Empezó su carrera con el siglo XX, y desde entonces su obra, fecunda y feminista, apenas ha envejecido. El 28 de enero se cumplen 150 años del nacimiento de la escritora francesa Colette.Causó alboroto cuando besó a su amante lesbiana en público, y cuando se atrevió a hablar de orgasmos fingidos, o de la violencia doméstica.”Cuanto más se la lee, más se persuade uno de su atemporalidad y sobre todo de su modernidad”, explica a la AFP Dominique Bréchemier, profesora de Letras y miembro de la Sociedad de Amigos de Colette.Se casó, divorció, tuvo amantes masculinos y femeninos, de su edad y más jóvenes (su propio yerno) y desde su diminuto apartamento ante el Palais Royal vio desfilar a la flor y nata de la literatura, cuando París era la capital del mundo.- Impacto en América Latina -En América Latina también tuvo su impacto. La argentina Victoria Ocampo tradujo la adaptación teatral de su última obra de ficción “Gigi” (1944), la venezolana Teresa de la Parra se dejó influenciar por su estilo.En España se tardó en traducirla, en la primera mitad del siglo XX. Luego el franquismo puso obstáculos a su obra, demasiado atrevida para los censores del régimen, lo que hizo que las ediciones estuvieran plagadas de errores.Las novelas de Colette abordan la relación entre madres e hijas, la maternidad, el acoso sexual, el aborto o la menopausia, mucho antes de que esos temas fueran considerados apropiados para ser abordados abiertamente.Recibió honores de Estado cuando fue enterrada, en 1954. Pero solo ahora su obra (dos textos autobiográficos) es incluida en los exámenes de bachillerato francés.La gran influencia de Colette en las escritoras actuales ha pasado en gran parte a través de los países anglosajones. En las universidades estadounidenses, dominadas por el discurso de género, se considera a Sidonie-Gabrielle Colette (nacida el 28 de enero de 1873 en Borgoña) como una precursora del feminismo.- Una modelo de mujer emancipada -Empezó con una serie conocida como “las Claudine”, pequeñas novelitas sobre una joven francesa en el cambio de siglo. “Claudine à l’école” es la primera de ellas (1900).Colette no las firmaba, sino que lo hacía su primer marido, Henry Gauthier-Villars, apodado Willy. El ciclo se termina con “La retraite sentimentale” (1907), que firma como Colette Willy.”Claudine en París” fue traducida al español en 1910, vuelta a traducir en 1963 con cambios significativos.Su mayor éxito es “Cheri” (1920), una historia de amor entre una mujer mayor y un hombre más joven, adaptada con éxito al cine, como sucedió con “Gigi” (nueve óscares en 1958, de la mano del director Vincente Minnelli).Fue también periodista, bailarina de cabaret, actriz: un modelo de mujer emancipada.”Lo que fascina es su historia, su vida llena de transgresiones” explica Diana Holmes, profesora de francés de la Universidad de Leeds (Reino Unido).Pero Colette no veía con buenos ojos a las sufragistas que reclamaban el voto femenino. Su independencia pasaba por otros caminos, en pie de igualdad intelectual con los mejores escritores de su época.”A lo largo de toda su vida se significó en favor de la libertad de las mujeres. Dejémosle su parte de complejidad”, pide Dominique Bréchemier.Como muchos otros contemporáneos suyos, pasó por la Segunda Guerra Mundial discretamente, sin posicionarse contra el invasor. Pero contrariamente a grandes nombres como Jean-Paul Sartre, luego no empuñó ninguna bandera política.Colette apreciaba demasiado su independencia para ello. “Era consciente de que su imagen era una marca que había que proteger”, explica Kathleen Antonioli, profesora asociada de la Kansas State University.Adm-jz/marAFPSeguí leyendoPolémica. Fue a comer a un restaurante con su hija, pero la echaron por la ropa que llevaba puestaAumento de transporte. Qué días y horarios pueden viajar gratis los jubilados y pensionadosSe supo. Qué significa el emoji del corazón con un punto abajoConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasservicio-de-noticias