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El casino que no fue. Un edificio monumental, un accidente aéreo, y los problemas del hotel, en las afueras de Mar del Plata, frecuentado por Ernesto Sábato y otros intelectuales

escuchar>LA NACION>LifestyleSe lo pensó como un hotel-casino, de la más alta gama; sin embargo, del proyecto original del Hotel Alfar, solo pudo concretarse la función de alojar personas12 de febrero de 202412:53Mariano ChaluleuLA NACIONescucharLas personas que fundaron el hotel Alfar querían construir un “casino para intelectuales” -todos eran pensadores, en su mayoría de izquierda-, y se inspiraron en el modelo de negocios de Las Vegas, donde los gigantes edificios, llenos de máquinas y juegos, se erigían en medio del desierto.Pero fue solo un sueño. El contexto político de la época, pleno comienzo del peronismo, dejó al proyecto, prácticamente, sin chances. Se terminó concretando, con el mismo diseño edilicio, pero sin casino. Los pensadores lo bautizaron “Hotel Alfar”, quedaba en lo que hoy se conoce como barrio Alfar, en Mar del Plata.En adelante, y hasta el día de hoy, el Alfar funcionó como un establecimiento turístico. Y le fue muy bien. Pero su momento dulce se cortó por diversas razones, y su esplendor fue lentamente desdibujado por malas gestiones, propietarios “ventajeros” y el abandono. Apenas se lo inauguró, corrió el peligro de ser expropiado, según cuenta hoy uno de sus propietarios. El Alfar debió reinventarse de mil maneras para combatir cada uno de esos problemas. Estuvo al borde de desaparecer, pero ahí sigue, en la zona del faro de Mar del Plata, en la calle 16, entre 1 y 3, funcionando y convertido en una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad balnearia, que este mes cumple 150 años.Rogelio Frigerio (abuelo), una de las personas detrás del proyecto del hotel AlfarEdmond Vainstein es testigo presencial de parte de esta historia, que se extendió por más de 70 años. Compró un departamento allí en 2006, pero sabe todo sobre este monumental proyecto. En una entrevista con LA NACION, Vainstein relata los acontecimientos que marcaron esta crónica única.-Edmond, ¿en qué contexto se construye el hotel Alfar?-Hay un personaje central en esta historia, un prócer fundamental, que es Rogelio Frigerio, el abuelo del actual gobernador de Entre Ríos. Un importante dirigente político del desarrollismo en Argentina, funcionario del gobierno de Frondizi. El tipo era de izquierda, ligado al comunismo, pero era un economista que tenía una visión muy amplia de lo que era la política y la economía y entendía que el país necesitaba industrializarse y que había que desarrollarse y abrirse a los capitales mundiales. Entendía que Argentina tenía que salir de ese encierro en el que el país quedaba postergado. En ese contexto se sitúa el Alfar. Porque Frigerio tenía propiedades, pero esencialmente era un intelectual y dirigente político. En la década de 1940, en los años previos al peronismo, Frigerio tenía un grupo intelectual, del que formaban parte nombres como Ernesto Sábato, Blanca Stábile… Pero no solo eran intelectuales, también hacían negocios. De ese núcleo de amigos surge, en 1948, la idea de hacer un apart-hotel casino en Mar del Plata en 1948. Narciso Machinandiarena, esposo de Blanca Stábile, pilotea la idea junto a Frigerio. Machinandiarena tenía contactos en el rubro del juego, lo cual facilitaba un poco las cosas. Pensaron en crear un lugar apartado, con el concepto de alta gama. Y la idea era que el casino fuera privado.El edificio Alfar, en el sur de Mar del Plata, y el mar de fondoMauro V. Rizzi-Imagino que hubo contribuyentes a la obra.-Se empieza a construir en el 48. Sí. Es Arturo Jauretche, en su condición de presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, quien les da el préstamo para poder empezar las obras. También reciben financiamiento de la Compañía Hotelera del Sur SRL, cuyo socio mayoritario era Narciso Machinadiarena. No se guardan nada, contratan al arquitecto más prominente de ese tiempo, que era Carlos Navratil, quien por entonces era el representante -en la Argentina- más grande de la escuela racionalista Le Corbusierana -del suizo Charles-Édouard Jeanneret, quien adoptó el seudónimo de Le Corbusier- desde la cual surgían construcciones del estilo racionalista, geométricas y espaciadas dentro de un contexto de bosques. La construcción se hizo a cargo de la compañía Indarco, que había hecho muchos chalets en Mar del Plata. Y quien dirigió la obra fue Bruno de Mendiguren. Otro punto importante para destacar del proyecto es la importancia que se le dio al sol para que, en ciertos horarios, ilumine algunos sectores específicos. Hay mucho cálculo en relación a este y se cree que es porque había influencia masónica en el diseño del edificio. En las páginas del diario LA NACION, la Compañía Hotelera del Sur Argentino S.R.L agradece a todas las compañías que aportaron financiamiento para el desarrollo de la obra-¿Por qué falló la idea del casino?-Momentos antes, el gobierno de Perón y la Unión de Hoteleros de Mar del Plata se opusieron a que funcionase como un casino privado. Perón había prometido la concesión para hacer el casino, pero luego se echó para atrás. Por otro lado se dijo que Juan Duarte, el hermano de Evita, estaba interesado en que no prosperara el casino del Alfar, pero yo no sé sobre eso, son cosas que se dicen. Eso fue un golpe muy fuerte para el grupo de fundadores, porque se desplomó lo que era su idea inicial. De todas maneras, decidieron seguir adelante e inaugurarlo como hotel.Eso se pautó para el 29 diciembre de 1950. Viajaron, desde Buenos Aires, Bruno de Mendiguren y Juan Salinas. Pero ese mismo día el acto se postergó por decisión del directorio, y los dos constructores decidieron volverse a la capital, para esperar desde allí la confirmación de la nueva fecha. Nunca llegaron: el avión, un Douglas DC-3 de Aerolíneas Argentinas, se estrelló en el kilómetro 373 de la Ruta 2, entre Cobo y Vivoratá, a las 22.12, cuatro minutos después de haber despegado. De Mendiguren y Salinas fallecieron junto a cinco miembros de la tripulación y once de los doce pasajeros. Sobrevivió, milagrosamente, una niña de 8 años.Fue una mancha negra en la historia del hotel Alfar. Pero había que seguir adelante. Solo 5 días después, en enero de 1951, se concretó la inauguración. El acto contó con un espectáculo del artista internacional Jean Sablon, un cantante francés llamado “el embajador de la canción francesa”, y con las orquestas de los reconocidos Oscar Alemán y Guy Montana.Los obreros hacen la fila para subirse al colectivo que los llevará al sitio de construcción del Alfar-¿Cómo le fue al establecimiento en sus primeras temporadas?-Comenzó un período de apogeo. El Alfar era el equivalente al Alvear, de Buenos Aires. Estaba lleno de lujo, de artefactos de plata. Tenía 120 departamentos lujosos y artísticamente decorados, con baños privados, un amplio comedor, sala de estar y lectura, comedor infantil, salón de juegos, restaurante a la carta, instalación moderna de aire acondicionado y calefacción y servicios especiales de nursery y peluquería para damas y caballeros. Sin embargo, cabe apuntar que mientras transitaba ese apogeo también comenzaba su decadencia…Así se veía la torre, desde lejos, en la década de 1950Guillermo Rey-¿Qué tipo de huéspedes iban allí?-Era para gente muy selecta. Tenía un despliegue de servicios de primera calidad. En la primera etapa, de los 50 hasta fines de los 70, estuvo manejado por el grupo fundador, que se caracterizaba por el servicio de hotelería y el lujo. Y era frecuentado por las más exponenciales personalidades de la cultura. Ernesto Sábato se alojó acá y durante sus visitas aprovechó para escribir partes de ‘Sobre héroes y tumbas’ y ‘El túnel’. También lo visitaron Norah Borges, la hermana de Jorge Luis, que era pintora, y Emilio Petorutti, entre otros.-¿Por qué se llamó “Alfar”?-Porque uno de los dueños tenía una productora de cine y en una de las películas figuraba un caballo que se llamaba Alfar, de ahí obtuvo el nombre. Con el tiempo y la fama del hotel, el barrio -que se llamaba Faro Punta Mogotes- adoptó el nombre del edificio.Una de las salas de estar-¿Bajo qué modelo de propiedad funcionaba el hotel?-Los dueños eran todos los intelectuales que habían tenido la idea de construirlo. Funcionaba bajo el modelo de propiedad horizontal, y hay una explicación para esto. Cuando Perón se echó para atrás con la concesión, los inversores se enojaron mucho y tenían miedo de que el edificio fuera expropiado con fines sindicales. Hicieron un consorcio donde ellos fueran los dueños de todo, pero donde cada departamento fuera una unidad funcional, como en un apart hotel. Cada uno era dueño de su departamento, y cada uno tenía que pagar sus expensas.Cambios sociales y un hotel en decadencia que siempre se salvó-¿Cómo impactó en Mar del Plata la construcción del Alfar?-Es un tema controversial… porque el barrio Alfar nace con el hotel y con las casitas del barrio, hechas por Indarco. El problema empieza cuando, con el nacimiento del barrio, se crea una sociedad de fomento. Con los años, con los cambios sociales, el mismo barrio pasó de ser residencial de verano a un barrio de permanencia, y así aumentó la población. No había agua corriente ni cloacas. Pero sí existía un hotel gigante y de lujo. En medio de ese contraste, todos los deshechos de los huéspedes iban a un arroyo de la zona, y eso no cayó bien en la sociedad de fomento. Generó muchos problemas y muchas denuncias.El salón del 6 piso, en la década de 1950El salón del sexto piso, en una imagen tomada varios años más tarde
-Mencionó que, durante el apogeo, había empezado también la decadencia.-Pasaron los años, y el Alfar fue perdiendo a su clientela. Ya no estaba en las afueras de la ciudad, porque la ciudad había llegado a él. Hasta 1987, funcionó a todo trapo, con mucho lujo y mucho personal. Pero los Machinandiarena no estaban más, habían vendido. Los Frigerio también. Y quedaron grupos de propietarios que empezaron a pugnar por dominar el edificio. A esas luchas se sumaron malos manejos de la administración, y el personal empezó con juicios laborales. Las temporadas eran cada vez más cortas, el edificio era deficitario y nadie quería hacer un plan de ajuste. Hubo judicializaciones, sucesiones, la gente no pagaba expensas. Fue tanto el endeudamiento que tuvo que ser rematado un piano Steinway & Sons que había en uno de los pisos.Un sector para distenderse; detrás de las cortinas, la vista al mar-¿Llegó a cerrar el hotel, o a quedar completamente abandonado?-Siempre se salvó, porque había un grupo de propietarios que ponían la plata. Pero era todo, siempre, un enredo. Hubo un propietario que propuso dinamitar el edificio para cobrar el seguro. Y en los 80, un administrador que dijo que se iban a usar las instalaciones para entrenar a los bomberos. Pero después del entrenamiento, el señor invitaba a sus amigos y hacían fiestas dionisíacas.Escaleras de ingreso al Alfar, en febrero de 2024
Mauro V. RizziNueva etapa para el Alfar: “Era todo invendible”-¿En qué año compró usted su propiedad en el Alfar?-Yo llegué allí, en 2006.-¿En qué condiciones encontró el hotel?-Era todo invendible. Hubo gente que me preguntaba a mí, y a otros que compraron al mismo tiempo, qué íbamos a hacer ahí. Que estábamos locos, nos decían, si estaba todo quebrado y endeudado. Los vecinos no pagaban expensas. No había plata. Pero cuando comencé a descubrir lo majestuoso que era eso, no lo podía creer. El lugar era monumental… Yo hice una permuta, una cochera que tenía por unos departamentos en el Alfar. Entre todos lo encaramos y encontramos distintas soluciones. Pagamos juicios laborales, los recuperábamos con las temporadas. Recuperamos a los propietarios no pagadores. Y desjudicializamos el edificio. Entre un grupo de propietarios muy aguerridos le pusimos el pecho a la situación.Una postal del hotel Alfar, fechada el 2 de enero de 1969A Edmond Vainstein le tocó estar varios años en la comisión de propietarios. Le gusta la historia del hotel Alfar porque se enamoró de él apenas lo vio. Y le gusta Mar del Plata por la misma razón. “El Alfar es un lugar muy generoso, me encantó desde el primer momento. Y Mar del Plata, qué decirte… Yo soy porteño, y ahora vivo en Israel. Pero los mejores años de mi vida fueron esos que transcurrí viviendo en Mar del Plata. Ya sabés dónde: en el Alfar”, cuenta.Mariano ChaluleuConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasTodo es historiaMás notas de Todo es historiaEs francesa. Cuenta por qué ama el país: “Ahora entiendo al argentino que está afuera: es imposible desarraigarse”“Quería eliminar a Hitler”. Nació en Banfield, se hizo piloto y combatió a los nazis; murió hoy a poco de cumplir 100 años, esta fue su última notaEn millones de dólares. ¿Quiénes fueron y cuánto dinero tenían los próceres más ricos de la Argentina?

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