La Unión Tranviarios Automotor (UTA) se mantiene en alerta por el retraso en el pago de los sueldos en varias empresas de colectivos y advirtió que si no se concretan los depósitos antes de la medianoche los trabajadores realizarán una “abstención de tareas” este viernes 5 de diciembre. En concreto, la medida de fuerza, de realizarse, dejará sin colectivos a cientos de miles de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Este jueves por la noche la UTA publicó un comunicado donde ratificó la medida. Por tal motivo, las líneas de colectivo que podrían sumarse a la retención de servicio son: 1, 2, 4, 10, 12, 15, 17, 19, 22, 26, 29, 32, 33, 34, 37, 39, 41, 42, 45, 46, 47, 49, 53, 55, 59, 61, 62, 63, 64, 67, 68, 70, 71, 75, 78, 85, 86, 88, 92, 93, 95, 96, 97, 102, 103, 105, 109, 110, 113, 114, 118, 119, 123, 124, 126, 129, 132, 133, 140, 143, 145, 148, 151, 152, 153, 154, 159, 160, 166, 169, 172, 174, 178, 179, 180, 181, 184, 185, 193, 202, 203, 204A, 204B, 205, 214, 215, 218, 219, 222, 225, 236, 238, 239, 242, 244, 245, 247, 252, 253, 257, 264, 266, 269, 273, 275, 277, 278, 281, 283, 284, 288, 291, 293, 295, 297, 298, 300, 302, 303, 306, 307, 311, 312, 313, 314, 315, 317, 318, 320, 321, 323, 324, 325, 328, 329, 333, 338, 341, 343, 350, 354, 355, 371, 372, 378, 379, 382, 383, 390, 391, 394, 395, 404, 406, 407, 414, 418, 422, 430, 432, 436, 437, 439, 440, 441, 443, 461, 462, 463, 464, 500, 501, 502, 503 (Luján), 506, 509, 518, 520 (Pilar), 522, 524, 527, 584, 603, 619, 620, 621, 622, 624, 628, 630, 635, 740.El sector empresario, en tanto, hizo saber que existe “un panorama controlado” ya que la mayoría de las empresas mantiene el diálogo abierto con el sindicato por lo que descuentan que la mayoría de las líneas estarán funcionando. No obstante, admiten que algunas podrían tener inconveniente, según pudo saber Infobae. Ese es el contexto que describió Mario Calegari, vocero del sindicato en declaraciones al canal de noticias TN: “Los trabajadores van a presentarse en las empresas, pero si la plata no está depositada no van a salir los servicios”, explicó el dirigente. Calegari indicó que “no son todas” las líneas que no pagaron y que aún no está claro cuáles incumplieron. Por eso, aguardarán hasta la medianoche para verificar la situación y comunicarán la en ese momento cuál será la respuesta de los choferes. En el AMBA alrededor de 200 líneas transportan unos 9 millones de pasajeros diarios. Buena parte de ellos podrían verse afectados por el conflicto. “No estamos dispuestos a financiar la deuda de las empresas con nuestros sueldos”, indicó el vocero de UTA. El conflicto se origina en un escenario económico adverso, en el que gran parte de las compañías de transporte sostiene que no dispone de fondos suficientes para afrontar obligaciones salariales básicas. Las diferentes cámaras empresarias del sector advirtieron hace semanas sobre su situación “gravísima”, anticipando dificultades para pagar los salarios y aguinaldos correspondientes a noviembre y diciembre. Durante la jornada, mientras algunas empresas completaron los pagos, otras evidenciaron demoras, alimentando la incertidumbre entre trabajadores y pasajeros.“El salario es necesario; no estamos en condiciones de financiar a las empresas. Si aparece la plata trabajamos normalmente. Si no hay salario, no trabajamos”, expresó Mario Callegari como portavoz de la UTA en sus declaraciones a TN. El dirigente agregó: “No sé si voy a cobrar mi salario. Si lo tengo acreditado a la noche, trabajamos. Si no, habrá retención de tareas con presencia en las respectivas empresas hasta que aparezca el pago”.Este escenario de tensión fue advertido con anticipación. El 20 de noviembre, la UTA había comunicado que realizaría una retención absoluta del servicio en aquellas firmas que no cumpliesen con los pagos antes del cuarto día hábil de diciembre, responsabilidad establecida por ley para la liquidación de haberes. En ese entonces, el secretario de Prensa, Mario Caligari, indicó que el sindicato se mantenía “en estado de alerta” y que la medida se aplicaría caso por caso: “En cada empresa que el cuarto día hábil no pague los salarios se va a parar”, había dicho, según la información recogida por distintas agencias periodísticas.En su último comunicado oficial, difundido este jueves 4 de diciembre, la UTA manifestó su “apoyo absoluto” a las medidas que considere necesarias para afrontar “la grave situación generada por la posible falta de pago de salarios”. El gremio responsabilizó a la coyuntura económica de las empresas por “profundizar la vulneración de derechos” de sus trabajadores y reclamó “el inmediato abono de los salarios debidos y la urgente recomposición del mismo el cual permita recuperar el poder adquisitivo perdido”.En paralelo al reclamo sindical, las cámaras empresarias del transporte justificaron la demora en la acreditación de salarios por el impacto de los incrementos en los costos y una reducción gradual de los subsidios estatales. La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) aseguró que los gastos en combustible, repuestos, mantenimiento y otros insumos aumentaron en mayor proporción que la actualización de tarifas y que, sin el acompañamiento de los subsidios, la estructura de ingresos se vuelve insuficiente. Según la AAETA, la tarifa técnica reconocida para el servicio en el AMBA es de 1.092 pesos, en contraste con un cálculo propio que ubica la tarifa real —sin subsidio— en 1.713 pesos. La antigüedad promedio de la flota asciende a 7,7 años y casi el 30% supera la década de uso.El Ministerio de Transporte recordó, en tanto, que la Tarifa Social Federal y el sistema RED SUBE siguen vigentes para subsidiar pasajes en las líneas nacionales y en la Ciudad de Buenos Aires, aunque el beneficio fue discontinuado en la Provincia. Pese a estos instrumentos, el costo real de los pasajes se disparó un 912% desde el inicio de la gestión presidencial de Javier Milei, transformando el transporte público en el servicio de mayor incremento relativo de la región.El salario promedio de un chofer asciende a unos 1.500.000 pesos, monto que, según el gremio, resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas frente a la inflación y la suba constante de precios.
