General

Damian Lilard y el camino difícil

En el deporte, menos aún si es colectivo, nadie gana solo. Sin embargo, a menudo se es juzgado por las masas en torno a ese único factor, el triunfo. Como si todo quedase ahí. Nada más parece importar cuando cualquier análisis o incluso estigma se construye en torno al resultado final, reduciendo a cenizas todo contexto. La narrativa dominante apunta que eres lo que ganas y, en caso de no hacerlo, corres el riesgo de acabar no siendo nada.Seguir leyendo

Fuente