El apetito del magnate Carlos Slim por el petróleo se ha extendido en la última década y comienza a rendir frutos. Su empresa, Grupo Carso, ha cerrado este lunes un contrato con Petróleos Mexicanos (Pemex) para la perforación de una treintena de pozos de aguas profundas en el campo Ixachi, en Veracruz. Finalmente se han juntado el hambre con las ganas de comer: el millonario invertirá 1.991 millones de dólares para entrar de lleno a un sector que anhelaba desde hace años, mientras que Pemex ha cerrado un trato con un socio que posee la tecnología y el capital para asumir el riesgo de la extracción de crudo en las aguas profundas del golfo de México.Seguir leyendo
