escucharescuchar“Mi trabajo es vender bebidas, me llaman y las entrego. Otra cosa no sé decirte. En la zona me tienen de multiuso, como hay pocas personas que hablan bien el idioma me piden ayuda a mí. Estoy para asistencia de la colectividad”, dijo, hace cinco años y medio, un surcoreano al que en los barrios de Parque Chacabuco y Flores conocen como Manuel. Eso fue en su primera declaración indagatoria. Lo acusaban del delito de trata de personas. Recibió la falta de mérito. En las últimas horas, fue detenido y ayer volvió a ser indagado: según una investigación policial y judicial, explotaba sexualmente a jóvenes en prostíbulos que funcionaban bajo la fachada de un karaoke.Así lo afirmaron a LA NACION fuentes con acceso al expediente. El Ministerio de Seguridad de la Nación informó que fueron rescatadas 30 víctimas, una de ellas menor de edad, que eran explotadas en dos locales de Parque Chacabuco.Los operativos en los que fueron detenidos Manuel y otros seis sospechosos fueron ordenados por la jueza federal María Servini y los ejecutaron detectives del Departamento Trata de Personas de la Policía Federal Argentina (PFA), a cargo del comisario inspector Gustavo Gauna.“Manuel es quien dirige y organiza la actividad delictiva finalmente consumada en los locales nocturnos. Disponía de un control cotidiano sobre las víctimas, facilitado por la cercanía existente entre su local comercial y el principal domicilio de acogimiento. Y conservaría un poder de supervisión sobre la actividad criminal desarrollada en los prostíbulos, dado que sería él quien provee de bebidas alcohólicas a dichos locales”, habían sostenido los fiscales Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, representantes de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), en un dictamen firmado en diciembre de 2022.Según los representantes del Ministerio Público, Manuel “procuró captar y trasladar mujeres de nacionalidad surcoreana desde su país de origen u otro lugar de residencia con destino a esta ciudad, para luego recibirlas y acogerlas en distintos domicilios que alquilaba a ese efecto, con la finalidad de explotarlas sexualmente en distintos locales nocturnos”.En ese momento, según el expediente judicial, los karaokes, que en realidad eran prostíbulos, funcionaban en Lautaro al 1200, en Flores, y en Remedios de Escalada al 4400, en Vélez Sarsfield, donde rescataron a siete víctimas de nacionalidad surcoreana.Los allanamientos estuvieron a cargo de la Policía Federal Argentina (PFA)Ministerio de SeguridadLa investigación había comenzado tras una denuncia que llegó por mail al Programa Nacional de Rescate y Asistencia a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, en el que se revelaba el funcionamiento del karaoke de la calle Lautaro al 1200.La persona que había enviado el correo electrónico afirmaba que había estado en contacto con una víctima que pidió ser rescatada para volver a su país, pero no la dejaban salir y la obligaban a “estar con los clientes”.Con la declaración de una testigo de identidad reservada, la investigación hecha por detectives de la PFA y otras pruebas, se pudo identificar al supuesto responsable de los prostíbulos y a otros integrantes de la organización criminal.Manuel nació en agosto de 1976 en Corea del Sur. Hace más de 20 años que vive en la Argentina, según explicó a LA NACION un detective que participó en la investigación.La Policía Federal detuvo a siete sospechososMinisterio de SeguridadTras el dictado de la falta de mérito, la investigación continuó. Según fuentes de la PFA, Manuel volvió a regentear prostíbulos que funcionaban bajo la fachada de karaokes, los locales que fueron allanados por orden de la jueza Servini están situados en el barrio de Parque Chacabuco.En un comunicado de prensa, el Ministerio de Seguridad de la Nación informó que el sobrino de Manuel era el encargado de “llevar mujeres de distintas nacionalidades que prestaban servicios de ´acompañantes coperas´ para luego retirarse a lugares íntimos para mantener relaciones sexuales con los clientes”.A diferencia de lo que pasaba en los prostíbulos de Flores, en los karaokes de Parque Chacabuco las víctimas no solo eran surcoreanas. El personal de la PFA y del Programa Nacional de Rescate y Asistencia a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata encontró jóvenes de Brasil y de República Dominicana, entre otros orígenes.Un detective que estuvo tras los pasos de Manuel explicó: “Para él era un negocio redondo. Las bebidas alcohólicas que se vendían en los karaokes eran las que distribuía él mismo con su negocio legal de venta por mayor y menor”.La identidad de Manuel, por pedido de los investigadores, se mantiene en reserva porque la investigación no concluyó.Gabriel Di NicolaTemasTrata de PersonasConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Trata de PersonasFingía ser un padre ejemplar. Un empresario es el prófugo más buscado del país por prostituir adolescentes”Tengo mucho miedo”. Cuatro mujeres fueron rescatadas de una red de trata en la frontera con ChileCulto a San La Muerte. Fue prostituida en un templo umbandista y recibirá más de 12 millones de pesos de indemnización