CompartirEscucharCÓRDOBA.- La cría de búfalos tiene un alto potencial en la Argentina, pero todavía la comercialización de su carne -magra y con nutraceúticos- es muy incipiente y “difícil”, según advierte José Roca, gerente de Logros, el principal frigorífico exportador de Córdoba que, hace 23 años, comenzó con un proyecto en el sector. Hace tres años, Roca sumó otro en sociedad con el ingeniero agrónomo Juan Pablo Bruna en Catamarca, a donde además hacen olivos y pasturas.Roca repasa que hace más de dos décadas “convenció” a Juan Carlos Grimaldi, dueño de Logros, de criar búfalos en Santiago del Estero. Comenzaron con 14 hembras y un macho inscriptos para la Unión Europea pensado en una cuota de 200 toneladas de exportación. Hoy son cerca de 700 animales; hacen faena y exportan a Chile. “ESTÁ TODO PARADO”: LA LLUVIA FRENÓ LA COSECHA Y HAY INCERTIDUMBRE SOBRE CUÁNDO SE RETOMARÁ“El potencial del búfalo es muy bueno pese a que no existe el apoyo que debería -comenta Roca a LA NACION-. El año pasado nos convocaron desde el CFI [Consejo Federal de Inversiones] y tal vez algo empiece a cambiar”. Explica que hay producción “interesante” en Corrientes, Chaco y Formosa, donde la cría le compite al bovino por “no empantanarse, por su calidad láctea, por el nivel de parición; hay destetes arriba de 200 kilos”.En 2021, desde Catamarca le ofrecieron un campo de 680 hectáreas, con 300 de olivares: “Tenía la ventaja de un diferimiento impositivo pero había pasado por tres dueños y no progresó. Seguimos con los olivos, hacemos cría de bovinos y de búfalos y sumaremos alfalfa”.En 2021, desde Catamarca le ofrecieron un campo de 680 hectáreas, con 300 de olivares: “Tenía la ventaja de un diferimiento impositivo pero había pasado por tres dueños y no progresó. Seguimos con los olivos, hacemos cría de bovinos y de búfalos y sumaremos alfalfa”Roca se hizo cargo con Bruna, quien hace cría de búfalos en Agua de Oro (Córdoba), donde está trabajando en el armado de un tambo con suplementación hidropónica para avanzar en productos de valor agregado como yogur o helado.“Comenzamos con la tarea de limpieza del campo; el olivar estaba invadido por el monte; no había estructura ganadera -describe Roca-. Al año nos ofrecieron comprarlo y aceptamos el desafío convencidos de poner en marcha un modelo que es imitable”.Con los olivos en producción (hacen aceitunas de mesa y para aceite), implantaron pasturas y desarrollaron riego por goteo subterráneo con tecnología israelita. Finca del Sol, como se llama el campo, está a 27 kilómetros del aeropuerto catamarqueño.“Encaramos la iniciativa para demostrar el potencial de la Argentina, marcar lo que se puede hacer en un campo de pie de montaña, sin materia orgánica -añade-. El riego troncal estaba instalado pero había cintas abandonadas, introdujimos el buffel grass que responde muy bien y lo usamos como alimento de recría para el ganado bovino y sumamos gatton panic que ha tenido un comportamiento explosivo”.Apostaron a diversas forrajerasCon las pasturas lograron una carga de más de seis animales por hectárea y la alimentación de los bovinos la complementan con semilla de algodón de campos vecinos y orujo de aceitunas porque apuestan a la economía circular. Los animales con que empezaron eran de entre 140 y 150 kilos, lograron que se recuperaran a 200 kilos y a partir de ahí los mueven a lotes de recría. Están comenzando también con la introducción de alfalfa.En la actualidad cuentan con tres lotes armados, dos de olivares y uno de monte nativo, con presencia de carbonato de calcio, donde están los búfalos. Roca enfatiza que la respuesta de los cien animales es “excelente”.GOLPE LETAL: LA CHICHARRITA DEJA UNA MILLONARIA PÉRDIDA EN LA PROVINCIA QUE ES TOP TEN MUNDIAL DEL MAÍZEl problema con la especie, advierte, no es la producción, sino la demanda que es “casi nula”. Desde después de la pandemia junto a Bruna producen las hamburguesas “Don Marco” (nombre en homenaje a un pionero de la cría, Marco Zava). “Tienen aceptación, pero hay que seguir trabajando mucho”, añade.Los búfalos, en el campo catamarqueño, se destetan a los 200 kilos y pasan a recorrer los lotes con los bovinos; ya entregaron animales al frigorífico de Chumbicha para faena. Estiman contar con unos 90 bubillos este año; la mayoría irá a faena a Logros.“Es una carne que, todavía, es muy difícil de introducir -insiste Roca-. En Chile la aceptación es lenta y al mercado europeo va algo de lo que se cría en la zona del delta, pero es muy marginal. Hay que seguir con la tarea, ese es el desafío, que la carne empiece a ser aceptada”, explica.Gabriela Origlia TemasRegionalesGanaderíaCatamarcaChileOlivosActualidad económicaConforme a los criterios deConocé The Trust Project