Son Pablo Jirafa Sánchez, conocido por su afición a los deportes urbanos y también a la producción de las miniaturas de árboles tradicionales de Japón, sostiene junto a su hermano Juan un local de comida japonesa que se vuelve tendencia.Hace nueve años convirtieron un Dojo de artes marciales en restaurante oriental. “La modalidad de sushi libre para compartir entre muchos es cada vez más popular”, dice.