El mandatario serbio Aleksandar Vucic anticipó que funcionarios de Gazprom y la compañía húngara MOL mantienen conversaciones para adquirir activos en la petrolera NIS de Serbia. Además, enfatizó que Belgrado no pone objeciones a este proceso, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Tanjug. Este anuncio sobre negociaciones energéticas se produce en paralelo a la ampliación temporal del acuerdo ruso-serbio que garantiza el suministro de gas durante la temporada invernal.De acuerdo con la información publicada por Tanjug, el presidente Vucic precisó este martes que Serbia y Rusia han consensuado una extensión de tres meses en el suministro de gas natural, fijando la nueva fecha límite hasta el 31 de marzo. El mandatario subrayó que este pacto sirve para asegurar la disponibilidad de electricidad y gas durante los meses de más bajas temperaturas, con el objetivo de garantizar la tranquilidad de la población respecto al abastecimiento energético en el periodo invernal.El medio Tanjug detalló que hasta el momento el gobierno ruso no ha emitido comentarios oficiales acerca de la prórroga ni se han difundido detalles adicionales sobre los términos específicos del convenio. Vucic, durante su intervención, mencionó que “tenemos un acuerdo para extender otros tres meses el suministro de gas, hasta el 31 de marzo, para que la gente pueda estar segura y dormir plácidamente”. Según consignó Tanjug, esta prórroga responde a la necesidad de Serbia de mantener estabilidad en el acceso a insumos energéticos, especialmente en el contexto de las restricciones vigentes en el mercado internacional.El reciente acuerdo se produce algo más de dos meses después de que el propio Vucic manifestara insatisfacción por la oferta inicial que Rusia había puesto sobre la mesa. Según informó Tanjug, el ofrecimiento anterior contemplaba un convenio que solo cubría hasta finales de 2025, mientras que el acuerdo previo entre Serbia y Gazprom tuvo una duración de tres años. Esa negociación expiró recientemente, y la propuesta renovada consistía en un plazo de apenas tres meses, lo que provocó inquietudes debido a los desafíos surgidos en medio de las sanciones occidentales impuestas a las compañías rusas tras la invasión de Ucrania, y la consiguiente inestabilidad en los flujos de hidrocarburos.La agencia Tanjug indicó que el contexto de estas negociaciones incluye una situación de presión internacional marcada por la continuidad de las sanciones contra empresas rusas y la guerra en Ucrania, factores que han incidido directamente sobre los términos y la duración de los acuerdos energéticos de Rusia con otros países europeos. En el caso serbio, la importancia de llegar a una solución temporal para garantizar el flujo de gas durante los meses de invierno fue argumentada por el presidente Vucic como una medida prioritaria para el bienestar de la población y la seguridad de las infraestructuras energéticas.La información suministrada por Tanjug destaca que, mientras se mantiene la vigencia de este acuerdo transitorio, Belgrado continúa participando en conversaciones sobre activos energéticos de relevancia para sus intereses estratégicos. En particular, las discusiones entre Gazprom y la húngara MOL sobre la posible compra de participaciones en la petrolera NIS representan otro eje relevante del escenario energético actual para Serbia.Pese a la extensión temporal, la ausencia de un pacto a largo plazo introduce incertidumbre sobre el futuro inmediato del abastecimiento de gas en Serbia, en especial cuando está en juego la estabilidad de precios y cantidades disponibles durante posibles olas de frío más allá del mes de marzo. Además, los procesos de negociación respecto a inversiones extranjeras en activos estratégicos como NIS podrían redefinir la estructura de la industria energética serbia en los próximos años, en función del desenlace de las discusiones con las compañías internacionales implicadas.Tal como concluyó Tanjug, la postura de Serbia ante las inversiones y los acuerdos energéticos sigue caracterizándose por una actitud de apertura hacia asociaciones con empresas extranjeras, incluso en medio de un entorno internacional condicionado por sanciones y divergencias políticas relacionadas con el conflicto en Ucrania y sus repercusiones en el comercio de hidrocarburos.
