escucharescucharQue la vida no es color de rosas, no es novedad, y que está llena de vaivenes, tampoco. Todos los días se presentan un sinfín de desafíos y obstáculos a enfrentar, algunos más fáciles que otros. Sin embargo, la manera de encararlos es relativa a cada persona. Frente a situaciones difíciles, muchos bajan los brazos y renunciar, en cambio otros las enfrentan con éxito y salen fortalecidos.LANZAMIENTO: BBVA Y LA NACION PRESENTAN APRENDEMOS JUNTOS 2030Pero la gran pregunta es: ¿se puede aprender a ser una persona resistente en los momentos complicados? En un mundo dinámico y en constante cambio, mostrarse fuerte y afrontar los obstáculos con convicción, a veces es una tarea ardua. Aunque lo cierto es que lograrlo, garantiza y mejora la relación con uno mismo y con el entorno. Y la buena noticia es que hay estrategias para lograrlo y “surfearle” a la vida de la mejor manera posible.Al respecto, Walter Riso, doctor en psicología, especialista en terapia cognitiva y escritor, comenta en una charla del ciclo “Aprendemos Juntos 2030″, la plataforma del BBVA que comparte contenido inspirador: “Cuando la vida te golpea, tenés dos opciones: o retirarte y lamentarte o contraatacar”. Con esta premisa en mente, el experto desmantela los secretos de quienes tienen una “personalidad resistente”.Amigarse con el errorAunque no suele ser una de las cuestiones más gratas, Riso revela que el error es la única vía para el aprendizaje. Frente a este argumento, es importante hacer una distinción: “El error no tiene nada que ver con la frustración, mas bien se trata de equivocarse y todos tienen derecho a hacerlo”, menciona el psicólogo. Sucede que en esa equivocación “está implícito el aprendizaje que te va a llevar a hacer las cosas mejor o distinto”, ahonda el experto.El error es la única vía para el aprendizajeEn este camino, estar preparado para que las cosas no siempre salgan como uno quiere, es el punto de partida. Sucede que “muchas veces confundimos el error con el fracaso”, comenta Riso. Entonces, frente a un golpe que te da la vida, algunos se recomponen sin ningún problema mientras otros nunca lo logran.ComprometerseEl compromiso es otro de los pilares de quienes cuentan con una personalidad resistente: “Me la juego por lo que hago, me involucro de verdad”, ahonda Riso y explica que “la gente que se compromete y que siente que tiene el control interior para cambiar las cosas, es capaz de generar a su alrededor un ambiente pacífico y guerrero”. Lo cierto es que cada uno es autor de su propio destino o tal como dice el psicólogo, “yo soy el que tiene control sobre muchas cosas de mi vida”.Por lo tanto, tomar las riendas incluso cuando la vida se sale de control, marca la diferencia. Y para graficarlo Riso ilustra esta escena con un ejemplo: “Si voy por la calle y se larga a llover, es común cruzarse con alguien que se enoje e insulte a las nubes. Ello se trata de tener poca tolerancia a la frustración en tanto que la lluvia es algo que se escapa de mi control”. Por el contrario, el especialista sugiere que frente a este imprevisto, lo conveniente sería pensar en aquello que “está sobre mi control”. En este caso explica que sería comprarse un paraguas.Por lo tanto, cuando la vida se pone áspera, “la clave es saber qué está bajo tu alcance y qué no”. Con este panorama dilucidado, “la sabiduría está en discriminar acerca de aquello por lo que se justifica luchar y lo que no”, manifiesta Riso, pero sobre todo, es importante “aprender a perder y a no sentirse mal cuando te equivocás”.Dejar de lado la culpaPor lo general esta sensación tiene una connotación negativa, se la asocia con la maldad y con haber querido lastimar al otro, incluso a uno mismo. Es culpa no da tregua y se apodera de las personas de manera constante, hasta en situaciones que no lo ameritan. En este sentido, Riso sugiere cambiar el concepto de culpa y emplear el de responsabilidad en los casos en que no se quiso lastimar a alguien ya que, “el verdadero crecimiento ante la adversidad es entender el propósito que tuviste y saber que hiciste lo mejor”. Al respecto señala que esta manera de pensar, “te va a mantener fuerte y de pie ante los golpes de la vida”.Luchar“La vida es un río turbulento que baja de la punta de una montaña y que arrastra piedras, personas, maderas”, describe Riso. Y la ocasión amerita contar su historia de superación. El psicólogo nació en Nápoles, Italia en 1951 aunque al poco tiempo emigró con su familia a la Argentina, tierras en donde se crió. Al igual que en muchos otros casos, su infancia no fue fácil: la situación económica en su casa no era la mejor, por lo tanto se vio obligado a trabajar desde chico para salir de aquella dura situación. “Trabajé de albañil, fui carpintero. Tuve que pagarme todos los estudios. Entonces es ahí cuando empezás a decir que no te vas a dejar vencer tan fácil, que dependo de mí. Tengo autogobierno, autodeterminación de mi propio ser”, confiesa y remata con una frase que da pie a la reflexión: “Soy el último juez de mi propia conducta, soy un guerrero”.Una y otra vez la vida presenta situaciones inesperadas, que no estaban en los planes. Momentos que ponen a prueba a las personas y que las obliga a sacar lo mejor de sí mismas para afrontar la adversidad con éxito. El secreto está en la resistencia, en la convicción y en no bajar los brazos.EL PROFESOR DE HARVARD QUE SE HIZO FAMOSO POR SUS CLASES SOBRE FELICIDAD DA TRES CLAVES PARA SER FELIZPodés disfrutar de la charla completa que compartió el psicólogo Walter Riso en “Aprendemos Juntos 2030″, la plataforma del BBVA con contenidos útiles e inspiradores para mejorar la vida de millones de personas de todo el mundo que, desde mayo de 2022, se emiten en forma exclusiva por LA NACION.Melanie ShulmanTemasVida SanaMenteBBVAConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de BBVAFrustración. La emoción que brinda herramientas para triunfar en la vidaLas cuatro habilidades que lo hacen diferente. Un reconocido psicólogo deportivo español explica por qué Messi es MessiSentirse cansado y triste es válido. Pilar Sordo asegura que no hay que esconder las emociones