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El PMA suspende temporalmente la entrega de ayuda en partes de Gezira por los combates entre Ejército y RSF

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado la suspensión temporal de la entrega de ayuda en partes del estado sudanés de Gezira a causa de los combates desencadenados tras la ofensiva lanzada la semana pasada por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en esta zona del país, situada al sureste de la capital, Jartum.

El organismo ha indicado en un comunicado que se ha visto forzado a adoptar esta decisión ante la extensión de los combates al sur y el este de la capital y ha recalcado que se trata de un “gran varapalo” a los esfuerzos humanitarios en el país, sumido en una guerra desde abril por los combates entre el Ejército de Sudán y las RSF. Así, ha explicado que en esta zona había estado entregando ayuda de forma regular a más de 800.000 personas, incluidas muchas que habían escapado de los combates en Jartum.

“Ya perdimos nuestros hogares en Jartum y vimos cómo destruían nuestras vidas ante nuestros ojos. Ahora nos vemos obligados a huir una vez más, dejando atrás lo poco que nos quedaba. Cientos de miles de personas huyen a pie, sin ningún lugar adonde ir. Estamos muy preocupados por los que vivieron los horrores en Jartum y ahora se encuentran atrapados sin salida en Uad Madani (capital del estado de Gezira y segunda ciudad más poblada de Sudán)”, ha expresado el coordinador de emergencias local del PMA, Karim Abdelmoneim.

El director del organismo en Sudán, Eddie Rowe, ha aseverado que “un lugar de refugio se ha convertido ahora en un campo de batalla en una guerra que ya se ha cobrado un terrible número de víctimas entre los civiles”. Por ello, ha mostrado su compromiso a apoyar a los sudaneses “en su momento de mayor necesidad”, pero ha pedido que se garantice la seguridad de su personal e instalaciones y que las partes cumplan con el Derecho Internacional Humanitario “por el bien de los civiles inocentes que desesperadamente necesitan apoyo”.

La extensión del conflicto a esta zona –de donde proviene la mitad de todo el trigo en Sudán–, en un país en el que 18 millones de personas padecen inseguridad alimentaria aguda durante la temporada de cosecha, tendría “consecuencias dramáticas” sobre la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos en los próximos meses. “El granero de Sudán debe seguir funcionando para lo que fue diseñado: cultivar, no luchar. De lo contrario, podríamos ver una crisis de hambre aún más catastrófica a medida que comience la temporada de escasez de mayo de 2024”, ha explicado Rowe.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha detallado que cerca de 300.000 personas han huido ya de Uad Madani a causa de los combates. “Es una tragedia humana de proporciones inmensas y que profundiza la ya difícil crisis humanitaria en el país”, ha dicho la directora general del organismo, Amy Pope, quien ha advertido de que “la intensificación del conflicto y el creciente desplazamiento subrayan la urgencia de una solución pacífica, un alto el fuego y una respuesta robusta para evitar una catástrofe aún más amplia”.

Uad Madani había acogido a cerca de millón de personas que habían huido por el conflicto, mientras que los desplazados se dirigen ahora hacia otros estados cercanos e incluso hacia Sudán del Sur, a través del paso fronterizo de Renk. La OIM ha indicado que, debido a la falta de opciones de transporte, mucha gente a huido a pie y está en la actualidad durmiendo al raso o en escuelas.

“Desde hace más de ocho meses, la población de Sudán se ha visto forzada a sufrir las brutales realidades del conflicto. Sus vidas han quedado rotas, las familias se han partido y sus sueños de un futuro pacífico están arruinados. La continuada violencia devastará aún más el país y desestabilizará la región”, ha lamentado Pope.

Estas últimas oleadas elevarán el número de desplazados internos por encima de los 7,1 millones de personas, en la que es ya la mayor crisis de desplazamiento del mundo. De ellas, 1,5 millones de personas han huido hacia países vecinos.

UNICEF ALERTA DE TRES MILLONES DE NIÑOS EN PELIGRO

Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha señalado que casi tres millones de niños se encuentran en peligro en Gezira por los combates y ha especificado que más de 150.000 se han visto desplazados y privados de ayuda urgente a causa de los combates.

“Decenas de miles de niños y niñas vulnerables en el estado de Gezira se han visto obligados a huir de sus hogares en busca de seguridad a medida que estallan los combates en zonas que antes se consideraban relativamente seguras”, ha señalado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.

“Esta nueva ola de violencia podría dejar a niños y familias atrapados entre líneas de combate o en medio del fuego cruzado, con consecuencias fatales. Con las informaciones de nuevos combates en otras partes del país, millones de niños y niñas en Sudán corren una vez más un grave riesgo”, ha señalado.

Así, Russell ha desvelado que los trabajadores del organismo en Sudán “han escuchado historias escalofriantes sobre los desgarradores viajes que mujeres y niños se han visto obligados a realizar solo para alcanzar la seguridad de la ciudad de Uad Madani”.

“Ahora incluso esa frágil sensación de seguridad se ve destrozada cuando esos mismos niños y niñas se ven obligados a abandonar otra vez sus hogares. Ningún niño debería tener que experimentar los horrores de la guerra. Los niños y la infraestructura civil de la que dependen deben ser protegidos”, ha reseñado.

En esta línea, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, ha mostrado su “gran alarma” por las informaciones sobre “abusos y violaciones generalizados de los Derechos Humanos” en el marco de los combates en Uad Madani.

“La situación humanitaria en el estado de Gezira, que acoge a cerca de medio millón de desplazados internos, también es complicada”, ha dicho, antes de apuntar que hay informes sobre decenas de muertos, incluidos trabajadores médicos, en los enfrentamientos registrados entre el 15 y el 19 de diciembre en Uad Madani.

MUTILACIONES Y SAQUEOS

“Algunos de los ataques habrían tenido supuestamente una motivación étnica. También hay informes sobre mutilaciones y saqueos, así como sobre un ataque contra un hospital. Decenas de personas han sido detenidas por parte de ambas partes, incluidos algunos por su afiliación étnica y tribal”, ha alertado Turk.

Por ello, ha pedido al Ejército y a las RSF que “respeten el Derecho Humanitario Internacional” y ha recordado que “deben proteger a los civiles y a los objetos civiles”. “Los ataques contra civiles, incluidas personas específicamente protegidas como personal médico, así como objetos civiles, incluidos hospitales, están prohibidos”, ha dicho.

“Deben proteger también a los trabajadores humanitarios y a los defensores de los Derechos Humanos, cuyo trabajo es especialmente importante en circunstancias críticas como estas, y garantizar que los civiles tienen el acceso necesario a la muy necesaria ayuda humanitaria”, ha zanjado Turk.

Los combates en Uad Madani estallaron en medio de los intentos de los mediadores regionales, así como de Estados Unidos y Arabia Saudí, para lograr un encuentro cara a cara entre el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y el líder de las RSF, Mohamad Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, quien era su ‘número dos’ hasta el inicio del conflicto.

La guerra estalló el 15 de abril tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, después de 30 años en el poder.

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