El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha afirmado que las reiteradas amenazas del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sobre una inminente ofensiva militar contra la ciudad de Rafá, en el sur de la franja de Gaza, suponen un “desvergonzado desafío” a la comunidad internacional.
Así, ha subrayado que “las amenazas de Netanyahu confirman su intención de cometer su mayor crimen en la ciudad de Rafá” y ha resaltad que “es un desvergonzado desafío a todos los llamamientos internacionales contra una operación militar en la ciudad, abarrotada de desplazados”.
“El criminal de guerra y jefe del mal, el terrorista Netanyahu, continúa su charlatanería y usa el discurso religioso para lograr sus criminales objetivos políticos al incrementar la guerra de exterminio que encabeza contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza”, ha denunciado.
Hamás ha manifestado que “el asesinato de niños, mujeres y ancianos, la quema y destrucción de ciudades, matar de hambre a civiles y crímenes que la historia moderna no conocía hasta ahora harán que (el primer ministro de Israel) quede inmortalizado como un símbolo del mal”.
Por su parte, Hosam Badran, alto cargo de la rama política del grupo, ha subrayado que las “prioridades” de Hamás son “detener la agresión, lograr la entrada de ayuda humanitaria, el retorno de los desplazados y un plan claro de reconstrucción”. “No están limitadas a la liberación de prisioneros, tal y como argumenta la ocupación”, ha resaltado.
“El problema no está relacionado con los prisioneros o su cifra. El problema es que la ocupación se niega a dar garantías a los mediadores sobre asuntos básicos para la vida de la población de Gaza”, ha dicho, según ha recogido el diario palestino ‘Filastin’, vinculado al grupo islamista.
“Haremos frente a esta ocupación hasta lograr la independencia total, algo que es nuestro derecho, garantizado por las leyes internacionales”, ha destacado, antes de reiterar que Hamás “negocia en nombre del pueblo palestino y no aborda asuntos relacionados con líderes de Hamás”, en referencia a la posibilidad de un acuerdo para que estas personas abandonen Gaza en el marco de un alto el fuego.
Por ello, ha argumentado que “Netanyahu no quiere alcanzar ningún acuerdo y está engañando a su pueblo y a las familias de los prisioneros –en referencia a los rehenes– para encubrir su fracaso político y a nivel de seguridad”, antes de abundar en que el primer ministro de Israel “debe ser honesto con su pueblo sobre las pérdidas reales, el número de muertos y el fracaso de sus objetivos políticos”.
Badran ha rechazado además que Estados Unidos pueda ser considerado un mediador en las conversaciones y ha sostenido que Washington “es el principal socio político y militar de la ocupación”. “La Administración estadounidense es un factor principal que impide cualquier acuerdo”, ha zanjado.
Israel lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza como respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que se saldaron con 1.200 muertos y 240 rehenes. Desde entonces, el Ministerio de Salud palestino en el enclave ha informado de la muerte de más de 32.200 palestinos, a los que se suman más de 420 por las acciones de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este.