El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha vetado este lunes la ley de vivienda aprobada en el Parlamento que contempla el alquiler forzoso de los pisos desocupados, la limitación de las viviendas de uso turístico o el fin de los permisos de residencia a cambio de inversiones.
Rebelo de Sousa ha explicado en un comunicado que, si bien considera necesario hacer frente a los problemas del mercado de la vivienda, la reforma parte de un discurso “demasiado optimista”, hasta el punto de que ha puesto en duda que sea “suficientemente creíble en términos de ejecución a corto plazo”.
Así, en una carta dirigida a la Asamblea Nacional, echa en falta una mayor implicación de las administraciones públicas en la construcción de viviendas y apunta que medidas como el alquiler forzoso tienen más de gesto “simbólico” que de “beneficio social tangible”, informa la Presidencia.
Rebelo de Sousa ha expresado su disconformodidad a sabiendas de que el Partido Socialista puede hacer valer de nuevo su mayoría absoluta para sacar adelante el plan que ya votó en julio en solitario. De hecho, la formación ha adelantado este lunes que así será.
El líder del grupo socialista en la Asamblea, Eurico Brilhante Dias, ha confirmado que volverán a votar el texto “tal como está”, sin cambios por tanto, al margen de que puedan respetar la “disconformidad política” expresada por el jefe de Estado, según la cadena pública RTP.