El último paquete de medidas del Gobierno para paliar los efectos de la crisis, aprobado este martes en el Consejo de Ministros, permite a Unidas Podemos exhibir su influencia en el Ejecutivo y respirar tras un año agitado, por un contexto geopolítico y económico complejo con la guerra en Ucrania y la escalada de la inflación, pero también por las tensiones dentro del grupo. Pese a logros legislativos relevantes, como la culminación de la reforma laboral a comienzos de año, el bloqueo de otras normas por el choque con el PSOE, la batalla abierta por la reconfiguración del espacio político que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz o los retrocesos electorales en Castilla y León y Andalucía dejan un balance agridulce para la formación en su tercer año de Gobierno.Seguir leyendo