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Ocho detenidos de una red que robaba a mayores con el método del ‘abrazo cariñoso’

Las personas mayores y los niños son el grupo de personas más vulnerable que hay en la sociedad. A menudo, escuchamos que han robado por la calle a algún anciano con múltiples técnicas como entretenerles, fingir una ayuda o incluso la más violenta, arrancarles sus pertenencias de la mano. Ahora, la Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que robaba joyas a personas de edad avanzada. El modus operandi que utilizaban era el método del “abrazo cariñoso”.El método “abrazo cariñoso” consiste en acercarse con actitud cariñosa hacia la víctima y comenzar a tocarles y abrazarles con alguna excusa. En ese momento de acercamiento físico, aprovechan para robarles las joyas que llevan puestas. La forma concreta que tenía este grupo de actuar era por parejas: la mujer entablaba conversación con las víctimas mientras las engatusaba con caricias y abrazos, mientras el hombre preparaba la huida en un coche.Han detenido a seis personas en Madrid, Bilbao y otras dos en Rumanía, país al que enviaban las joyas que robaban. Para poder llevar a cabo la investigación, los agentes han tenido que organizarse internacionalmente. Los ocho arrestados, de nacionalidad rumana, han entrado en prisión provisional como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a una organización criminal, 14 delitos contra el patrimonio, uno de blanqueo de capitales y otro de encubrimiento según ha informado a EFE el inspector jefe de la Policía Álvaro Álvarez.Para llevar a cabo el procedimento judicial, han tramitado varias órdenes europeas de investigación en Rumanía por parte del Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón. Los dos arrestados en Rumanía son los patriarcas del clan y líderes del grupo criminal. Las autoridades españolas han solicitado la extradición, un procedimiento en el que un Estado (en este caso Rumanía) hace entrega de una persona a las autoridades de otro país que la reclaman para que puedan ser juzgados o cumplan aquí la pena ya impuesta. En la investigación han colaborado la policía rumana, la Agregaduría de Interior en Bucarest y la Europol. Iniciaron este procedimiento porque se detectó la presencia en Madrid de un clan familiar que presuntamente se dedicaba al hurto de relojes de alta gama y joyas a personas mayores. La banda, que actuaba de una forma perfectamente organizada, estaba dividida en dos grupos en Madrid. Uno de ellos se encargaba de la ejecución de los hurtos y el otro tras adquirir el botín lo trasladaba a Rumanía en viajes rápidos. Allí, recibían toda la mercancía los patriarcas del clan que llevaban un alto nivel de vida, con un gran número de propiedades y vehículos de alta gama.Aunque el clan actuaba principalmente en la capital española, hace unos meses intensificaron su actividad criminal en ciudades del norte de España. Se asentaban en viviendas ubicadas en entornos rurales para organizar la logística y distribución de los ladrones para buscar a más víctimas.La otra forma que tenía el grupo de actuar era ordenar la retirada de efectivo de hasta 800 euros a las personas mayores para posteriormente robársela al descuido. Las investigaciones y vigilancias de los agentes han podido determinar que, de esta manera, la organización presuntamente habría cometido 14 acciones delictivas por todo el país, dos de ellas de manera violenta.“Son grupos cerrados de personas que se dedican profesionalmente a esto, con un horario: ellos tienen una hora de empezar a trabajar y de terminar en horario de mañana. El otro ‘modus operandi’ que utilizaban era la selección de sucursales bancarias para seleccionar víctimas y hacerse con efectivo cuando están haciendo disposiciones del mismo”, detalla el inspector de la policía.Una vez identificados y localizados, los operativos procedieron a la detención en las mencionadas localidades. Durante la operación se realizaron ocho registros en domicilios, tres en Madrid, uno en Bilbao y cuatro en Rumanía. También en un trastero alquilado en la capital donde almacenaban las joyas antes de enviarlas a los líderes del entramado. Los agentes incautaron 40.000 euros en efectivo, 16.000 leis rumanos, 11 relojes (siete de ellos de alta gama), teléfonos móviles y numerosas joyas.

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