La comisión electoral de Sri Lanka ha fijado este viernes para el 21 de septiembre las próximas presidenciales, las primeras desde la victoria en noviembre de 2019 de Gotabaya Rajapaksa, quien en julio de 2022 se vio forzado a huir del país y dimitir en medio de unas masivas movilizaciones contra la crisis económica.
El organismo ha publicado una notificación en la gaceta oficial con la fecha de la votación, que contempla además que las nominaciones sean aceptadas hasta el 15 de agosto, como plazo máximo.
En este sentido, ha recalcado que la fecha cumple con el artículo 31 de la Constitución, que determina que las presidenciales deben celebrarse no menos de un mes antes y no más de dos meses antes del fin del mandato del presidente, que en este caso expira el 17 de noviembre.
La dimisión de Rajapaksa llevó al Parlamento a elegir para el cargo al hasta entonces primer ministro, Ranil Wickremesinghe, a pesar de las exigencias de los manifestantes para que igualmente abandonara el puesto por la grave crisis económica.
Rajapaksa claudicó tras meses de protestas por el incremento de los precios, la falta de alimentos, medicamentos y combustible, que pusieron a la pequeña isla asiática frente a su peor crisis económica desde que se independizó del yugo colonial británico. Así, se materializó la caída de la familia Rajapaksa, después de Gotabaya forzara a comienzos de mayo a su hermano Mahinda a dejar el cargo de primer ministro en un intento por poner fin a las protestas.
El nuevo Gobierno inició contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para abordar la situación, tras lo que el organismo aprobó en 2023 la entrega de unos 3.000 millones de dólares (alrededor de 2.765 millones de euros) para apoyar un paquete de reformas en el país.