La campaña está llegando a su fin y Kamala Harris ha salido este jueves a la caza de los votos en dos Estados del Oeste donde el voto latino será clave. La vicepresidenta necesita conquistar a este sector del electorado para ganar Arizona y Nevada, dos de los siete territorios que definirán al próximo ocupante de la Casa Blanca y donde los aspirantes están empatados. La candidata demócrata ha querido contrastar su agenda con la de su rival, Donald Trump. “Mi oponente también está dando sus argumentos finales. Están llenos de odio y división: insulta a los latinos y culpa a los inmigrantes”, ha dicho Harris en Phoenix, su primera parada. “Si es elegido, pueden estar seguros de que Trump traerá de vuelta la política de separación de familias, pero será a una escala mucho mayor que la última vez”, alertó la vicepresidenta en un evento.Seguir leyendo