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Caso Discapacidad: sin control sobre Spagnuolo, el Gobierno vive horas de incertidumbre y sigue a la causa judicial

En la Casa Rosada están monitoreando los medios de comunicación con fruición. Los contactos de los altos funcionarios del Gobierno con Diego Spagnuolo, el titular de la Agencia de Discapacidad (Andis) echado el jueves a la medianoche por los audios que se le adjudican -y en los que se describe un presunto sistema de sobornos en su área- se cortaron horas antes de oficializar su despido. Respecto a la causa judicial, que lleva adelante el fiscal federal Franco Picardi, en el Gobierno entienden que la investigación está avanzando por carriles razonables, pero observan que no será sencillo anticipar su derrotero: en los múltiples allanamientos que se hicieron desde esta madrugada intervino la Policía de la Ciudad, no las fuerzas federales que responden a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Nos estamos enterando de los operativos por la prensa”, aseguró un alto colaborador oficial. Ese es el clima de incertidumbre que se respira en la cúpula libertaria, en una semana para el olvido: a los sucesivos reveses en el Congreso (el Gobierno solo pudo salvar el veto a la ley de jubilaciones, pero está cerca de perder el veto a la ley de Discapacidad y ayer tuvo varias derrotas en el Senado) se sumó el bombazo de los audios atribuidos a Spagnuolo, grabaciones clandestinas y aparentemente editadas de conversaciones privadas obtenidas de manera ilegal que se filtraron en la prensa. En plena temporada electoral, se desató un caso que parece grave y que nadie anticipa dónde termina: en esas grabaciones -cuyo origen se desconoce- la voz atribuida al extitular de la Andis involucra a Karina Milei; a su mano derecha, Eduardo “Lule” Menem y al propio Presidente. Se trata de una grabación clandestina, aparentemente editada, de conversaciones privadas obtenidas ilegalmente.Respecto a Spagnuolo, luego del miércoles fatídico en donde distintos colaboradores de Milei estuvieron hablando con él para pedirle explicaciones, el contacto se interrumpió. En el Gobierno no consiguieron que el exfuncionario explicara el origen de los audios, si eran auténicos y quién era su interlocutor, en esa conversación filtrada que parace grabada a escondidas, en un ámbito público, como un restaurante. Hay una treintena de audios atribuidos a Spagnuolo y todos son explosivos. Lo único que saben en la Casa Rosada es que se trataría de audios registrados el año pasado y que recién salieron a la luz ahora, en medio del debate parlamentario sobre la ley de emergencia en Discapacidad. Creen que fue una operación “sofisticada” y tienen la mira en exmiembros del elenco libertario, que rompieron lazos los Milei. Pero no pueden afirmar, con certeza, cómo se originó esta trama que hoy los ubica en una nueva crisis, al nivel de la que vivieron con el caso $Libra, en el medio de una campaña electoral. En las grabaciones, que están editadas y fueron reveladas por el sitio Data Clave y por el canal de streaming Carnaval-y cuyo origen se desconoce-, la voz atribuida a Spagnuolo habla de supuestas coimas solicitadas a laboratorios de medicamentos que proveen a la Andis; hace referencia a la intermediación de una droguería, la Suizo Argentina, que históricamente trabaja con el Estado y alude al supuesto papel de “Lule” Menem y de Karina Milei en la trama. En los audios se menciona que Spagnuolo, presuntamente, puso al tanto al Presidente sobre esas irregularidades meses atrás.El rumbo de la causaEn los audios, que son investigados en Comodoro Py, Spagnuolo apuntaría a un funcionario que estaba debajo suyo como el que estuvo a cargo de la presunta operatoria se sobornos con la droguería Suizo Argentina. Se trata del director de Acceso a los Servicios de Salud de la Andis, Daniel María Garbellini, que también fue echado por el Gobierno. En las grabaciones filtradas se lo señala como un funcionario que respondería a “Lule” Menem y a Karina Milei. Por ahora, sin embargo, el fiscal del caso no dio señales de que apresurará medidas que puedan comprometer directamente a la cúpula del Gobierno, y así lo entienden en la Casa Rosada. En Balcarce 50 observan que Picardi se está moviendo rápido en busca de prueba, pero no le atribuyen una sobreactuación política. Una mirada distinta de la que tuvieron, por ejemplo, sobre el juez de La Plata, Ernesto Kreplak, a quien amenazaron con recursaro en la causa del fentanilo adulterado. Si bien los tomó por sorpresa, en el Gobierno encontraron razonable los allanamientos ordenados a la Andis, las medidas sobre Spagnuolo y el secuestro de dinero y de los celulares de los empresarios que controlan a la Droguería Suizo, los Kovalivker. La Justicia ahora buscaría a Garbellini para secuestrarle sus teléfonos y sus computadoras. Es decir, pondría el foco sobre los dos funcionarios directamente involucrados en los audios y echados del gabinete. Todo el caso inundó por completo la dinámica diaria del Gobierno, que ya venía golpeado por la dificultad política para frenar las embestidas opositoras en el Congreso. Entrampado en la interna que desde hace meses se disputa entre los Menem y el sector que responde a Santiago Caputo, la cúpula política del Gobierno no pudo articular una estrategia común para hacerle frente a la sesión del miércoles en Diputados. Sin una buena coordinación política, el peronismo y los bloques críticos, más un puñado de diputados libertarios que se abrieron del oficialismo (otra trama que el Gobierno no logró controlar), lograron insistir con la ley que declara la emergencia en Discapacidad y voltearon el veto de Milei. Luego, con esfuerzos aislados de las distintas terminales políticas del Poder Ejecutivo, el oficialismo logró salvar el veto a la ley de jubilaciones. Pero al día siguiente, en el Senado, la oposición convirtió en ley la emergencia pediátrica para financiar al Garrahan y el financiamiento universitario. Fue con una mayoría abrumadora, de más de dos tercios de los senadores. La Cámara alta, reconocen en Balcarce 50, está perdida hasta diciembre para el Poder Ejecutivo. Cuando asomaban los pases de factura internos por la serie de derrotas legislativas, el Gobierno se vio sobrepasado por el caso Andis. El volumen del escándalo puso en un paréntesis obligado a la interna. En la Casa Rosada hay múltiples hipótesis sobre el origen de los audios de Spagnuolo que se filtraron esta semana. Hay quienes, puertas adentro, apuntan a la diputada Marcela Pagano. Diego Spagnuolo, con Marcela Pagano y Victoria Villarruel, en la campaña de 2023Ella dio el portazo en La Libertad Avanza (LLA) y armó un nuevo bloque, Coherencia, con una carta abierta al Presidente, en la que en la que expresó su “dolor y decepción” por el rumbo del Gobierno, criticó duramente a Martín Menem y cuestionó la aparición de audios que vinculan a los Menem con un presunto esquema de coimas en la compra de medicamentos para personas con discapacidad.Otros miembros del Poder Ejecutivo tienen la mira en el dispositivo que rodea a Victoria Villarruel, que -al igual que Milei- tenía una amistad con Spagnuolo. Hay fotos del extitular de la Andis con la vicepresidenta y con Pagano, en donde se vislumbra que había, de mínima, un vínculo con ellas. Diego Spagnuolo y Victoria Villarruel, en 2023Las sospechas del Gobierno apuntan así al fuego amigo. O, más bien, a figuras que en otro momento estuvieron muy integradas al dispositivo libertario y que ahora están enemistadas con los Milei. Como si se tratara de coletazos de viejas disputas intestinas en el aparato oficialista. Por Maia JastreblanskyConforme a

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