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Qué es coqueluche: cuáles son los síntomas y el tratamiento de la tos convulsa

La reaparición acelerada de coqueluche en la Argentina encendió una preocupación sanitaria que no se veía desde antes de la pandemia. En apenas seis semanas, siete chicos menores de dos años murieron, entre ellos tres recién nacidos, y la circulación de la bacteria Bordetella pertussis se expandió a una velocidad que sorprendió incluso a los especialistas. Mientras el país registra un incremento de consultas y confirmaciones en 19 jurisdicciones, más del doble de las provincias que reportaban casos un año atrás, los expertos coinciden en que el denominador común es el mismo: baja cobertura de vacunación y falta de protección en los bebés más pequeños. Ante este panorama, surge una pregunta clave: ¿qué es la coqueluche y cómo se contagia?A mediados de octubre pasado, los registros oficiales confirmaban 333 casos entre más de 3400 consultas compatibles con coqueluche. Dos semanas después, los positivos habían ascendido a 688 sobre 5110 notificaciones cargadas al sistema nacional de vigilancia. Los brotes en Tierra del Fuego y el aumento de casos en provincias del centro y sur —entre ellas Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Salta, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires— muestran un patrón sostenido. El 40% de las infecciones ocurre en menores de un año, sobre todo antes de los seis meses, cuando los lactantes todavía no tienen completo el esquema primario de vacunación.Los expertos advierten que las bajas coberturas de vacunación abren la puerta a brotes en lactantes, el grupo más vulnerable por no tener defensas madurasEn ese contexto, las muertes infantiles exhiben un elemento común: ninguno de los cuatro fallecidos en edad de vacunación tenía dosis registradas en el Registro Federal de Vacunación Nominalizado (Nomivac), y los tres bebés menores de dos meses tampoco contaban con inmunización materna durante el embarazo. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya habían advertido sobre el riesgo de un repunte regional asociado a coberturas bajas, que en el país se mantienen por debajo del 95% recomendado.¿Qué es la coqueluche? La coqueluche es una infección respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis. “Es una enfermedad bacteriana que afecta principalmente a los niños”, explicó la infectóloga Elena Obieta, quien recordó que se la conoce como tos convulsa por los accesos intensos característicos. Detalló que los pacientes atraviesan primero un período catarral inespecífico, seguido de la llamada tos quintosa, una sucesión de cinco golpes de tos seca que culminan en un estridor inspiratorio. “Los niños pequeños pueden ponerse cianóticos y hasta convulsionar por la falta de oxígeno”, señaló, lo que históricamente le dio su nombre.La tos quintosa, el estridor inspiratorio y los episodios de apnea son algunos de los signos más característicos de esta infección bacterianaRocío Ruz – Europa Press – Rocío Ruz – Europa PressObieta recalcó que los bebés son el grupo más vulnerable porque carecen de anticuerpos y porque recién comienzan a vacunarse a los dos, cuatro y seis meses. “Hasta completar el esquema primario permanecen expuestos”, dijo, y recordó que los refuerzos posteriores, a los 18 meses y en el ingreso escolar, completan la protección. También advirtió que los brotes pueden comenzar en adultos, como ocurrió en Tierra del Fuego, pero que quienes más gravemente enferman siguen siendo los lactantes.La vacuna en el embarazoPara Obieta, la estrategia de protección debe comenzar antes del nacimiento. “Cada embarazo exige una nueva aplicación de la vacuna triple bacteriana acelular (o DTaP) a partir de la semana 20, porque la transferencia de anticuerpos se produce en ese momento específico”, explicó. Además, insistió en que todo el personal que trabaja con bebés (enfermería, médicos, maestras de maternales) debe recibir la vacuna cada cinco años. La baja cobertura poblacional, subrayó, favorece el reingreso del patógeno y los brotes por falta de inmunidad de rebaño, en una enfermedad que se transmite por vía respiratoria, a través de gotitas microscópicas que una persona infectada expulsa al toser, estornudar, hablar o incluso reír.El infectólogo Enrique Casanueva Martínez, asesor del Servicio de Infectología Pediátrica del Hospital Austral, coincidió en que la protección en la gestación es fundamental. Recordó que la enfermedad “viene de coqueluche en francés” y que su descripción clínica existe desde alrededor del año 1500. Describió que los accesos de tos y el reprise, esa respiración angustiosa posterior al ataque, son signos clásicos provocados por Bordetella pertussis. Indicó que los cuadros más graves se concentran en los menores de seis meses, principalmente cuando la madre no está vacunada. “Las primeras dosis del calendario tampoco dan demasiado resultado para proteger plenamente”, aclaró, por lo que los chicos más pequeños son quienes más se enferman y mueren.La Sociedad Argentina de Pediatría insiste en reforzar el diagnóstico oportuno y recuperar esquemas atrasados para frenar la transmisiónArchivoCasanueva explicó que hoy existen tres tipos principales de vacunas que incluyen protección contra la coqueluche. La primera es la triple bacteriana acelular, indicada en el embarazo para transferir anticuerpos al bebé. La segunda es la quíntuple, que forma parte del calendario infantil y utiliza el componente entero de pertussis, lo que puede provocar reacciones adversas poco frecuentes como convulsiones aisladas. La tercera es la séxtuple, que incorpora una versión acelular de pertussis junto con protección contra difteria, tétanos, Haemophilus influenzae, hepatitis B y polio. Todas se aplican a partir de los dos meses, con dosis a los 2, 4 y 6 meses, y refuerzos a los 18 meses, en el ingreso escolar y a los 11 años. El brote actualMientras se intensifican las estrategias de vigilancia epidemiológica, la infectóloga Leda Guzzi advirtió que los cuadros de coqueluche pueden durar entre dos y tres meses, con tos persistente, decaimiento y vómitos poscrisis. Señaló que las vacunas siguen siendo la herramienta central, acompañadas por campañas masivas, recupero de esquemas atrasados, inicio temprano de antibióticos sin esperar la PCR y manejo adecuado de contactos en ámbitos como las escuelas.Guzzi enumeró además los signos que requieren consulta urgente: dificultad para respirar, vómitos durante o después de los accesos de tos, respiración ruidosa o estridor, cianosis, agotamiento extremo y pausas respiratorias o apnea, especialmente en lactantes.La SAP alertó que los casos de 2025 ya triplican a los de 2024 y que la dispersión territorial actual se parece a la de 2019, cuando se confirmaron 953 positivos en todo el país. Cinco provincias siguen sin notificar contagios este año, pero el patrón general muestra expansión sostenida. Para la entidad, el país enfrenta un escenario que demanda reforzar la sospecha clínica, agilizar diagnósticos y recuperar esquemas vacunatorios para frenar la transmisión.La enfermedad, que combina alta contagiosidad con letalidad en los muy pequeños, volvió a mostrar que su impacto es especialmente devastador cuando las coberturas caen. En un momento de circulación creciente, los especialistas vuelven al mismo punto: la vacunación en el embarazo, los esquemas infantiles completos y la inmunización del personal de salud no deben ser opcionales.Por Alejandro HorvatSaludConforme aOtras noticias de Salud“Está presente en muchos productos”. Hígado graso: cuál es el endulzante que tenés que eliminar de tu dieta para tratarlo“Salva vidas”. Colesterol: el medicamento “estrella” para bajarlo y por qué una dieta saludable no es suficiente, según un médico”Bajá la frecuencia”. Un especialista desaconsejó el uso de medicamentos para dormir

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