escucharescucharUn lindo grupo de amigos del colegio lo acompañó durante su infancia y, después de clases, con ellos organizaba partidos de fútbol. “Jugábamos mucho -recuerda Jaime Barceló (23)-, nos juntábamos todo el tiempo…”. Las actividades deportivas con esos compañeros fue el semillero.“Desde que tengo recuerdos -dice a LA NACION revista- jugábamos a la pelota entre nosotros, compartíamos el grupo del colegio con el de fútbol, y crecí en la cancha con ellos”. Casi sin darse cuenta, del juego pasó a la competencia amateur en clubes de barrio y, cuando estaba arrancando su primer año en la facultad, se dio cuenta que, además de estudiar, le interesaba convertirse en jugador.LA DESCONOCIDA HISTORIA DE LOS MÁS DE 100 CLUBES DE FÚTBOL CON UNA “IDENTIDAD FERROVIARIA”“Me seducía la idea de ser un atleta profesional -recuerda-. Me propuse esforzarme y buscar la manera de estar en el circuito”. Todavía estaba en edad de entrar a algún club en las inferiores. El camino fue largo: una prolongada gira haciendo pruebas en diferentes clubes de buena repercusión. “Me fue bastante bien en las pruebas, pero por A o por B no se terminaba dando… O justo un arquero que se estaba por ir se quedaba, o no tenían los cupos adecuados”, recuerda.Después de un par de meses probándose terminó en Excursionistas, en inferiores. Como profesional en la Argentina fue solo eso porque no llegó a debutar en el país. Quedó libre antes de firmar su primer contrato. “Por cómo funciona el fútbol -explica- después de jugar en cuarta división e inferiores, hay medio año donde podés jugar en tercera o reserva, sin firmar contrato. Y el club tiene que decidir si te hace un contrato o no”. Jaime no tuvo buena suerte: comenzó la pandemia y quedó libre.”El del clima fue un cambio bastante grande”, recuerda Jaime Barceló de sus primeros días en FinlandiaGentilezaPerfil: soy arquero, mirá mi CVEl lado millennial terminó siendo un camino posible. Linkedin se abrió como una oportunidad viable. “No fue una decisión muy pensada -cuenta-. Era una herramienta que había usado algunas veces para contactar a gente a la que no encontraba por otro lado. Fue más que nada un camino de networking, de intentar conseguir los contactos de clubes o lugares donde podrían necesitar un arquero y compartirles mi perfil por si se adecuaba a lo que estaban buscando”.Jaime encontró una oportunidad de darse a conocer de esa manera y de testear si lo necesitaban. “¿Cómo se me ocurrió? -sigue-. No fue de un momento para otro. Ya al comenzar a probarme, me gustaba tener datos antes de ir: conocer con qué me iba a encontrar. Cuando intenté ser más profesional me iba a dormir tranquilo, sabiendo que lo había dado todo. Si después no se terminaba dando, me quedaba con la idea de que hacía todo el esfuerzo para el éxito. Linkedin emergió como una consecuencia de eso: de qué era lo mejor que podía hacer para conseguir un contrato en el fútbol”.FUTBOLISTAS ARGENTINOS POR EL MUNDO: CON 4.864 HOMBRES Y 149 MUJERES, UN NUEVO RÉCORD DE REGISTRADOSSabía que las cosas no caerían del cielo, sino que las tenía que buscar. Empezó un proceso de tocar puertas. “Buscar trabajo de futbolista es distinto a hacerlo con un empleo común. Es un poco más transparente en el sentido de que las empresas están constantemente buscando llenar posiciones de trabajo y uno puede postularse ahí directamente. En cambio -sigue Jaime- los equipos, por más que constantemente buscan jugadores, no lo hacen de manera pública como las empresas. Los clubes de fútbol se manejan más entre contactos o mediante un intermediario”.No era tan sencillo. No había una publicación. No se podía enviar un currículum. Se relacionaba más con un trabajo de investigación, “donde, además de relevar a qué equipo te gustaría ir, tenés que ponerte a investigar a quién podrías contactar en el equipo, buscar la manera de hacerlo y, además, queda lo más difícil: que te contesten”.”Lo importante es que salga una oportunidad que te sirva, y que se adecúe a lo que estás buscando”, diceGentilezaCon una fortaleza inusitada, Jaime tenía claro que la mayoría de los mails nunca se contestan, pero “al final del día no importaba eso, porque vos no podés estar en más de un equipo a la vez, sino que lo que importa es que salga una oportunidad que te sirva, y que se adecúe a lo que estás buscando. Con eso ya basta, entonces no importa si mandaste uno o un millón de mails, necesitas una oportunidad y mientras más mandás mails, tocás más cuerdas. Un lugar se va a abrir. Eso es lo que yo pensaba”.Para Jaime los mayores problemas fueron las ausencias de respuestas. “Todo llevaba mucho tiempo -dice-. Encontrar los contactos, que la mayoría no respondiera, insistir… Y, al mismo tiempo, al estar sin equipo, me ponía un poco ansioso. Aprendí que debía ser paciente y que hay cosas que uno no controla”.-¿Qué te animó?-Cuando llega una respuesta, aunque sucede pocas veces, y te dicen cosas como no estamos buscando arquero, pero nos gustó tu perfil y lo guardamos ante cualquier cosa, son momentos que te animan un poco, porque te hace saber que están viendo tu perfil, que les gustó tu video. Eso te motiva a seguir. Esas pocas respuestas te demuestran que, a veces, llega, y que ahí puede estar la posibilidad de tu vida. También fueron clave mi familia, mis amigos y mi novia, que están en el día a día y me incentivan a seguir para adelante.-¿Cómo llega la oportunidad de Finlandia?-Curiosamente la contratación viene de un contacto que inician ellos, justo a ese equipo no había enviado un CV. Sin embargo, hablando con una persona en común a la que sí le había mandado mi currículum se lo compartieron cuando le comentaron que necesitaban un arquero. Mis características se adecuaban a lo que necesitaban, y esa persona les dio mi contacto. Me llamaron directamente. Intercambiamos un par de mails por unos cuantos días para acordar todo. Un par de semanas después del primer contacto ya estaba viajando para Finlandia.”Los equipos, por más que constantemente buscan jugadores, no lo hacen de manera pública como las empresas”, diceGentileza-¿Cómo tomaste la decisión de irte a un sitio con no tanta tradición futbolística y del que no conocías mucho?-La decisión no fue simple. Por un lado, es algo que estaba buscando y quería que pasara. Pero es verdad que, cuando hay una oportunidad concreta, te llegan un montón de cosas a la cabeza. De pronto te planteás si tenés que ir, y es algo insólito, porque era por lo que estabas bregando. Te agarran un montón de miedos y de incertidumbre también. Es curioso porque ya la sentiste en el proceso, cuando no aparecía la oportunidad, y cuando llega, igual sentís incertidumbre. Uno de los temas era que estaba cursando la universidad, pero por la pandemia lo hacía a la distancia, e imaginaba que volvería a ser presencial. Pero también es una condición temporal, algo que se suma como experiencia de la vida.-¿Cómo fue instalarte allí?-En principio me fui solo. Compartía ese primer tiempo con todos en el club. Un compañero argentino llegó tres semanas después. Eso ayudó para la adaptación. Pasados un par de meses viajó mi novia y cambiaron las cosas, porque me permitió sentirme más cerca de casa.-Y Finlandia, ¿cómo fue encontrarte con ese nuevo país?-El primer día que llegué hacía un frío de morirse. Me fueron a buscar al aeropuerto, a 300 km. de Helsinki. Estaban saliendo del invierno, pero había nieve y los lagos todavía estaban congelados. El del clima fue un cambio bastante grande. Creo que la primera noche fue la más dura. Llegás a una nueva casa, de noche, y te replanteás un montón de cosas. Pero, poco a poco, se va ajustando. La ciudad, el barrio donde me tocó vivir, la casa… todo estaba muy bien. Hay mucha naturaleza, mi casa estaba en Keuruu, en el medio del bosque: es hermoso. Ya al día siguiente almorcé con el presidente y el técnico del equipo. Hicimos un tour por toda la ciudad, por el club, me mostraron las canchas dónde íbamos a entrenar. En ese momento aún tenían nieve, pero un par de semanas después, cuando comenzó el campeonato, ya no iba a haber. Me dieron la ropa entrenamiento y me acompañaron por todo ese proceso.-¿Qué diferencias encontraste?-Estaba en una zona con poca población y pequeña, pero era impresionante, por ejemplo, las bicisendas que había que incluso pasaban por túneles por debajo de las rutas. Me podía mover a todos lados en bici, porque eran distancias muy cortas y estaba muy bien hecho para todos: peatones, ciclistas y conductores. Aun en los pueblos chicos hay supermercados enormes con todo lo que podías necesitar. También tenía una estación de tren desde la que nos podíamos visitar distintos lugares de Finlandia. Pero lo más impactante es lo apegada que la genteFlavia TomaelloTemasLA NACION revistaDeporteConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de LA NACION revistaTomates con gusto a tomate. Del tomate: Maria Sance y el enólogo Alejandro Vigil presentaron Labrar, una apuesta para recuperar el verdadero sabor del tomateEl favorito más frutal. El clásico lemón pie sigue siendo protagonista de las pastelerías localesSupervillanas. Una ganadora del Oscar y un ex ángel de Charlie juegan en las grandes ligas de la taquilla