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Hoy empieza el juicio oral por el atentado a Cristina Kirchner: tres copitos en el banquillo y las dudas sobre un autor intelectual

Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolas Carrizo, los acusados en el juicio oral por el atentado a Cristina KirchnerEl Tribunal Oral Federal 6 comenzará a juzgar este miércoles a los tres acusados de haber intentado matar a Cristina Kirchner en septiembre del 2022. En el banquillo estarán sentados Fernando Sabag Montiel, el atacante que apuntó con un arma a la cabeza de la entonces vicepresidenta; y Brenda Uliarte, su ex novia, ambos señalados como coautores de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego. La pena máxima por esa figura es de 15 años de prisión. También estará Nicolás Carrizo, el jefe de ambos y señalado como un partícipe secundario.En la acusación estará la fiscal Gabriela Baigún junto a los abogados de CFK, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal. Las dos partes buscaron, y no consiguieron, sumar a este debate pruebas sobre la causa Revolución Federal y el tramo que aún sigue en instrucción para saber si hubo autores intelectuales detrás del atentado. Se estima que en los interrogatorios apuntarán a esa hipótesis.A Sabag Montiel lo representa la defensora oficial María Fernanda López Puleio. Se descuenta que buscará sostenerse en las pericias psicológicas sobre su cliente y las dudas sobre su imputabilidad. La defensa de Carrizo estará en manos de Gastón Marano, quien está desde el inicio de la causa apenas su cliente entregó como testigo el teléfono que lo convertiría en sospechoso. Brenda Uliarte, en cambio, pasó por un defensor oficial, luego repentinamente cambió por el abogado Carlos Telleldín -que ya había tenido un amague de entrar al caso al inicio por un llamado del padre de la joven- y ahora está siendo asesorada por Alejandro Cipolla. La mira estará puesta en su perfil de vulnerabilidad.Los encargados de dar un veredicto serán los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. La seguridad del edificio ya fue reforzada. El tribunal dispuso que sólo ese día las cámaras puedan registrar el inicio del debate.En la lista original de testigos hay 277 personas, entre ellas Cristina Kirchner, quien se había opuesto a que la investigación fuera enviada parcialmente a juicio. En instrucción se sigue investigando si existieron autores intelectuales detrás del ataque. Sus abogados apuntaron al diputado del PRO Gerardo Milman, luego de que un asesor de un diputado del Frente de Todos contaran que lo oyeron dos días antes del atentado diciendo en un bar del Congreso “cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”.El atentado ocurrió la noche del 1° de septiembre de 2022. Cristina Kirchner llegaba a su casa, en la esquina de Montevideo y Juncal en el barrio porteño de Recoleta. Allí la esperaba un nutrido grupo de militantes para saludarla, como ocurría en aquellos días desde que el fiscal Diego Luciani pidió su condena a 12 años de prisión por asociación ilícita y defraudación al Estado en la causa Vialidad. Sabag Montiel también estaba allí. Se acercó y le apuntó en la cara con una Bersa calibre 32, que gatilló al menos una vez. La bala no salió porque no estaba cargada en la recámara. Terminó atrapado por militantes, sin que la custodia de Cristina Kirchner ni ella misma se dieran cuenta de lo que había pasado.El 29 de mayo del 2023, el fiscal Carlos Rívolo sostuvo ante la jueza María Eugenia Capuchetti que “la prueba reunida durante la instrucción ha permitido comprobar que la conducta que se intentó llevar a cabo fue premeditada, es decir, que los imputados habían ideado un plan para llevar a cabo el asesinato de la Vicepresidenta de la Nación”. Y uno de esos planes fue infiltrarse en movilizaciones kirchneristas. Así lo había pensado su novia. “Es cuestión de organización y hacer como un caballo de Troya”, dijo.Tal como lo exhiben los videos que tomaron los propios simpatizantes de CFK, “aprovechándose de la confusión y desprolijidad que generaba la multitud de personas, Sabag Montiel extiende su brazo para pasar la primera línea de individuos que conformaban un cordón humano frente a la Vicepresidenta, apunta el arma de fuego que portaba en dirección a su rostro, la acerca a escasos centímetros y acciona el gatillo, al menos en una oportunidad, llegándose a escuchar incluso el click”, afirmó el fiscal.El tiro no salió, pero el arma estaba apta para disparar. “Imaginate los nervios. Tiré del gatillo y el tiro no salió”, le diría el atacante al canal C5N, pese a que en la causa se negó a declarar y solo habló para intentar despegar a Brenda. Cristina Kirchner no vio el arma que llevaba Sabag, ni tampoco sus custodios. Solo notaron un tumulto. Fueron los los militantes kirchneristas los que detuvieron al agresor para que no se escapara. Desde entonces, el joven está preso. Cuatro días después fue atrapada su pareja, que había logrado escapar disimuladamente del lugar.“Brenda no tuvo nada que ver”, dijo Fernando Sabag Montiel, ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo. Un rato antes, Brenda Uliarte había negado la acusación. Pero las pruebas la comprometieron.“La próxima voy y gatillo yo, ‘Nando’ falló. Yo sí sé disparar bien, no me tiembla la mano”, dijo Brenda Uliarte, según se desprende del análisis de su teléfono.-”¿Querés hacerlo?”, quiso saber Nicolás Gabriel Carrizo-”Te juro que sí. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarlo bien. Pasa que Nando no tiene mucha práctica. Le tembló el pulso”, respondió.El diálogo entre Brenda y Carrizo se produjo apenas un rato después del atentado contra la vicepresidenta en donde había fracasado en su objetivo. Brenda le pide después al líder de los “copitos”: “hagámosnos los pelotudos” porque “vamos a caer todos en la volteada”.Nicolás Carrizo, el jefe de ambos, quedó detenido el 13 de septiembre. Fue luego de que entregara su teléfono cuando declaró como testigo junto a sus amigos “copitos”. Los mensajes que se encontraron en su celular terminaron complicándolo. “Recién intentamos matar a Cristina”; “el arma es mía” y “mi empleado le quiso disparar”, son algunos de los mensajes que envió Carrizo la noche en la que Fernando Sabag Montiel le gatilló a la presidenta del Senado.Aunque la defensa intentó explicar que se trataba de una broma, a Carrizo lo acusan de haber enviado en la noche del atentado mensajes a una hermanastra, a la que le habla preocupado porque creía que el atacante había usado su arma. Pero, además, lamentándose de que el ataque se hubiera llevado adelante ese día cuando estaba previsto para la semana siguiente. “Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”, afirma. En otro mensaje que envió esa madrugada, Carrizo también habla de matar al líder de La Cámpora.El momento del ataqueEl joven aseguró que se trataba de humor negro, pero la justicia no le creyó y lo procesó como partícipe secundario. Desde entonces está preso en el penal de Marcos Paz y fracasaron sus intentos de prisión domiciliaria.Según Nicolás Carrizo, Brenda Uliarte no paraba de humillar a su entonces pareja. Incluso hasta llegó a mandar una foto a un grupo de chat con Sabag vestido con pollera. Lo comparaba permanentemente con Eduardo Miguel Prestofelippo, conocido como “El Presto”, un youtuber vinculado a la militancia libertaria, anticuarentena y antikirchnerista y que fue denunciado por amenazar en redes sociales a Cristina Kirchner. “‘Nando’ estaba frustrado, no podía (con Brenda) sexualmente. Entonces él quiso aprovechar la oportunidad, metiéndose en esto. Yo creo que si hubiese querido matar a Cristina Kirchner lo hubiera logrado. Pero no la quiso matar. Solo se quiso hacer ver, como para mostrar que él también es poronga”.“Eso es lo que yo entiendo que pasó. No tuvo nada que ver con la política. De hecho, yo leí que después de todo esto, ella lo empezó a elogiar a Nando. Pero no se sabe si lo elogia porque ahora ‘tiene huevos’, o porque lo llevaron preso. La mina sintió admiración solo al final. En los chats se ve. Antes, nada. Y después, en su cabeza, pasó a ser un héroe”, añadió.En una punta Brenda Uliarte, en la otra Sabag Montiel. Fue el año pasado en el juicio oral que enfrentaron en San Martín por la tenencia de un documento hallado durante el allanamiento a su vivienda. Terminaron condenados (Maximiliano Luna)En la causa también estuvo presa una cuarta joven: Agustina Díaz, una amiga de Brenda que estaba agendada en su teléfono como “amor de mi vida”. “Brenda me hablaba de matar a Cristina Kirchner, pero yo no creía que fuera capaz de hacerlo”, dijo Díaz. Agregó que le seguía la corriente a su amiga cuando hablaba de atentar contra la vicepresidenta y la definió como “fabuladora, fantasiosa, delirante y manipuladora”. La joven ya fue sobreseída en esta causa.El 27 de agosto se frustró el plan de matar a la vicepresidenta porque “se metió adentro la hdp”. Fue el día del incidente de las vallas, cuatro días antes del atentado. “Mandé a un tipo para que la mate”, le cuenta. “Te juro que a esa la voy a bajar. Me tiene re podrida que ande robando y quede impune”.—Te das cuenta del quilombo en el que te vas a meter, ¿no? Te van a buscar por todos lados si se enteran de que sos cómplice de la muerte de la Vicepresidenta—, dice la amiga.—Por eso mandé a alguien—, responde Brenda.—Aunque si, pero quien no va a querer meterle un tiro a esa vieja chorra— dice Agustina.Brenda afirma que puede conseguir dinero para escapar. “Matá a quien vos quieras y ocultá huellas”, le recomienda. “Sí, obvio, lo estoy planeando. Recontra pilla. No me van a atrapar”, confía Brenda. “Perfecto”. responde.

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