CompartirEscucharA cuatro meses del comienzo de la gestión, el Gobierno recibió por primera vez de forma oficial a la cúpula de la CGT. El encuentro se dio en la antesala de que se conozcan los detalles de la reforma laboral que entre otros elaboran especialistas de la UCR y que se incluirá en la nueva ley de Bases, un punto sobre el que el sindicalismo peronista le hizo un guiño al Gobierno al dar el visto bueno a los cambios, pero siempre y cuando sea una “versión light”. Se trató de un acercamiento que podría derivar en la convocatoria a una “mesa de diálogo” que se reúna con frecuencia.La reunión, que fue encabezada por el ministro del Interior, Guillermo Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y de la que también participó el asesor presidencial Santiago Caputo, se dio un día antes de que los gremios debatan internamente la posibilidad de avanzar con un paro general o una movilización para el 1° de mayo, y se extendió por casi dos horas y media en la Casa Rosada. Ninguno de esos temas fueron abordados en el encuentro.EL GOBIERNO BUSCA DESACTIVAR LA AMENAZA DE PARO DE LA CGT Y CONVOCA A LOS GREMIOSEl primero en retirarse fue Francos, cuando se cumplían dos horas de reunión. Cerca del ministro del Interior explicaron que era porque tenía otra reunión y que el cónclave en el Salón de los Escudos continuaba en manos de Posse y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, uno de los más locuaces, según relataron asistentes al encuentro a LA NACION. La presencia de Caputo, hombre de confianza del presidente Javier Milei, fue tomada como una buena señal por los gremios.La mesa de diálogo tendida entre el Gobierno y la CGTTanto desde la órbita del Gobierno como desde la central obrera coincidieron en calificar el encuentro como “positivo” y que se desarrolló “en términos muy cordiales”. “Fue una buena reunión”, calificó una fuente de la CGT, que agregó que se habló sobre la posibilidad de conformar una “mesa de diálogo” con la idea de juntarse periódicamente.Según pudo reconstruir este diario, los sindicalistas mostraron voluntad para acompañar una reforma laboral, siempre y cuando sea una versión “light”. Por caso, que no elimine la cuota sindical, no restrinja el financiamiento de las obras sociales ni limite el derecho a huelga, pero que propicie una ampliación del período de prueba antes de que un trabajador quede en condición de efectivo en relación de dependencia.En la reunión también se habló de las futuras negociaciones paritarias y de la nueva ley de Bases. En el encuentro los sindicalistas no pudieron ver el texto que se incluirá sobre los cambios laborales cuando entre al Congreso, porque el radicalismo, que tiene a su cargo la redacción, lo entregará recién este jueves, pese a que inicialmente estaba previsto para este miércoles. Entre los temas abordados estuvo el de las obras sociales -uno de los más sensibles para los gremios- y también el de la homologación de convenios. Dos temas en los que los gremios esperan que el gobierno les de una solución.DocumentoPoco antes de la reunión con el Gobierno, la CGT dio a conocer un documento de 13 páginas en las que se detallaron los cambios que aceptarían en una reforma laboral, aunque no lo trataron en el encuentro por la tarde. Ayer por la mañana, los sindicalistas recibieron al bloque de senadores de Unión por la Patria para cerrar filas para rechazar la reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y “la ley de Bases”.A la sede de Gobierno fueron arribando poco antes de las 16.30 Héctor Daer, de Sanidad; Hugo Moyano, de Camioneros; Carlos Acuña, de Estaciones de Servicio; José Lingeri, de Obras Sanitarias; Andrés Rodríguez, de UPCN, y Gerardo Martínez, de la Uocra. Estaba también invitado Pablo Moyano, quien no acudió a la convocatoria. Es quien lleva un perfil más combativo dentro de la estructura sindical, aspecto que genera fuertes rispideces internas.También se sumaron otros miembros del consejo directivo de la CGT como Marina Jaureguiberry de SADOP; Cristian Jerónimo de Empleados del Vidrio; Susana Benítez, de SATSAID; Jorge Sola de Seguros y Oscar Rojas de Maestranza. Por el Gobierno, también participó del encuentro el secretario de Interior, Lisandro Catalán.Hugo Moyano ingresa a la Casa Rosada y le piden el DNICaptura de VideoEn la antesala del encuentro, en la Casa Rosada afirmaron que era un “buen primer paso” en el vínculo con el sindicalismo, con quien explicaban que habían tenido sintonía en la previa a la presentación del DNU 70/2023, tras lo que admitían que ese texto “tomó por sorpresa” a los sindicalistas. En esa línea, aseguraban que buscaban “tender puentes” luego de ese episodio. Desde el círculo cercano a Milei afirmaban también que “no hay ningún tipo de animosidad” con los sindicalistas y que, además, los consideraban un ”importante actor privado”.La reformaLa Casa Rosada hizo un acuerdo con la UCR: ante la insistencia de los radicales para incluir en la ley “Bases” la reforma laboral que estaba en el DNU 70/2023 y que fue frenada por la Justicia, los funcionarios de Milei le propusieron al jefe de la bancada de la UCR, Rodrigo de Loredo, que su bloque presente por cuerda separada un proyecto de ley para incorporarlo al texto de la nueva ley ómnibus durante el tratamiento en comisión.Esa nueva versión será sensiblemente más acotada que la reforma laboral contenida en el DNU, y, en principio, no tocará los aspectos más ásperos en la relación con los gremios, como los aportes sindicales y los fondos de las obras sociales, además de la prohibición de protestas y asambleas. Fue precisamente la CGT quien presentó amparos en lo referido al capítulo de la reforma laboral del DNU y logró que esto sea paralizado por la justicia. Fue también por ese motivo que el 24 de enero batieron su propio récord y le hicieron el primer paro a Milei a solo 45 días de haber asumido. Hasta entonces el récord anterior lo tenía Fernando de la Rúa, cuyo primer paro lo sufrió a 77 días de gestión.Por el parate que ocasionó la judicialización del tema fue también que la UCR, en su tramo de negociaciones por la nueva versión de la ley Bases, quien pidió al Ejecutivo tomar parte de eso e incluirlo en Comisión. Aunque el texto final no está listo, y se espera para el correr de las próximas horas, el Gobierno les adelantará formalmente a los “gordos” de la CGT las ideas centrales de la nueva propuesta.Gerardo Martínez, de la Unión Obrera de la Construcción, al ingresar a la Casa RosadaHernán Zenteno – LA NACIONCecilia DevannaSeguí leyendoTensión por la purga. 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