escucharescucharHay que remontarse al superministerio que supo manejar Domingo Cavallo para encontrar otro funcionario por debajo del presidente que tenga semejante poder como el que acumularía Luis Caputo, actual ministro de Economía, cuando fusione en su cartera el perecido Ministerio de Infraestructura.La salida de Guillermo Ferraro no fue tan sorpresiva para quienes transitaban esos pasillo. Más bien, se fue un ministro que apenas llegó, que no logró sentirse cómodo en su área y que, además, no pudo encender la llave de arranque de las oficinas que manejó durante estos poco más de 20 días que llevaba en el cargo.Ahora Caputo manejará no sólo la economía, la energía y la minería del país, funciones que ya tenía, sino que, además, sumará transporte, obras públicas, comunicaciones y vivienda. Bajo su órbita quedarán empresas como Aerolíneas Argentinas, todas las ferroviarias, Corredores Viales (encargada de cobrar los peajes en casi todas las rutas nacionales que hay peajes) y la poderosa Vialidad Nacional.La unificación de las carteras, como se dijo, solo se dio cuando Cavallo se convirtió en ministro en de Economía y Obras y Servicios Públicos. En marzo de ese año se había dado la salida del gobierno de Carlos Menem del ministro de Obras Públicas, Roberto Dromi. Con la llegada del economista al Palacio de Hacienda se produjo la unificación de los dos ministerios.Desde entonces, ningún presidente fusionó las dos carteras. Néstor Kirchner, que asumió en mayo de 2002, decidió generar un superministerio llamado de Planificación Federal. Al comando de Julio De Vido, concentró poder y millones. Fue la caja más eficiente para lograr la construcción política del kirchnerismo y se usó por 12 años. O fue la caja más ineficiente, si en cambio se mira el déficit en materia de energía o infraestructura.El extinguido Ministerio de Planificación Federal, el Minplan, se creó en los últimos días de la presidencia de Eduardo Duhalde, cuando el exmandatario aprobó la ley de ministerios que le había pedido quien lo sucedería. En aquella estructura se concentró toda la obra pública del país. Por caso, hasta ese momento, el Ministerio de Educación construía escuelas y el de Justicia, cárceles. Pero, desde la llegada de la dupla Kirchner – De Vido todo se unificó.Pese a semejante concentración de poder, jamás le entregó el manejo de la economía como sucederá ahora. De hecho, en el primer kirchnerismo, Roberto Lavagna como número uno del Palacio de Hacienda, era un contrapeso al ascendente poder de su par de Planificación.El planeta De Vido empezó a perder poder por dos causas. La primera tuvo que ver con la muerte de Néstor Kirchner y la aparición de la juventud kirchnerista. El exfuncionario sufrió como ninguno el ascenso de La Cámpora tras la elección presidencial de 2011. De a poco, los jóvenes camporistas le esquilmaron cajas sensibles. La segunda razón fue la imposibilidad de ocultar la deficiente gestión que venía desde 2003 en áreas sensibles como el Transporte. Después de la tragedia de Once, su jefa, la presidenta Cristina Kirchner, lo culpó en silencio por lo sucedido y le quitó el área.Si finalmente desaparece el ministerio de Infraestructura (aún falta la comunicación oficial), no será necesario tanto cambio en el organigrama. En rigor, desaparecería el cargo de “ministro” y todas las secretarías, y sus presupuestos, dependerán ahora de Luis Caputo.Esta nueva cartera será, por lejos, la más beneficiada presupuestariamente. Obvio que todos los números son pequeños cuando se los compara con el Ministerio de Capital Humano, ya que dentro de ese número está la Anses y todos los beneficios de la seguridad social. Pero si se corre este ítem del análisis, la flamante jurisdicción será la que mayor presupuesto tenga en este 2024.De acuerdo a los datos de ejecución presupuestaria que publica el Ministerio de Economía, Caputo tendrá como presupuesto el 12,7% del total de lo autorizado para gastar este año, 7,48% de su cartera y 5,22% de la que hasta ahora manejaba Ferraro. Para que se entienda: de cada 100 pesos que gasta la administración central, 50 se destinan a la seguridad social, especialmente a jubilaciones y pensiones. De los otros 50, Caputo tiene jurisdicción directa sobre 12,7 pesos.En total, la lapicera del nuevo superministro tendrá poder para firmar cheques por más de cinco billones de pesos durante este 2024, según datos oficiales.La pregunta que transcurría en los pasillos de lo que fue Infraestructura es qué pasará con los funcionarios designados por el funcionario que fue apartado. “Estamos trabajando igual, no hemos tenido ninguna comunicación oficial. No sabemos cómo va a seguir todo”, dijo una fuente oficial que pasa el día en despachos cercanos al que ocupaba Ferrraro.En principio, todos se preparan para más cambios. Sucede que el día a día ciertas secretarías, transporte, por caso, requiere de gestión diaria. “El ministro no está para eso, es imposible. Seguramente va a delegar y esa delegación va a implicar poner gente propia”, analizaba ayer un hombre que conoce esos pasillos. Por ahora, todo es sorpresa entre los funcionarios que nombró Ferraro. No llego siquiera a conformar su equipo cuando se tuvo que marchar y dejar paso al cada vez más ascendente Luis “Toto” Caputo.Diego CabotTemasLuis CaputoJavier MileiComunidad de NegociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Luis CaputoTras los dichos de Caputo. Fuerte respuesta de Río Negro al Gobierno: “Podríamos literalmente dejarlo sin energía”Federalismo quebradoReclamo empresario. 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