Varias personas corren en la cinta de un gimnasio (Shutterstock)Una buena alimentación en el deportista repercute de manera significativa en su rendimiento y éxito deportivo. La alimentación adecuada, junto con el entrenamiento y el descanso, son pilares fundamentales para el desempeño deportivo. Esto se aplica tanto a deportistas de élite, cuya dieta es bastante estricta, como a las personas que gustan de entrenar por afición y por mantenerse saludable y en forma.Si estamos empezando con nuestra rutina de entrenamiento, ya sea en un gimnasio o por nuestra propia cuenta, es posible que no sepamos muy bien cuál es la manera correcta de alimentarnos en los momentos previos o posteriores al entreno. ¿Hidratos de carbono, proteínas o azúcar? ¿Cuál es la mejor opción para rendir al máximo mientras realizamos la actividad física?Te puede interesar: Javi Reig, entrenador personal, explica errores comunes en el gimnasio: “Puede haber un riesgo alto de lesión en el peso muerto si curvamos la lumbar”Mario Peña es entrenador personal en las instalaciones de Estudio LIFE en Madrid y ha explicado para Infobae España que la alimentación dependerá en gran medida del objetivo del entrenamiento, pues “no es lo mismo un deportista de alto rendimiento o simplemente una persona que quiere adelgazar o tonificarse”. Sin embargo, lo que desaconseja es entrenar con el estómago vacío: “Ir en ayunas o sin comer nada desde hace horas, como me cuentan algunos, no es para nada recomendable. Luego esas personas beben alcohol, se cenan una pizza familiar entera o abusan del chocolate, los fritos… y creen que la solución está en ir sin comer a hacer deporte para quemar más grasas. Eso es un grave error”.Qué comer antes y después de entrenarEn su lugar, recomienda comer un yogur con fruta antes de ir a entrenar. “La gente piensa que cuanto menos comen, más adelgazan, y no es exactamente así. Un entrenamiento puede ser de un 80%, pero por no tener fuerza no consiguen más de un 40% aunque acaben igual o más agotados por la falta de energía”, explica el entrenador. Además, propone añadir al yogur avena, frutos secos o cacao si se quiere subir la masa muscular.Te puede interesar: Un fisioterapeuta explica qué provoca el dolor cervical y cuáles son los 3 mejores ejercicios para fortalecer los músculos del cuello en casaTerminado nuestro entrenamiento, puede ocurrirnos que acabemos con un hambre voraz. Los alimentos que ingiramos después de hacer ejercicio dependerá, de la misma manera, de cuál sea nuestro objetivo. Lo que debemos hacer es restablecer la energía que hemos perdido, más aún si no hemos comido nada antes del entreno. El entrenador pone el foco “a nivel proteico para la recuperación de tejidos” y un aumento de micronutrientes “comparado con el de una persona sedentaria”. Mario Peña aconseja consumir alimentos que contengan vitamina B, hierro, calcio, magnesio… pues “las personas que hacen actividad física sufren un mayor desgaste de estos nutrientes”.Una mujer comiendo una ensalada tras una sesión de entrenamiento (Shutterstock)Independientemente de estos consejos, el entrenador argumenta que existen patologías del sistema digestivo, alergias, intolerancias… que llevan otras dietas más específicas: “Son problemas que un nutricionista no te puede diagnosticar, solo un médico. Nosotros actuamos con la prescripción del médico, que es el que manda en toda esta cadena, estemos o no de acuerdo”.El consejo final que ofrece Mario es sencillo: llevar una buena alimentación diaria, sin importar si vamos o no a entrenar ese día. “Si haces un 90% bien, puedes permitirte hacer un 10% mal, porque todos tenemos una vida social más allá. La clave está en hacerlo siempre bien y de esa manera podemos permitirnos hacer algo mal de vez en cuando”, explica.