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La historia de la fábrica textil que nació hace 20 años y perdió todo en un incendio: piden ayuda

escucharescucharLa noticia llegó por WhatsApp, a las cuatro de la mañana. Alejandro Plá, dueño desde hace casi 20 años de una fábrica textil, se despertó con un mensaje de una vecina de la empresa, avisándole que el edificio se estaba incendiando. Los esfuerzos de los bomberos de San Miguel fueron en vano, nada pudo recuperarse. Ni siquiera las pocas paredes que quedaron en pie: por seguridad, Defensa Civil ordenó que fueran demolidas.Así, Pla y su hija Catalina, que trabaja con él, pasaron de tener una empresa siempre activa, con 12 empleados y una producción de más de 25.000 prendas al año, a pararse frente a un terreno repleto de escombros y de máquinas de coser y bordar incineradas. “Fue una tristeza y una angustia tremenda. Cuando vi cómo Defensa Civil estaba demoliendo las paredes, me puse a llorar desconsoladamente. Tantos años caían así, en un instante. Hoy la fábrica es un terreno baldío”, dice Alejandro, de 65 años, oriundo de Bella Vista, localidad donde también se encontraba la empresa. Todavía las investigaciones judiciales no han logrado dar con el origen del incendio; no se sabe si fue causado por un cortocircuito o si fue intencional.La empresa, que se dedica a la confección y venta de buzos de egresados, perdió todo: desde máquinas de coser, bordadoras y cortadoras hasta los pedidos terminados listos para entregar y todo su stock de rollos de telas. Es por eso por lo que, tras el incidente, la familia Plá ha decidido encabezar una colecta de donaciones monetarias y también de máquinas textiles e insumos.“Siempre tuvimos las habilitaciones correspondientes y estábamos en el trámite de recategorización industrial que dicta la provincia de Buenos Aires. Pero, lamentablemente, no teníamos seguro, y por eso la pérdida es total. El viernes siguiente teníamos una visita del ingeniero para presentar los papeles a Bomberos y así tener la recategorización al día para poder tomar el seguro”, explica Alejandro.Los empleados de la Fábrica Pla festejando un cumpleaños, pocos días antes del incendioSu hija, de 34, destaca que las 12 personas que trabajaban en la fábrica los siguen acompañando al día de hoy. “Obviamente, se les sigue manteniendo los sueldos. Y, si bien algunos recibieron ofertas de trabajo en otros lados, ellos decidieron quedarse. Eso es lo que nos da fuerzas para seguir adelante”, suma.Actualmente, la empresa ha logrado reubicarse en un pequeño local donde han empezando a hacer de cero la moldería, ya que la original también quedó bajo el fuego. Pero saben que el poco lugar que tienen allí no es suficiente y que tarde o temprano deberán volver a construir la fábrica.”Cuando ví cómo Defensa Civil estaba demoliendo las paredes, me puse a llorar desconsoladamente. Tantos años caían así, en un instante. Hoy la fábrica es un terreno baldío”, cuenta Alejandro. “Los primeros días fueron muy tormentosos, pero hoy estamos con mucha energía: mucha ayuda de la gente, mucha colaboración monetaria y espiritual. Conseguimos un poco de financiación por parte de los proveedores”, comenta Alejandro. Y agrega: “Realmente necesitamos del apoyo de la gente”.En un video que la familia Plá ha compartido entre sus seres queridos y conocidos, Catalina explica brevemente lo sucedido y subraya: “Muchos nos han ofrecido su ayuda y esto nos impulsó a realizar esta campaña. Los necesitamos más que nunca, porque entendemos que solos no vamos a poder”.Alejandro y Catalia Pla, en la fábrica familiar.¿Cómo ayudar?Donación Monetaria: Cualquier cantidad, grande o pequeña, contribuirá a la reconstrucción de nuestra fábrica y compra de maquinaria: Catalina Pla Senorans – CVU: 0000003100092336709489 – Alias: Catapla.mp – CUIT/CUIL: 27349296212 – Mercado PagoMáquinas textiles e insumos: Máquinas de coser, bordadora, mesas de trabajo, cortadora, hilos, rollos de tela (frisa/jersey). Teléfono: 115842-0602LA NACIONTemasSan MiguelBella VistaIncendioConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de San MiguelUna década de inhabilitación. Condenaron a 6 años de prisión al dueño del bar donde murió una joven por la explosión de un braseroCon agua y verde. Crean una ciudad de cinco minutos en un lugar impensado a media hora de la CapitalRevuelo en una jineteada. Echaron a “rebencazos” a activistas que irrumpieron en una tradicional fiesta

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