Editoriales

Distinción en derechos humanos

escucharescucharEl Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), fundación que este año cumple dos décadas de vida, entregó, en su primera edición, el Premio Graciela Fernández Meijide a la Fundación Grupo de Apoyo Mutuo de Guatemala (GAM) y al activista cubano Librado Linares García.En tanto GAM es una organización de carácter no gubernamental fundada por familiares de víctimas de desaparición forzada durante el conflicto armado interno, Linares García es el impulsor del Movimiento Cubano de Reflexión y quien desde 2011 ha nucleado y organizado a grupos de activistas que resisten el autoritarismo del régimen instaurado en la isla en 1959.Cadal, fundación privada sin fines de lucro, apartidaria y con sede en la Capital Federal, se planteó desde sus orígenes promover los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional.Los integrantes de Cadal provienen de distintos ámbitos, como el académico, el periodismo, la consultoría y el activismo en derechos humanos y se define como un espacio plural en el cual sus integrantes comparten la defensa irrestricta de la institucionalidad democrática y el carácter universal de los derechos humanos.La defensa y la promoción de los derechos humanos no deben tener bandería política ni sesgo ideológico, valores fundamentales que podemos hallar en la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada en 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, texto que ha inspirado tratados y documentos en todo el planeta y que seguramente sirvió de base de acción de Cadal.Cadal, en su actividad, hace hincapié en contextos autoritarios donde se reprime la libertad de asociación, expresión, reunión y el derecho a la participación política, y en democracias que ven amenazadas su institucionalidad, las libertades civiles y políticas, y erosionado el Estado de Derecho.Por su labor en el plano internacional la Fundación forma parte de foros y organizaciones como el Movimiento Mundial para la Democracia (WMfD), la International Coalition to Stop Crimes against Humanity in North Korea (ICNK), el International Tibet Network, la Coalición por la Libertad de Asociación, la Red de Think Tanks KAS en América Latina, es miembro de TrustLaw y está registrada como Organización de la Sociedad Civil ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).En sus pronunciamientos, afirma defender el carácter universal de la democracia que, como ideal, promueve la dignidad y los derechos fundamentales del individuo, garantiza la justicia social, facilita el desarrollo económico, refuerza la cohesión de la sociedad, crea un clima propicio para la paz internacional y es el único sistema político capaz de corregirse a sí mismo.En tiempos de que casi un tercio de los países que forman parte de la ONU reprimen la libertad de asociación, expresión, reunión, manifestación y el derecho a la participación política de sus ciudadanos, es sumamente importante rescatar la labor de las asociaciones civiles que con su compromiso democrático brindan solidaridad y prestan su voz para denunciar, en cada rincón del globo, violaciones a los derechos humanos y atropellos autoritarios.LA NACIONTemasOpiniónNota de OpinionDerechos HumanosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Nota de OpinionEducación, materia previaLa ajenidad de la política y el hartazgo ciudadanoAnálisis. Destrozos en el oficialismo y la oposición

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