La mención a episodios del siglo XX en los que potencias externas intervinieron en el continente europeo, contribuyendo a periodos de inestabilidad y crisis, sirvió como marco de advertencia en el análisis de José María Aznar sobre el futuro de la Unión Europea. Según publicó Europa Press, el ex presidente del Gobierno de España argumentó que la adopción acrítica de estrategias diseñadas fuera de Europa puede aumentar la distancia entre las instituciones comunitarias y la población, debilitando así la cohesión interna y minando la confianza ciudadana en el proyecto europeo.De acuerdo con Europa Press, durante su intervención Aznar abordó en profundidad los riesgos que implica para la arquitectura europea replicar sin adaptación los modelos de seguridad y gobernanza procedentes de Estados Unidos. Hizo especial referencia a la tentativa de trasladar la Estrategia de Seguridad Nacional elaborada en Washington, particularmente bajo el mandato de Donald Trump, poniendo en cuestión la viabilidad de implementar estos marcos en el contexto europeo. A juicio de Aznar, estas estrategias resultan inaplicables de forma mecánica debido a las diferencias estructurales y de contexto que persisten entre ambos lados del Atlántico.El medio Europa Press consignó que Aznar calificó como un “error muy grande” cualquier iniciativa estadounidense orientada a promover la “disolución” de la Unión Europea, o que aliente divisiones institucionales entre sus Estados miembros. A lo largo de su exposición, el ex presidente remarcó que la fortaleza y legitimidad del entramado europeo dependen de su capacidad para generar respuestas propias y evitar la dependencia de soluciones externas.Durante el análisis televisivo, según detalló Europa Press, Aznar insistió en que las recetas políticas y de seguridad deben surgir del contexto histórico, social y político que caracteriza a Europa. Advirtió que la centralización excesiva de competencias en Bruselas, sumada a la simple copia de esquemas extranjeros, podría deteriorar aún más la confianza pública en las instituciones y favorecer el desapego social hacia la Unión. Por ello, defendió reiteradamente la autonomía institucional y el respeto a la pluralidad como pilares para preservar la coherencia y legitimidad del proyecto común.Europa Press reportó que en el apartado demográfico, Aznar advirtió acerca de las dificultades que supone el envejecimiento poblacional y la baja tasa de natalidad para la sostenibilidad económica y social del continente. Señaló que la inmigración puede ofrecer cierto alivio ante los desequilibrios, pero sostuvo que no constituye una solución integral si no se acompañan políticas de fomento de la natalidad y protección de la cohesión social. A su juicio, los enfoques restrictivos o centrados únicamente en dimensiones migratorias y demográficas resultan reductivos ante la complejidad de los retos sociales y económicos.Según detalló Europa Press, el ex presidente subrayó que la Unión Europea debe generar marcos de actuación más globales e integrados frente a desafíos como la competencia internacional, los cambios demográficos y los flujos migratorios. Propuso que los Estados miembros participen activamente en el diseño de herramientas y mecanismos adaptados a sus realidades, evitando una unificación excesiva de competencias y fomentando la innovación institucional desde dentro del propio bloque.Como recogió Europa Press, Aznar afirmó que los sistemas de gobernanza europea requieren de una construcción innovadora, nacida de la propia experiencia y de las exigencias particulares del continente, en vez de surgir como meras importaciones de modelos ajenos. Sostuvo que la ausencia de respuestas propias reduce la influencia y la capacidad de acción de Europa en el escenario global.Al referirse a los riesgos de fragmentación y desacuerdos internos, Europa Press destacó que Aznar identificó estos fenómenos como amenazas directas tanto para la estabilidad como para la capacidad política de la Unión Europea. Defendió una estructura que combine la autonomía de los Estados integrantes con la pertenencia a un marco común, a fin de garantizar la iniciativa y la proyección internacional de la UE.En distintos momentos de la entrevista, según consignó Europa Press, Aznar reiteró la importancia de que las políticas europeas se diseñen a partir de realidades y expectativas locales. Consideró que el apoyo ciudadano es decisivo para la continuidad y expansión del proceso de integración, y que solo un equilibrio entre la acción colectiva y el respeto a la diversidad de los Estados garantiza la legitimidad política y social del conjunto. Alertó sobre el riesgo de que la Unión Europea termine pareciendo dependiente de intereses externos y pierda capacidad de liderazgo y proyección internacional.Europa Press resaltó que a lo largo de su intervención Aznar defendió la urgencia de preservar la autonomía, la innovación institucional y la generación de respuestas propias como condiciones imprescindibles para afrontar tanto los desafíos internos como las presiones externas que afectan a la Unión Europea en la actualidad.