“No ha sido agradable, pero era absolutamente necesario”. Así explica Clemente Sánchez Garnica, el nuevo presidente del Partido Aragonés (PAR), la moción de censura que el viernes puso fin al liderazgo de Arturo Aliaga al frente de esta formación durante los últimos ocho años. En una Ejecutiva que duró 20 minutos, votaron a favor 16 de sus 28 miembros ―conocido como el sector díscolo―. Los otros 12, entre ellos el propio Aliaga, no quisieron estar presentes en la sede de los aragonesistas.Seguir leyendo