Al menos 18 personas han muerto y cientos han resultado heridas desde primera hora de este domingo por la reanudación de los disturbios en varios puntos de Bangladesh, en el marco de unas protestas que comenzaron a principios del mes pasado contra un ya suspendido sistema de cuotas laborales y que, tras días de relativa calma, han ganado fuerza de nuevo y ahora tienen al Gobierno como objetivo generalizado.
Los primeros enfrentamientos han tenido lugar en la ciudad de Munshiganj, en las inmediaciones de la capital, Dacá, donde los movimientos estudiantiles que abanderan las protestas han acabado enfrentados con los simpatizantes del partido del Gobierno, la Liga Awami, y su sección juvenil, la Liga Chhatra. El diario ‘Protom Alo’ ha podido confirmar al menos dos fallecidos y medio centenar de heridos.
Otros fallecidos han sido confirmados en la localidad de Magura, a 175 kilómetros al sureste de la capital. Uno de ellos precisamente era un líder del ala juvenil del Gobierno, identificado como Mehedi Hasan, de acuerdo con fuentes de seguridad a la filial bangladeshí de la cadena británica BBC. También han muerto otros cuatro simpatizantes de la Liga Awami en Rangpur, donde otro centenar de personas han resultado heridas.
Además, según la agencia United News of Bangladesh, al menos cuatro personas han muerto y decenas han resultado heridas en una serie de enfrentamientos entre manifestantes, activistas de la Liga Awami y la Policía en la ciudad de Sirajganj, en el noroeste del país y tres estudiantes han muerto a tiros en la localidad de Pabna, de acuerdo con un recuento adicional del ‘Dhaka Tribune’, más dos muertos en las localidades de Bogra, Magura y Comilla. A todo ello hay que añadir enfrentamientos confirmados en varios barrios de la capital y localidades como Chittagong.
Mientras tanto, las operadoras de telecomunicaciones han indicado a la cadena TBS News y al diario ‘The Daily Star’ que ha recibido orden de suspender la comunicación por internet 4G en lo que podría tratarse de un prolegómeno de nuevas restricciones como las que impuso durante el apogeo de las protestas contra el sistema de cuotas a los funcionarios.
Las protestas han dejado de dirigirse al sistema de cuotas, uno que dedicaba hasta un 30 por ciento de plazas a descendientes de combatientes de la guerra de la Independencia; criterio que para los estudiantes suponía un acto de discriminación, para acabar centradas en la figura de la primera ministra del país, la histórica Sheij Hasina, y denunciar una represión policial que dejó entre 147 y más de 200 muertos, según gobierno y activistas) durante las manifestaciones del mes pasado.
Hasina se ha ofrecido a hablar con los manifestantes pero los organizadores de las protestas han rechazado su oferta y exigen en su lugar que se disculpe públicamente, castigue a los responsables de la represión y cese a varios ministros, entre ellos los de Interior, Educación y Justicia. No obstante, la primera ministra ha acusado este domingo a “grupos terroristas” inflitrados entre los estudiantes de los disturbios que se están extendiendo de nuevo por todo el país.
“Hago un llamamiento a los compatriotas para que repriman a estos terroristas con mano firme”, ha declarado la primera ministra durante el encuentro de urgencia mantenido con su Comité Nacional de Asuntos de Seguridad este domingo en su residencia oficial, Ganabhaban.
En este contexto, el Tribunal Supremo del país ha visto innecesario ordenar a la Policía que no dispare a matar al entender que las leyes del país ya lo especifican de por sí.
La corte ha rechazado un petición presentada por dos magistrados del alto tribunal, Manzoor Al Mateen y Ainunnahar Siddiqa, quienes veían imprescindible dejar por escrito y de manera específica que las fuerzas de seguridad tienen terminantemente prohibido abrir fuego contra las manifestaciones, dadas las numerosas acusaciones vertidas desde las organizaciones humanitarias y los propios activistas.
Por último, las autoridades de Bangladesh han vuelto a declarar el toque de queda indefinido en la capital a partir de las 18.00, poniendo fin a la relajación dictada este sábado y que iba a comenzar en los próximos días.