Loida Zabala en la final de levantamiento de peso. (Rula Rouhana/Reuters) (Rula Rouhana/)Los Juegos Paralímpicos continúan con su papel de mostrar al mundo historias de superación que dan un ejemplo de trabajo, sacrificio y esfuerzo a seguir. Son muchas las paratletas que para llegar hasta París han tenido que dejar atrás hábitos, planes y echar muchas horas de entrenamiento. El camino no es fácil, hay mucho nivel y muchas adversidades que sobrepasar para poder alcanzar el sueño. Este ha sido el caso de Loida Zabala, una extremeña de 37 años a la que se le diagnosticó un cáncer terminal que no ha impedido que su deseo se cumpla.La paralímpica española ha sufrido un auténtico calvario en su travesía a los Juegos Paralímpicos de París 2024. Su proceso de clasificación ha pasado por momentos en los que se pensaba que ya no podría llegar a esta cita. Además, a todo esto se le suma su enfermedad, que a finales del año 2023 le afectó a varios órganos vitales.Todo comenzó en el trabajo con un brazo dormidoCon un desarrollo normal de vida, Loida se encontraba en su trabajo como teleoperadora en el servicio de información de la Comunidad de Madrid cuando uno de sus brazos comenzó a darle problemas: se le quedó dormido. Ante esta situación extraña y la incapacidad de ejercer el habla, sus compañeros de trabajo contactaron con emergencias. Los servicios médicos la trasladaron al hospital para realizarle pruebas y averiguar que era lo que ocurría.Tras serle realizado los diferentes análisis pertinentes en el hospital, se pudo conocer el fatal diagnóstico: un cáncer de pulmón. La enfermedad, además, se había diseminado a hígado, riñón y cerebro. En este último órgano, se le detectaron nueve masas, por lo que la situación era de preocupante gravedad.Inmediatamente, los médicos y la deportista comenzaron un tratamiento de pastillas que consiguió hacer desaparecer esas masas encontradas en el cerebro y que redujo los tumores de hígado y riñón. Esa mejoría y su empuje por buscar el billete para París 2024 le hicieron sacar fuerzas y volver a su preparación deportiva. “He aprendido a focalizar toda mi atención en los sueños y eso me ha ayudado mucho a no sobrepensar en la situación en la que me encuentro”, recogen las declaraciones de la cacereña para el Boletín ‘Mujer y Deporte’ del CSD. Así, ese esfuerzo se vio recompensado el 12 de julio, día en el que se selló su presencia en los Juegos Paralímpicos de 2024. “Me ha costado mucho llegar hasta aquí, ha sido muchos meses de sacrificio”, declara orgullosa. “Cuando finalmente me dieron la noticia de que podía competir, fue como si me volviera a decir que estoy clasificada”, añade.Loida Zabala sonríe en París 2024. (Rula Rouhana/Reuters) (Rula Rouhana/)Un proceso complicado En el comienzo de año, Loida daba 61 kilogramos al subirse a la báscula a ocho meses de la competición, en la que su objetivo era estar sobre los 50. Por esa razón, la paratleta empezó una preparación extrema bajo supervisión de los médicos en todo momento. “Era casi imposible que yo fuera en el estado en el que me encontraba, pero finalmente conseguimos bajar de peso”, afirma la deportista. “Me costó muchos días en la sauna”.Ese factor le ha tenido en vilo hasta último momento, puesto que el desgaste y el esfuerzo realizado en esos meses pasa factura y no estaba segura de cómo su enfermedad iba a afectarle. Sin embargo, finalmente pudo competir y dar un buen nivel. La española consiguió clasificarse para la final de levantamiento de peso con números que jamás antes había hecho en competiciones internacionales. “He hecho tres válidos que no lo había hecho nunca en ninguna competición internacional”, explica orgullosa tras haber levantado 60, 70 y 75 kilos en París.Su próximo retoDespués de París 2024, Loida tiene puesta su mirada en el campeonato de Europa, del que es la actual campeona. “El siguiente foco es revalidar el título de campeona de Europa, que es dentro de dos años”, avisa Loida. Además, más lejos también tiene su mirada puesta en Los Ángeles 2028, a los que tiene una ilusión enorme por llegar y por los que va a seguir su pelea frente a su enfermedad con más garra que nunca. “Me da tiempo recuperar el estado de forma que estaba el año pasado. Y después me gustaría sobrevivir hasta Los Ángeles 2028″.Además, su entrenador lo tiene claro. Sabe cómo es su deportista y afirma que “ella hasta el final entrenará, luchará y seguirá compitiendo”.