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El fin de una era: los fundadores del Festival Sónar se retiran después de 32 años

Tras más de tres décadas al frente del festival más influyente de la música electrónica en España, los creadores del Sónar han anunciado su desvinculación total del evento. Se trata de Enric Palau, Ricard Robles y Sergio Caballero y, en menor medida, Ventura Barba, que permanecerá unos meses más para facilitar la transición. Los fundadores han comunicado su decisión mediante un escrito conjunto, poniendo fin a una etapa histórica desde los orígenes del festival en 1994. “Han sido 32 años magníficos, llenos de esfuerzo, retos y momentos imborrables”, expresan en el comunicado, donde también agradecen “el talento y la dedicación de las comunidades creativas, el equipo humano y el público que les ha acompañado año tras año”. Con esta salida, el control del festival pasa por completo a la promotora Superstruct Entertainment, que adquirió la mayoría de las acciones de los fundadores en 2018, y que ahora nombra al belga François Jozic, fundador del festival Brunch Elektronic, como nuevo director ejecutivo del Sónar, según ha informado Radio Televisión Española. Polémicas: el contexto que precipitó la renunciaLa edición de 2025 del Sónar no estuvo exenta de controversia. Tras la compra de Superstruct por parte del fondo de inversión estadounidense KKR, emergieron críticas por la presunta vinculación de este fondo con proyectos inmobiliarios en territorios palestinos.Estas conexiones motivaron que más de 30 artistas cancelaran sus actuaciones y que colectivos pro-palestinos y activistas reclamaran “mayor responsabilidad ética” al festival. En respuesta, la organización emitió comunicados públicos donde aseguró que no tenía control sobre las decisiones de KKR, que mantiene su independencia artística y que los beneficios generados se reinvertirán en futuras ediciones. También habilitó espacios durante el festival para aclaraciones y ofreció reembolsos a quienes lo solicitaran. Aun así, la tensión fue palpable: algunos artistas que sí participaron aprovecharon sus actuaciones para lanzar proclamas políticas, y el debate se mantuvo vivo incluso en redes sociales. Paradójicamente, la edición 2025 batió récord de asistencia con 161.000 espectadores, unos 7.000 más que el año anterior, pese a las cancelaciones y el clima de polarización que acompañó al evento. Un nuevo capítulo: incógnitas y retos La marcha de Palau, Robles y Caballero inaugura una nueva etapa para el Sónar, con la promesa de continuidad pero también con interrogantes importantes. Ventura Barba, que se incorporó más tarde al proyecto, permanecerá en el festival hasta finales de año para ayudar con la transición, según han informado fuentes del entorno. Uno de los cambios más visibles será el espacio de celebración. En 2026, el festival se celebrará íntegramente en la Fira Gran Via de L’Hospitalet, abandonando Montjuïc y unificando Sónar de Día y de Noche en un único recinto, debido a las obras de remodelación previstas en el antiguo emplazamiento. El gran desafío ahora será preservar la identidad y el prestigio del Sónar bajo una nueva dirección empresarial y frente a expectativas altas. ¿Podrá retener la confianza del tejido cultural y artístico? ¿Cómo gestionará las relaciones con colectivos críticos y con una audiencia sensibilizada por el contexto geopolítico?Lo cierto es que termina una era simbólica en la historia del festival. Y aunque los fundadores se despidan con gratitud y optimismo, el futuro exigirá una dirección firme, transparente y sensible para honrar un legado que han construido durante más de 30 años.

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