Tomiko Itooka ha sido reconocida oficialmente como la persona más longeva del mundo por Guinness World Records (AP)Tomiko Itooka, una mujer de origen japonés, se convirtió en candidata al título de la Persona Más Vieja del Mundo de Guinness World Records. Con una vida que abarca más de un siglo, Itooka se ha convertido en un símbolo de longevidad y resiliencia, despertando la curiosidad y admiración de personas de todo el planetaQuién es Tomiko ItookaEl 23 de mayo de 1908 nació Tomiko Itooka en Osaka, Japón, en un mundo que estaba comenzando a experimentar avances tecnológicos como la transmisión de mensajes de radio a larga distancia desde la Torre Eiffel y los primeros vuelos públicos de los hermanos Wright en Europa y América. Desde temprana edad, Itooka demostró ser una persona de determinación y resiliencia. Estudió en la Osaka Jogakuin Junior and Senior High School, donde fue miembro del equipo de voleibol, una de sus primeras incursiones en el deporte.La vida de Tomiko Itooka abarca más de un siglo de eventos históricos y tecnológicos importantes (Captura de video de YouTube)La vida de Itooka estuvo marcada por eventos extraordinarios que la forjaron como una mujer fuerte y decidida. Alrededor de los 20 años, se casó y rápidamente asumió el rol de madre dos hijas y dos hijos. Sin embargo, su verdadera prueba llegó durante la Segunda Guerra Mundial cuando su esposo, que operaba una fábrica textil en Corea del Sur, fue enviado a la guerra. Fue entonces cuando Itooka asumió el control de la fábrica, que demostró su capacidad para manejar la adversidad y liderar en tiempos difíciles.Además de su asombrosa longevidad, Itooka ha sido reconocida como la persona más longeva de Japón y Asia. En 2018, cuando cumplió 110 años, se convirtió en supercentenaria, un título reservado para aquellos que superan los 110 años. A lo largo de su vida, ha alcanzado múltiples récords de longevidad, incluyendo ser la persona más longeva de la prefectura de Hyogo y la única persona nacida en 1908 que aún vive en Japón.Desde joven, Itooka mostró determinación y resiliencia, siendo miembro del equipo de voleibol en la Osaka Jogakuin Junior and Senior High School (Captura de video de YouTube)En agosto de 2024, tras la muerte de María Branyas Morera, Itooka se convirtió en la persona más longeva del mundo, un logro que resalta su resistencia y la historia única de su vida.El deporte que practicó Tomio ItookaItooka comenzó a practicar alpinismo en su séptima década de vida, un deporte que exige resistencia física, concentración y determinación. Este interés por escalar montañas no era solo un pasatiempo; para él, representaba una forma de desafiar los límites de su cuerpo y espíritu. Entre las montañas que escaló se encuentra el monte Ontake, una de las cumbres más altas de Japón, con 3.067 metros de altura. A pesar de la dificultad de la escalada, Itooka sorprendió a su guía al completar la ascensión usando zapatillas deportivas en lugar de las tradicionales botas de montaña.Lo que hace aún más impresionante la historia de Itooka es su capacidad física a lo largo de los años. A los 100 años, logró subir los largos escalones de piedra del Santuario Ashiya sin la ayuda de un bastón, un hecho que no pasó desapercibido por quienes lo conocían. Este santuario, ubicado en la ciudad de Ashiya, es conocido por sus desafiantes escalones, que requieren fuerza y equilibrio para ser superados. Itooka, sin mostrar signos de agotamiento, ofreció su adoración en el santuario.Además a los 80 años, participó en la peregrinación de los 33 Kannon de Osaka, un recorrido extenso por 33 templos que demostró nuevamente su increíble resistencia física y su devoción espiritual.Durante la Segunda Guerra Mundial, Itooka asumió el control de una fábrica textil, demostrando su capacidad de liderazgo en tiempos difíciles (Captura de video de YouTube)Los hábitos saludables de Tomiko ItookaEn 2018, Itooka se convirtió en supercentenaria y ha alcanzado múltiples récords de longevidad en Japón y Asia (Captura de video de YouTube)En el mundo, pocas personas alcanzan los 100 años, y aún menos superan esa cifra con la vitalidad y el bienestar que caracterizaban a Tomiko Itooka, reconocida por ser la mujer más longeva del mundo. El interés en sus hábitos de vida ha crecido, especialmente porque reflejan una rutina sencilla y natural que contrasta con la sofisticación de las modernas recomendaciones de salud.Tomiko, quien vivió más de 110 años, mantuvo hábitos alimenticios que, según ella, fueron clave para su longevidad. A diario, disfrutaba de un alimento y una bebida que se convirtieron en los pilares de su dieta: la banana y una popular bebida sabor yogurt llamada Calpis. Estos sencillos elementos alimenticios, accesibles para la mayoría, fueron parte de su secreto para una vida larga y saludable.Para Tomiko, los plátanos era una fuente de energía y bienestar que disfrutaba todos los días. Esta fruta, rica en potasio, fibra y vitaminas, es conocida por sus beneficios para la salud, que incluyen la regulación de la presión arterial, la mejora de la digestión y el aporte de energía sostenida. En una época en la que se promueven dietas complejas, la elección de Tomiko subraya el poder de lo natural y simple.Calpis, una bebida fermentada que combina leche y bacterias lácticas, se ha consumido en Japón durante más de un siglo. Tomiko bebía Calpis todos los días, lo que podría contribuir a una mejor digestión y a un sistema inmunológico más fuerte. Este hábito, más allá de ser una simple preferencia, podría haber sido uno de los factores clave en su salud y longevidad.Itooka comenzó a practicar alpinismo en su séptima década de vida, logrando ascender montañas como el Monte Ontake (Captura de YouTube)¿De qué murió María Branyas Morera?El lunes pasado falleció María Branyas Morena a los 117 añosEn la madrugada del lunes pasado, María Branyas Morera, reconocida como la persona más longeva del mundo, falleció mientras dormía plácidamente en la residencia Santa María del Tura de Olot (Girona). María, que había alcanzado los 117 años y 168 días, se fue en paz, cumpliendo su deseo de “apagarse mientras dormía”, según lo confirmó su hija menor, Rosa Moret, de 80 años en las redes socialesSu fallecimiento se atribuye a su avanzada edad y a las condiciones naturales de la vejez. María, quien durante los últimos años había perdido gran parte de su movilidad, pasaba sus días en una butaca en su habitación, donde recibía las visitas de sus seres queridos.