El Parlamento de Georgia ha aprobado de forma definitiva la ley de agentes extranjeros, después de levantar el veto impuesto por la presidenta del país, Salome Zurabishvili, sobre dicho texto y pese a las protestas sociales que han vuelto a registrarse este martes.
Los diputados han avalado por mayoría la anulación del veto de la jefa de Estado y también la adopción del texto original, con lo que ha hecho valer la aprobación del 14 de mayo por encima de la decisión adoptada por la presidenta cuatro días más tarde.
En las inmediaciones del Parlamento, entretanto, se han producido nuevas movilizaciones contra la ley. Con banderas de la UE y Georgia, han vuelto a advertir de que la reforma aleja al país de la senda para la integración europea, algo sobre lo que también ha advertido la Comisión Europea.
La oposición considera que la reforma replica en Georgia las restricciones que ya se aplican en Rusia y que han facilitado al Gobierno de Vladimir Putin la persecución de la disidencia, bajo la excusa de una supuesta necesidad de transparencia financiera.