus padresGentileza MüecasDespués de las tandas de producción en su departamento familiar, hacía una lista de los clientes interesados, originalmente encabezada por sus cercanos y los padres de sus amigos. Una vez que tenía las barritas empaquetadas, salía a pedalear en bicicleta, para terminar su servicio puerta a puerta.En paralelo a los envíos que él mismo hacía, decidió que quería expandir el negocio. Así salió vender en Parque Las Heras, en el barrio porteño de Palermo, cerca de su casa.“Era vendedor en la plaza. Al principio decía el precio bajito, pero perdí el miedo o la vergüenza de ponerle valor a lo que hacía”, cuenta Demián, en diálogo con LA NACION.En el parque vivió experiencias de todo tipo. Una tarde, un par de chicos se acercaron a él para probar su producto. Sin embargo, en vez de llevarse algunos pedacitos de las muestras gratis que repartía a los clientes, se robaron la canasta entera.Pero nada detuvo su trabajo. Mientras se desarrollaba Müecas, también el mundo saludable, las dietéticas y los alimentos nutritivos comenzaron a pisar más fuerte en el mundo de la gastronomía. Esta tendencia fue creciendo a la par del negocio de Demián y pegó un salto importante durante la pandemia, cuando muchos empezaron a prestar más atención a lo que comían y a elegir productos de mejor calidad.Las barritas de cereal MüecasMüecasComo las barritas de cereal son de consumo urbano, no fue hasta después del aislamiento que las ventas de Müecas se dispararon. “La gente en la pandemia cambió sus hábitos y en nuestro negocio eso se reflejó cuando se salió del aislamiento estricto”, explica Demián, que siempre prioriza, sin importar el crecimiento exponencial de su producción, la calidad de la materia prima.La receta inicial se inspiró en una de internet, aunque poco a poco la fue perfeccionando hasta llegar a la versión que hoy se comercializa en quioscos, dietéticas y almacenes de todo el país a través de importantes mayoristas y distribuidores, presentes en casi todas las provincias.Demián se crio en la gastronomía. Hijo de madre cocinera y padre industrial, la cocina siempre fue un punto de encuentro en su hogar. “Mi mamá es profesora de cocina, tuvo un catering y un restaurant durante muchos años. Uno de mis hermanos es chef. Siempre miré cómo cocinaban en mi casa, crecí en un ámbito donde la cocina me pasaba por encima”, recuerda.La producción de Müecas en San Luis (Ministerio de Producción)La primera barrita de Müecas estuvo inspirada en el plato típico de su mamá: el budín de frutos secos. “Le hice un tributo en el producto original, que era de pasas de uva, damascos y almendras”.Su primera inversión fue de $5000. Meses después, compró la primera máquina mezcladora por $30.000 y se mudó a una habitación libre que tenía su mamá en el lugar donde trabajaba.Cocinaba en sus tiempos libres, mientras no estudiaba para las carreras de Música y Antropología, que terminó dejando por Müecas. Después de contratar a la primera empleada para cocinar, él pudo salir a la calle a vender el producto sin estar 100% focalizado en la producción.La fabricación de las barritas de cereal Müecas Ministerio de Producción San Luis“A partir de ahí, todo fue progresivo y orgánico, pero gradual. Contraté más gente, compré más máquinas”, dice el ideólogo de Müecas, negocio que no para de crecer desde que salió al mercado.En 2019, luego de tres años de trabajo, vendió casi un millón de unidades, el equivalente al 18% de lo que producirá en 2022. Si bien en 2020 mantuvo los números, al año siguiente triplicó sus ventas.Müecas tiene pensado expandirse a diferentes países de Latinoamérica. Aunque hay propuestas de distintos lugares de la región, Uruguay será el próximo mercado por explorar, hacia 2023. Dentro de las novedades, también están trabajando en llegar, en breve, a las aplicaciones de delivery.Por ahora, la versión de Müecas sin azúcar es la única variedad vegana. Demián tiene la idea de contar cada vez con más productos veganos. Entre ellos, lanzará alfajores y chocolates con frutos secos sin derivados de origen animal.Aunque Demián considera que el gran salto ocurrió cuando dejó de vender por su cuenta en dietéticas y pequeños comercios de la ciudad de Buenos Aires y comenzó a trabajar con distribuidores, su gran proyecto en este momento es “que lo saludable no sea de nicho”.Barritas de cereal MüecasMüecasComo todavía sus productos no están en supermercados, su objetivo es “acercar Müecas al consumo masivo y que no esté solo en tiendas especializadas”. Considera que es un gran avance estar en cadenas de quioscos y en las tiendas de las estaciones de servicio, que también son puntos de compra populares.Como el proyecto crecía más rápido de lo que Demián podía prever y cada dos años debía mudarse a una fábrica más grande, en octubre de 2020 tomó la decisión de tercerizar la producción. Delegó la tarea en una fábrica de gran escala en San Luis, con la calidad y las directivas de siempre. El nuevo espacio, con más de 50 años de trayectoria, es una importante empresa orientada a las actividades agroganaderas y, además, uno de los principales fabricantes de barras de cereal en el país.“Sin vueltas”, resume Demián, para describir Müecas. Prioriza contar con “productos para todos los días”, que estén hechos con ingredientes reales. “Es posible vender un producto masivo de calidad. Cada día estamos más orgullosos del producto que hacemos”, cierra.Bárbara EpszteinSeguí leyendo¿Por qué se quedan? Emprendedores y empresarios jóvenes que apuestan por el paísTiene 28 años. Invirtió 1000 pesos y hoy factura 43 millones al añoEmprendedor fuera del molde. Crea proyectos con bosques en plena ciudad que tienen habitaciones de hotel que se pueden alquilarTemasHoyEmprendedoresConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de HoySalud mental. 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