El Tribunal Supremo de Brasil ha concedido la libertad provisional a Mauro Cid, un antiguo asesor del expresidente brasileño Jair Bolsonaro detenido desde comienzos de mayo durante una redada contra la vivienda del exmandatario en relación con una investigación sobre la gestión de datos de la vacunación contra la COVID-19.
Cid, a quien le han colocado una tobillera electrónica, abandonó ya el sábado la prisión en la que estaba recluido y se reunió con su familia, que adelantó que el antiguo asesor de Bolsonaro no dará entrevistas en el corto plazo. Miembros del Ejército custodian su vivienda en la capital, Brasilia.
Junto a la colocación de una tobillera electrónica, el Supremo ha concedido la libertad a Cid bajo la condición de que se le retire el pasaporte, la suspensión de todos sus documentos para la posesión de armas de fuego, así como la prohibición de usar redes sociales, recoge el portal de noticias Universo Online.
El ministro del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, ha aprobado también un acuerdo culpabilidad firmado por Cid y la Policía Federal tras verificar la “regularidad, legalidad, adecuación de las prestaciones pactadas y de los resultados de la colaboración a la exigencia legal y la voluntariedad de la manifestación de voluntad”.
En su decisión, De Moraes apunta que las autoridades ya han celebrado hasta tres audiencias con Cid, y una vez sido declarada la prohibición de comunicación “con el otro investigado”, en alusión a Bolsonaro, ve “innecesario el mantenimiento de prisión preventiva” para el antiguo asesor del expresidente.
“El mantenimiento de la prisión no es adecuado”, ha remarcado De Moraes en una decisión que ha sido aplaudida por el ministro de Justicia, Flavio Dino, quien ha felicitado a la Policía Federal por su trabajo en el caso. “Actuó con seriedad, profesionalidad y pleno cumplimiento de la Constitución”, ha dicho Dino en X, antes Twitter.
Cid está detenido desde mayo, acusado de haber falsificado los carnés de vacunación de la COVID-19, incluidas las de Bolsonaro y varios de sus familiares y allegados, que habían sido manipulados con el fin de poder sortear las restricciones impuestas por algunos países, como Estados Unidos.
La Policía Federal de Brasil encontró en el teléfono de Cid pruebas de supuestos intentos por mantener al expresidente en el poder a pesar del resultado de las elecciones de octubre de 2022, comicios en los que Luiz Inácio Lula da Silva se impuso a Bolsonaro.