Pico Gratal, en Huesca (cimanorte.com).Entre valles, imponentes montañas y bellas cascadas, los Pirineos permiten disfrutar de infinidad de rincones que cortan la respiración. Una de las mejores maneras de descubrirlos es a través del gran número de rutas y senderos que recorren todos sus paisajes, constituyéndose como un destino rural ideal para los amantes de la aventura y la naturaleza. De todos estos caminos, uno de los más emblemáticos es el que conduce a la Peña Gratal, un majestuoso emblema del Prepirineo oscense.Conocido como la ‘pirámide oscense’ este pico se erige imponente en la Hoya de Huesca, destacando con su característica silueta caliza. Este peñasco, que alcanza los más de 1.500 metros de altura, se ha convertido en un punto de referencia y devoción para los amantes del senderismo y la naturaleza. Su singular perfil y la belleza de sus alrededores atraen a excursionistas que, año tras año, ascienden a su cumbre para disfrutar de vistas panorámicas inigualables y reconectar con la naturaleza.Así, la ruta que lleva hacia la cima tiene una distancia de poco más de 20 kilómetros, en sentido ida y vuelta, y una duración de alrededor de siete horas, dependiendo del ritmo de cada uno. El itinerario no es excesivamente difícil, pero sí se necesita cierta condición física debido a su longitud.Espiritualidad y buenas vistasRuta al Pico Gratal, en Huesca (cimanorte.com).La ruta clásica para ascender a la Peña Gratal parte desde Arguis, en su vertiente norte. Sin embargo, otra opción popular es el ascenso desde Nueno, por el sur, una ruta que ofrece un contraste paisajístico fascinante. La travesía comienza con suaves relieves y vegetación mediterránea, incluyendo pinares, sabinares y encinares. A medida que se avanza, el paisaje se transforma, fusionando la aridez de la estepa con la riqueza geológica de la Sierra de Guara.Los senderistas se encuentran con antiguos restos del pueblo medieval de Gratal, un testimonio de la rica historia de la región. La ruta se vuelve más desafiante al aproximarse a la cumbre, con pendientes pronunciadas y senderos serpenteantes. A pesar de la dificultad, el esfuerzo es recompensado con una vista panorámica desde la cima, abarcando desde las planicies aragonesas hasta los picos del Pirineo. Es desde luego una de las mejores vistas de toda la regiónMás allá de la ruta, la Peña Gratal es también un lugar cargado de historia y espiritualidad. Durante siglos, ha sido un refugio para comunidades eremíticas que buscaban en sus alturas un retiro espiritual. Estas montañas han sido veneradas mucho antes de la llegada del cristianismo, lo que añade una capa de misticismo a cada ascenso. Los primeros cristianos aprovecharon estos espacios sagrados, perpetuando una tradición de veneración que se siente en cada rincón de la Sierra de Gratal. Las leyendas locales también mencionan que existe un tesoro escondido en alguna de sus cuevas, lo que ha atraído a lo largo de los años a buscadores de tesoros.La tradición oral cuenta que el tesoro fue acumulado por un bandido que operaba en la región, robando a los ricos y escondiendo su botín en las cuevas y grietas de Peña Gratal para evitar ser capturado por las autoridades. Las monedas de oro y plata, joyas, armas antiguas, y otros objetos de valor que el bandido recolectó a lo largo de sus incursiones fueron escondidas enter las rocas en una cueva cuya entrada solo sería visible durante ciertos momentos del día o del año, dependiendo de la posición del sol y las sombras que se proyectan.Cómo llegarDesde Huesca, el viaje hasta Nueno es de alrededor de 25 minutos por la vía A-23. Por su parte, desde Lleida el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por la carretera A-22.