Más de 50 lagunas glaciares ubicadas en distintas regiones del país han sido clasificadas como en “muy alto” riesgo de desborde, según el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem). El informe se presentó durante el Foro Gestión del Riesgo y Cambio Climático en la Cordillera Blanca, realizado en el Centro Cultural de la ciudad de Huaraz, con participación de autoridades locales y expertos en temas ambientales.El documento, titulado “Evaluación nacional de lagunas con riesgo de desborde”, tiene como objetivo establecer una clasificación nacional de lagunas glaciares en función de su nivel de riesgo, considerando su susceptibilidad al desborde y la exposición de las zonas aledañas. Para ello, el Inaigem utilizó datos del Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas, imágenes satelitales y registros históricos de eventos asociados.Paola Moschella Miloslavich, directora de Investigación en Glaciares del Inaigem, señaló que el estudio busca cerrar brechas en la gestión del riesgo hidroglacial e identificar los sectores más críticos. Esta información servirá como base técnica para que las autoridades prioricen intervenciones y reduzcan la posibilidad de desastres naturales en sus jurisdicciones.La relevancia de estos informes radica en la tragedia de 1970, cuando después de un fuerte terremoto, más de 70.000 personas perdieron la vida tras un aluvión causado por el colapso de un glaciar, que en cuestión de segundos arrasó la ciudad de Yungay.Regiones con lagunas en riesgo muy altoEl Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) identificó 58 lagunas con “riesgo muy alto” de desborde en seis regiones del país: Áncash, Lima, Cusco, Puno, Junín y Huánuco. Esta evaluación integral, realizada en conmemoración del Día de la Solidaridad Nacional, busca atender las lagunas glaciares con mayor peligro de desbordes.La distribución de estas lagunas muestra que el riesgo tiene alcance nacional, concentrándose en zonas cordilleranas influenciadas por glaciares. La región de Áncash destaca por su historial sísmico y eventos previos relacionados con desbordes. Esto evidencia la necesidad de gestionar el riesgo considerando las particularidades geográficas y sociales de cada área.El informe orienta a las autoridades regionales y locales para priorizar intervenciones preventivas, facilitando la focalización de recursos en las zonas más expuestas a desastres de origen glaciar.Recomendaciones ante alto riesgo de desborde de lagunasEl informe titulado “Evaluación nacional de lagunas con riesgo de desborde” fue presentado en el Foro de Gestión del Riesgo y Cambio Climático en la Cordillera Blanca, realizado en Huaraz en coordinación con autoridades locales. El estudio busca clasificar a nivel nacional las lagunas glaciares según su nivel de riesgo, considerando su susceptibilidad y exposición a desbordes. Para ello, se utilizó información del Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas del Inaigem, imágenes satelitales, registros históricos de eventos y fuentes secundarias, lo que permitió un análisis integral y multidimensional de cada cuerpo de agua.La investigación permitió identificar las regiones y lagunas más críticas, así como revelar brechas en la gestión del riesgo asociadas a estos fenómenos naturales. Con estos datos, las entidades responsables podrán priorizar intervenciones y asignar recursos de manera más efectiva, reduciendo el riesgo de desastres en las comunidades cercanas.Entre las recomendaciones del estudio destaca la necesidad de realizar evaluaciones más detalladas sobre el peligro, la vulnerabilidad y el riesgo por aluviones en las lagunas con mayor amenaza. También se propone definir y monitorear niveles seguros de agua para prevenir desbordes causados por la caída de bloques de roca o hielo. Finalmente, se recomienda socializar esta información con alcaldes y gobernadores para fortalecer la toma de decisiones basadas en evidencia, evitando pérdidas humanas, daños a medios de vida y al ecosistema.¿Qué ocurrió en Yungay en 1970?El 31 de mayo de 1970, un devastador terremoto de magnitud 7.9 sacudió el departamento de Áncash, en el norte del Perú. A las 3:23 p.m., el epicentro del sismo se localizó frente a la costa de Chimbote, a 64 kilómetros de profundidad, y se sintió en gran parte del país, incluyendo Lima y Huánuco. Diez minutos después del terremoto, el desprendimiento del pico norte del nevado Huascarán generó una avalancha masiva de aproximadamente 30 millones de toneladas de hielo, rocas y lodo. Esta avalancha, que avanzó a velocidades de hasta 400 km/h, sepultó por completo la ciudad de Yungay y otras localidades cercanas como Ranrahirca, Caraz y Carhuaz.La tragedia resultó en la muerte de más de 70,000 personas y dejó alrededor de 20.000 desaparecidos. Solo unas 300 personas sobrevivieron en Yungay, principalmente aquellas que se encontraban en el cementerio local o en zonas elevadas.Este desastre llevó a la creación del Sistema Nacional de Defensa Civil (Indeci) en 1972, con el objetivo de coordinar la prevención y la asistencia en caso de futuros desastres, mejorando la capacidad de respuesta frente a situaciones similares.
Cerca de 60 lagunas glaciares en “riesgo muy alto” de desborde: estas son las regiones con mayor peligro, según Inaigem
