escucharescucharWASHINGTON.- Una de las críticas comunes a la maratónica carrera presidencial de Estados Unidos –una cadena de citas electorales que arranca con las primarias y termina con la elección general, el primer martes de noviembre– es la enorme influencia que tiene el caucus de Iowa, un estado rural, pequeño, evangélico y predominantemente blanco. El resultado del caucus puede catapultar o sepultar una campaña. Iowa volverá a jugar ese papel esta noche, cuando comience a definir quién será el rival del Partido Republicano que enfrentará al presidente Joe Biden.¿Ganará, tal como anticipan todas las encuestas, Donald Trump?¿Cuál será la diferencia respecto del resto?¿Quién quedará en segundo lugar, Nikki Haley o Ron DeSantis?La respuesta a estas preguntas definirá el rumbo del resto de las primarias del Partido Republicano, y marcará el camino a la elección general del 5 de noviembre. No solo importa el resultado, desde ya, sino también cómo queda cada candidato respecto de la expectativa que generó en la previa a la votación. Trump ha liderado todas las encuestas por un amplio margen, y gana por una diferencia acotada, su victoria quedará opacada. Haley saltó al segundo lugar en los sondeos en las últimas semanas. Si queda tercera, perderá impulso. Durante meses, DeSantis se mostró confiado en ganar en Iowa. Nada sugiere que saldrá primero, y si, por el contrario, llega a quedar detrás de Haley, su campaña quedará en terapia intensiva.“Vamos a tener una tremenda noche”, dijo Trump, el gran favorito, a la prensa, antes de partir a un evento de campaña.Desde el fin de semana, ciudades de Iowa han tenido que lidiar con severas acumulaciones de nieveCarolyn Kaster – APCon ese juego de expectativas en mente, Trump, Haley y DeSantis y sus campañas buscaron ajustar sus narrativas y alentar la participación de la gente en la recta final en el caucus más frío de la historia: la sensación térmica se acercó a los -40º grados. Los tres principales candidatos de la interna republicana esperarán esta noche los resultados en Des Moines, la capital estatal, luego de saltar de evento en evento –muchos fueron cancelados por las inclemencias climáticas– durante las últimas horas antes del inicio de las asambleas, que arrancarán a las 7 de la tarde, hora local.Para Trump y el resto de los candidatos, la participación en los caucus será una de las claves. El formato, una excentricidad del proceso electoral norteamericano, requiere un compromiso político singular, y, sobre todo, de bastante tiempo. Los votantes deben concurrir a alguno de los 1657 sitios donde se realizan las asambleas –escuelas, iglesias, estaciones de bomberos, oficinas del correo, complejos deportivos, gimnasios– a votar, y, a diferencia de una votación primaria tradicional, deben hacerlo cuando ya es de noche, recién a partir de las 7 de la tarde. La gente además no vota enseguida. No hay cuarto oscuro o casilla de votación, ni tampoco una boleta. Algunos sitios tienen papeletas con los nombres de los candidatos impresos, pero, típicamente, la gente vota escribiendo el nombre de su candidato en un papel. A eso se suma que hay pasos burocráticos típicos de una asamblea, y discursos y conversaciones de último momento para intentar volcar las preferencias.La última encuesta del periódico local Des Moines Register y la cadena NBC confirmó el liderazgo supremo de Trump, quien registró un respaldo del 48%; en segundo lugar quedó Haley, con un 20%, y en tercero, DeSantis, con el 16 por ciento.