escucharescucharNANTES (Francia).– Cuando el capitán Julián Montoya dejó la cancha hizo el típico gesto de sacudirse como sacándose la mufa. Con la victoria ante Japón por 39-27, los Pumas se sacaron una tremenda mochila de encima. El primer objetivo está cumplido. No hubo festejos eufóricos como ante Samoa, sino uno más mesurado, entre el desgaste al que obligó Japón y la satisfacción del deber cumplido, pero sin conformarse. Saben que tienen para más.“Nuestro objetivo es ganar todo lo que juguemos. Vinimos acá a jugar los siete partidos”, advirtió Montoya en conferencia de prensa. “Después de perder con Inglaterra, para nosotros fueron todas finales. Ésta fue la semana en que mejor nos entrenamos. Todavía tenemos un montón de cosas por corregir. Vamos a tener que recuperarnos mejor y entrenarnos mejor. Pero son errores que dependen 100% de nosotros. Eso es lo bueno. Estoy contento con la manera en que manejamos el partido, cómo entraron los cambios y cómo controlamos situaciones difíciles”.Con las marcas de la batalla en rostro, con la sangre todavía húmeda, Montoya habló con la mesura de quien sabe que todavía la la tarea no está cumplida: “Yo personalmente estoy contento con la resiliencia que mostró el equipo en momentos difíciles. Japón capitalizó bien los errores que cometimos, nos pusimos bajo presión nosotros solos. Pero estoy orgulloso de cómo funcionamos en la cancha y logramos el primer objetivo. Tenemos que ser mejores si queremos ganar un partido más y seguir avanzando”.El abrazo final de Montoya con un rival de la selección de JapónJuan Gasparini / GaspafotosA su lado, con el mismo semblante, Michael Cheika también apuntó a llegar más lejos. “Estamos bien, pero mi rol es llevar al equipo lo más lejos posible en este torneo. Una semifinal o una final, si podemos. Estamos contentos por los jugadores y por el público, que estuvo increíble. Para mí, los objetivos están más adelante”.En la zona mixta, la expresión de los jugadores reflejaba satisfacción y mesura. Satisfacción por el deber cumplido, mesura porque todavía hay mucho por mejorar de cara al partido de cuartos de final con Gales. Los Pumas jugaron su mejor partido en Francia 2023 y construyeron la victoria en base a los avances de los forwards y las definiciones de los backs, que estuvieron implacables.Michael Cheika, DT de los PumasJuan Gasparini / Gaspafotos“Hoy sentí que lo quisimos más que Japón”, sentenció Santiago Chocobares, de enorme actuación, autor del primer try, al minuto. Estoy contento por haber ganado, por que seguimos en carrera y por cómo jugamos los tres cuartos en ataque., como por ejemplo haber hecho un try de primera fase”.Otra gran figura que tuvieron los Pumas fue Marcos Kremer, con su característica potencia. Fue para adelante con la pelota, tiró para atrás a los japoneses con sus tackles (13 en total). Hasta fue clave en la conquista del segundo try, tapándole un drop al apertura rival, lo que derivó en el contraataque que inició Mallía y definió Santiago Carreras para el segundo try. “Me gustó que golpeamos primero, dimos la primera piña”, festejó el tercera línea entrerriano. “Me encantó que cada vez que había complicaciones el equipo aparecía. Eso me deja tranquilo”.Así y todo, la Argentina cometió errores que Japón aprovechó y les permitió mantenerse en partido hasta el final. Pese a la superioridad y a siempre estar adelante, Nunca lograron estar tranquilos en el marcador. “Estoy contento en parte. Queremos entrar en ritmo, pero este ritmo tiene pausas por errores que cometemos”, aceptó Cheika. “Tenemos que evitar eso. No podemos hacer el juego que pretendemos cuando hacemos tantos errores. Pasamos mucho tiempo del partido en territorio rival y anotamos cinco tries, pero no pudimos marcar el ritmo del partido por errores o penales”.Marcos Kremer apoya la embestida de Tomás Lavanini con la pelota en la victoria de los Pumas sobre JapónJuan Gasparini / GaspafotosEn total fueron 14 errores de manejo de los argentinos, tres más que el promedio de 11 que llevaban en los tres partidos previos. “Cometimos errores no forzados que son errores individuales”, admitió Kremer. “Son cosas que pueden ocurrir en un partido de rugby. Me quedo contento con cómo salimos de esos momentos malos. Ojalá se reduzca para el próximo partido, confío en este grupo”.Lucio Cinti, uno de los responsables de las salidas del fondo, admitió que es uno de los puntos a mejorar: “No fuimos prolijos en las salidas de nuestro campo. También tenemos que ajustar los pases cuando estamos bajo presión, pero confío en que eso va a venir”.La próxima escala es Marsella y el próximo rival es Marsella. Un destino y un rival conocidos para los argentinos. ¿Qué tienen que hacer para imponerse? “Confiar en nuestro plan de juego”, respondió Cinti. “Ellos fueron ganando confianza en cada partido. Va a ser un partido cerrado como éste, pero es un rival distinto”.Los Pumas cumplieron el primer objetivo al vencer a JapónEl equipo dirigido por Warren Gatland es mucho más estructurado que el japonés y tiene otras fortalezas, como la utilización del pie y las formaciones fijas. “Nos conocemos mucho, pero no me pone nervioso”, desafió Kremer. “Tenemos un gran respeto por lo que son. Tenemos que prepararnos muy bien esta semana”.¿Qué hay que mejorar? “Ser más disciplinado en nuestros 22 metros y todavía más peligrosos en ataque”, analizó Chocobares. Cheika dijo que pondría el foco en “la preparación individual y la concentración” durante esta semana corta, con seis días entre un partido y otro. “Queremos ganar por nuestros fans. Sentimos mucho el apoyo del público. Vamos a atacar el próximo partido”.Con esfuerzo, los Pumas cumplieron el primer objetivo. Ahora van por más.Alejo MirandaTemasLos PumasMundial de rugby Francia 2023Conforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Los PumasHéroe de Los Pumas. El “enano” de las corridas fulminantes que se quedó fuera de la primera lista y brilló contra JapónAlivio y a cuartos de final. Así fueron los tries de Chocobares, Mateo Carreras y Boffelli que les dieron la victoria a los PumasRendirse jamás. Los Pumas ya piensan en Gales, después de un triunfo con más corazón que juego