La mayor acería chilena apagó la madrugada de este lunes su horno para poner fin a 74 años de operaciones, que producía 800.000 toneladas de acero al año. El cierre afecta a 2.700 trabajadores -directos y contratistas- y a otras 20.000 personas que se vinculan con esta empresa, uno de los principales motores económicos de Talcahuano, una ciudad ubicada 500 km al sur de Santiago.