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Entre Ríos: el peronismo y JxC hacen los últimos ajustes de campaña antes del primer round por la gobernación

Rogelio FrigerioEn conjunto con los comicios nacionales, Entre Ríos definirá el próximo domingo cuál será la oferta electoral para renovar todos los cargos provinciales y locales el 22 de octubre. La historia reciente muestra que quien triunfe en las primarias, se llevará los laureles en las generales.Juntos espera terminar con 20 años de gobierno peronista. Para ello se juega un pleno a Rogelio Frigerio. El ex ministro del Interior tiene una misión doble: empujar las candidaturas presidenciales de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich y arrastrar las postulaciones municipales, la pata floja del armado opositor. En la primera parada, el 13 de agosto, tendrá que superar en la primaria al diputado nacional radical Pedro Galimberti, que irá con boleta corta.Mientras, en la vereda de enfrente el peronista Adán Bahl, actual intendente de Paraná en uso de licencia, lleva adelante una campaña contrarreloj. En agosto del 2022, cuando su nombre era apenas uno de los tres posibles para buscar la sucesión de Gustavo Bordet, comentaba a quien quisiera escucharlo que para ser candidato necesitaba tres cosas: controlar el aparato justicialista, el acompañamiento del Gobernador y tiempo. Ya logró las dos primeras y exprime los días para conseguir la tercera.El domingo 13, los tres correrán su propia carrera. Frigerio intentará repetir el escenario del 2021, cuando los números de la primaria lo dejaron como ganador virtual (y por paliza), algo que las generales ratificaron. Bahl aspira a ser el candidato más votado en forma individual y llegar con fuerza al tramo final, y Galimberti verá si logra algunas candidaturas municipales y la minoría (25% de los votos de la interna) para colar nombres en la lista de 34 diputados provinciales.El armado de JuntosEn el horizonte de Frigerio está convertirse en el primer gobernador no nacido en Entre Ríos en cien años. El anterior fue el radical Miguel Laurencena, quien gobernó entre 1914 y 1918.El eje de su campaña ha sido obviar la interna y apuntar directamente hacia el peronismo como el adversario a vencer. Se sustentó para ello en propuestas puntuales sobre ejes como vivienda, seguridad, empleo, desarrollo productivo. En la presentación de algunos de estos programas estuvo acompañado por Rodríguez Larreta o Bullrich. El oficialismo aprovechó algunos derrapes en la formulación de estas iniciativas para criticarlo con dureza y colgarle el mote de “porteño que no conoce Entre Ríos”.Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales se mostraron junto a Rogelio Frigerio en Entre Ríos, dónde presentaron un plan industrialTambién obtuvo el respaldo de Gerardo Morales, quien llamó a todos los boina blanca a votar por Frigerio.La figura del ex ministro del Interior es el capital principal de Juntos en la provincia. En 2021, como cabeza de la lista de Diputados, cosechó en las generales más de 430 mil votos, más del 50% de los votos, un logro que sólo superó Bordet cuando fue reelecto en 2019.Con el objetivo puesto en octubre, la campaña de Frigerio enfrenta algunas desprolijidades (falta de material de campaña y retraso en la distribución de boletas) mientras el candidato recorre la provincia en forma permanente. El raid final será un cierre en cada uno de los 17 departamentos de Entre Ríos, que culminará el jueves 10 en Concordia, el segundo distrito provincial y bastión justicialista.Por la continuidadLa realidad del justicialismo es inversa. Su fuerza sube desde los municipios hacia los cargos provinciales y nacionales. En las cuatro ciudades principales (Paraná, Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú), que representan el 40% del padrón, el oficialismo tiene internas fuertes que, según los cálculos del PJ, arrastrarán hacia arriba al candidato a gobernador.El caso más elocuente es Concepción. Allí Bahl tiene un nivel de conocimiento de apenas el 25%. Pero su boleta va pegada en la boleta sábana con los dos candidatos más fuertes a la intendencia (Eduardo Lauritto y Marcelo Bisogni) quienes concentrarían la mayoría de los votos.Adán Bahl, candidato a gobernador oficialista, junto al actual mandatario de Entre Ríos, Gustavo BordetAlgo parecido ocurre en Concordia. En el cuartel de Juntos marcan que, mano a mano, Frigerio está muy por encima del justicialista. Pero la disputa por la intendencia en el peronismo, principalmente entre Angel Giano (el candidato de Bordet) y Armando Gay (el pupilo del actual intendente Enrique Cresto), con el agregado de lo que pueda sumar Alfredo Francolini (actual viceintendente), le dejaría al peronismo la tajada mayor de la torta de votantes.Otro factor de peso es la estructura del peronismo. Entre Ríos tiene un padrón atomizado, con pueblos y ciudades cada 30 kilómetros. Y esa distribución de la población hace que la capacidad de movilización de base sea determinante. Por caso: en 2009 el radical Atilio Benedetti, actual diputado nacional, ganó las elecciones legislativas montado sobre el voto rural y a pesar de haber perdido tres de los cuatro distritos urbanos más importantes.Además, Bordet (que irá en la boleta como candidato a diputado nacional), está teniendo un protagonismo trascendental en la campaña. A veces parece que quien disputa con Frigerio es él. El Gobernador es una figura de peso hacia dentro del PJ y en el electorado independiente.Por otro lado, Bahl ha sumado apoyos más allá del esquema peronista. El empresario Héctor Motta, titular del grupo avícola que lleva su nombre y fundador de la Unión Industrial de la provincia, lo recibió en su planta llamándolo “el próximo gobernador de Entre Ríos”. Motta es una referencia en el mundo empresario provincial y un hombre con llegada directa a la UIA.El peronismo también le pone una ficha al fenómeno de Javier Milei. En la provincia, La Libertad Avanza llevará como candidato a la gobernación al dirigente rural Sebastián Etchevehere. Los votos que arrastre, principalmente del sector agropecuario, antes hubieran ido a Juntos.Las encuestas y el cuarto oscuroA pesar de lo que ha venido pasando en las provincias que adelantaron sus elecciones, las encuestas que se han realizado en Entre Ríos no han formulado la pregunta de oro: “¿Irá a votar el domingo 13?”.Desde que se implementaron las primarias obligatorias en 2011, los porcentajes de participación han bajado en la provincia del 80 al 70 por ciento en promedio. De la misma manera, el voto en blanco y a terceras fuerzas ha bajado a una cuarta o quinta parte de lo que eran hace 8 años atrás. Esto significa que la gente que antes iba a votar y no elegía a las opciones principales, hoy se queda en su casa.Además, los estudios de opinión pública se están enfrentando a un fenómeno mundial: las personas no contestan.Según los principales encuestadores provinciales, el nivel de respuesta en relevamientos presenciales se ubica en el 50/60% en centros urbanos y se incrementa hasta el 80% en las periferias (barrios y localidades rurales).Los sistemas de encuesta telefónicos están por debajo. El CATI (donde hay un operador humano que habla con el encuestado) tiene un 20% de atención. El IVR (donde se seleccionan las opciones presionando números del teclado) es aún peor: tiene un índice de respuesta de 1 cada 100 llamadas.Además, al ser elecciones que conjugan lo nacional, lo provincial y lo local, las respuestas son disímiles cuando se mide intención de voto a presidente, gobernador o intendente. Esto distorsiona aún más, porque Entre Ríos no tiene tradición de corte de boleta.Pese a todos estos factores, cada bunker de campaña maneja encuestas que sostienen el optimismo.La decisión del elector el domingo 13 no será sencilla. El cuarto oscuro estará recargado de boletas, algunas con muy poca diferencia visual. Sólo en Paraná habrá en cada aula más de 40 opciones para elegir.Seguir leyendo:Nuevo dólar agro: en ocho días ya se negociaron 5 millones de toneladas y hubo una liquidación de más de USD 1.600 millones

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