Un empresario que fue secuestrado y torturado por un cartel de drogas en México llegó a la frontera con Estados Unidos con la esperanza de pedir asilo para salvar su vida. Tenía pruebas de lo que había sufrido y documentos de la fiscalía mexicana que respaldaban lo que afirmaba. Sin embargo, cuando intentó cruzar el puente internacional, los agentes migratorios estadounidenses le impidieron pasar y lo obligaron a regresar. “Me van a matar”, aseguró el hombre.El drama de un empresario perseguido por un cartel: “Me van a matar si vuelvo”JC, como el empresario se identificó ante The Washington Post, contó que llegó a la frontera sur poco después de la asunción de Donald Trump, cuando el mandatario ya había dado de baja todas las citas a través de la aplicación CBP One. Nunca creyó que no lo dejarían cruzar a Estados Unidos, ya que tenía pruebas de que su situación justificaba la petición de asilo en el país norteamericano: huía de un cartel mexicano y debía salvar su vida.JC permanece varado en la frontera de México con EE.UU. y espera poder solicitar asiloChristian Chavez – APSin embargo, las autoridades migratorias lo devolvieron. “Ya no hay asilo”, recordó que le dijeron antes de hacerlo regresar a Ciudad Juárez. Allí permanece varado, dado que no puede regresar a donde vivía porque su vida corre peligro.El secuestro de JC, el empresario mexicano perseguido por un cartel que permanece varado en la frontera con EE.UU.JC relató que antes de tener que huir tenía una vida tranquila en México. Trabajaba en marketing digital y vivía en una casa modesta. No obstante, su negocio llamó la atención de un grupo criminal que empezó a exigirle pagos por “protección”.Una noche de noviembre de 2024, cuando volvía de su tienda, fue interceptado por varios hombres armados. “No tuve tiempo de reaccionar. Me golpearon, me metieron a la fuerza en una camioneta y me llevaron a una casa”, recordó.Un grupo de migrantes en la frontera descubre que la aplicación de citas migratorias, CBP One, ya no funciona tras la investidura de Donald Trump.Getty ImagesAhí comenzó su pesadilla. Durante días, lo golpearon, lo amenazaron con machetes y lo obligaron a grabar un video para pedir rescate. “Uno de ellos me dijo: ‘Si no pagan, te vamos a hacer pedacitos’”, aseguró.En un momento, perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba encerrado en un armario junto a otros dos secuestrados. Uno de ellos estaba muerto. “Me di cuenta de que si no hacía algo, iba a ser el siguiente”, dijo.Cómo escapó de sus secuestradores y llegó a la frontera sur de EE.UU.Con las manos atadas, JC pasó la noche buscando el modo de desatarse y, en un descuido de sus captores, logró huir. Saltó un muro y corrió hasta encontrar a unos policías. “Me dijeron que tuve suerte de estar vivo”, contó.Las autoridades detuvieron a dos secuestradores y decomisaron armas, drogas y chalecos antibalas. Pero eso solo empeoró la situación. “Sabían quién era yo. Ahora, no solo querían dinero, querían venganza”, expresó.JC pasó varios días en un hospital por las heridas que había sufrido en su cautiverio. Pero ahí se dio cuenta de que no estaba a salvo. “Los guardias hablaban en voz baja y decían que los del cartel sabían que yo estaba ahí”, continuó.ARCHIVO – Migrantes que buscan el asilo caminan en un centro de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, en Dilley, Texas, el 23 de agosto de 2019. (AP Foto/Eric Gay, Archivo)Eric Gay – APAsí, huyó del hospital. Durante semanas, se escondió sin contactar a su familia. Hasta que un día, al salir a comprar comida, los secuestradores lo encontraron. “Me rodearon en la calle y me dijeron que me quedara quieto”, relató. Logró zafarse y se refugió en un comercio. Al día siguiente, compró un pasaje de avión y se fue a la frontera.Cuando llegó a Ciudad Juárez, JC intentó entregarse a la Patrulla Fronteriza para pedir asilo, pero ya no era posible. Así, buscó ayuda en el consulado de EE.UU., pero tampoco lo dejaron entrar. “No tengo a dónde ir. Si vuelvo me van a matar”, lamentó.Sin dinero y sin esperanzas de ingresar a Estados Unidos, tuvo que regresar a su casa en el centro de México. Sin embargo, ya no tiene dónde ir: sus familiares derribaron su casa para convencer a los miembros del cartel de drogas de que se había ido y nunca más regresaría. Usó varias veces un disfraz para ocultar su identidad en la calle. Aunque recurrió al ayuda de las autoridades, no le ofrecen muchas soluciones. “Tal vez sea mejor si solo dejo que me maten”, concluyó.LA NACIONSeguí leyendoEl impacto. Estos son los productos que subirán de precio en Walmart, Amazon y Target por los aranceles de TrumpYa había sido deportado. Es de Honduras, fue detenido por el ICE en Florida con una green card falsa y espera una dura condenaModo de operar. Así identifica ICE a las personas para su arresto: no siempre se necesita una ordenTemasMigración en EE.UU.MéxicoNarcotráficoOtras noticias de Migración en EE.UU.”Lucha compartida”. 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