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La historia de una mujer que gastó su pensión para alimentar a las palomas de Varsovia en medio de la Segunda Guerra Mundial

Kazimiera Majchrzak se convirtió en un ícono del casco antiguo de la ciudad polaca gracias a su ternura y dedicación hacia las palomas de la región. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la mujer trabajó como empleada en el Banco Polaco (PKO).Según sus vecinos, al finalizar cada jornada laboral, compraba cerca de cinco kilos de grano para alimentar a las palomas que habitaban la Plaza del Castillo, acto que la convirtió en una figura ampliamente reconocida entre los habitantes de Varsovia. Ni siquiera el estallido de la Segunda Guerra Mundial logró quebrar su compromiso; para asegurar el sustento de sus fieles compañeras, llegó incluso a sacrificar sus pertenencias más valiosas y agotar todos sus ahorros, según reporta la empresa encargada de los tours en la ciudad, Walking Warsaw.Después de la entrada del ejército soviético a Polonia en 1945, Majchrzak se mudó a una casa en ruinas en la calle Piwna, hoy conocida como la “Casa Entre las Palomas” por el relieve decorativo que adorna su entrada. Desde entonces, la mujer mostró un amor inquebrantable por estos animales, alimentándolos con grandes cantidades de grano.Durante la ocupación nazi y los tiempos más duros de la contienda, su compromiso no decayó; al contrario, fue más allá del simple cuidado. En momentos de escasez, compartía su propia ración de alimentos con las palomas, demostrando un gran sacrificio personal. Tras el final de la guerra, enfrentando dificultades económicas y la dura realidad de la reconstrucción, buscó apoyo financiero en las autoridades municipales para continuar con su labor. Sin embargo, le fue negado debido a las apremiantes prioridades urbanasEl legado de Kazimiera MajchrzakA pesar de las dificultades y la ausencia de apoyo institucional, Skarby Warszawy, una guía turística de Polonia, destacó en una publicación de Instagram que esta mujer jamás abandonó su compromiso con las palomas del casco antiguo de Varsovia. Con los recursos de su pensión, se encargó de costear el alimento necesario para mantener vivas a estas aves, convirtiendo su labor en un símbolo de generosidad y perseverancia en medio de una ciudad que aún luchaba por reconstruirse después de la guerra.Las cestas que colocaba frente a su vivienda, con la inscripción “Ofrenda para las palomas en el casco antiguo de Varsovia”, se convirtieron en un testimonio de su amor incondicional por los animales y su entornoEste sencillo gesto refleja una conexión profunda no solo con las aves que cuidaba, sino también con la comunidad y la historia de Varsovia, marcada por la resistencia y la esperanza.Muerte y monumento a la Dama de las Palomas Kazimiera Majchrzak falleció en 1955, dejando un legado de solidaridad y amor incondicional hacia las palomas y la ciudad de Varsovia. Su historia quedó grabada en la memoria colectiva gracias al monumento conocido como la “Casa Entre las Palomas”, situado precisamente en el lugar que era su hogar.Hoy, el monumento es un lugar de recuerdo y homenaje para quienes desean conocer más sobre su vida y dedicación. Los visitantes pueden acercarse a esta emblemática esquina del casco antiguo para contemplar la inscripción y las cestas que atestiguan su entrega.Además, guías locales como Skarby Warszawy y agencias de turismo como Walking Warsaw ofrecen recorridos que incluyen la visita a la tumba de Kazimiera Majchrzak en el cementerio de Bródno para profundizar en la historia y el impacto de su legado en la ciudad polaca. Los precios suelen rondar los 20 PLN (zlotys, moneda polaca, aproximadamente unos 4,70 euros) por persona; los menores de 18 años pagan 10 PLN, y los menores de 10 años entran gratis.El costo y los detalles del recorrido pueden variar según el guía turístico o la agencia, ya que algunas ofrecen visitas exclusivas a la tumba y el monumento, mientras que otras lo incluyen como parte de un plan de visita más amplio que abarca un tour por toda la ciudad.

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