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Dejó Argentina por una causa excepcional y cuenta el lado b que atravesó en una ciudad legendaria: “Nadie a quien poder abrazar”

Compartir>LA NACION>LifestyleNunca quiso irse del país, pero su necesidad de expandirse en su área de investigación la llevó a un lugar especial en Inglaterra 20 de marzo de 202402:36Carina DurnPARA LA NACIONEscuchar“Amo vivir en Argentina, estaría en este mismísimo momento con mis amigos y mi familia”, dice Charo, mientras contempla el cielo de Nottingham. ¿Qué fue entonces lo que la llevó a dejar su tierra tan querida? ¿Qué puede ser tan importante como para impulsar a un ser a transitar un cambio tan radical, cuando lo que se deja atrás es un mundo que provoca bienestar al alma?Para Charo, como para muchos seres en este planeta, existen motivos superiores, y en su caso, este lleva un nombre claro: cáncer. Como biotecnóloga especializada en cáncer, la joven sentía que en Argentina no era capaz de explorar un universo que siempre deseó desentrañar, a fin de brindar ayuda a las tantas personas que atraviesan una enfermedad que hasta el día de hoy cuesta nombrar. Su país le había brindado una capacitación sólida, pero su campo de interés -la metástasis- surgió ante ella acotado, y entonces, decidió expandir su horizonte y postularse para investigar en los centros más renombrados del mundo.Tras una ardua búsqueda, exámenes y entrevistas, Charo ganó una beca doctoral completa del BBSRC UKRI, que incluye sueldo y un doctorado de cuatro años para obtener su PhD acerca de la metástasis de tejidos blandos, en particular de próstata y mama hacia los huesos.Charo, en su primer día de doctoradoLa propuesta implicaba hacer las valijas para volar hacia Inglaterra, al centro de investigación por excelencia ubicado en Nottingham. A pesar de que la sola idea de alejarse de su país dolía, no lo dudó. Dejar pasar la posibilidad de colaborar para dar luz a una cuestión tan importante en la salud humana, no entraba siquiera en cuestión.“Encontré una oportunidad a la que no me podía negar de ninguna manera, estaba buscando un salto profesional que en ese momento en Argentina no podía hacer”, cuenta Charo, de 25 años, quien también es extraccionista, trabajó ad honorem en hospitales como el General de San Isidro, y se desempeñó en su área de biotecnología – el cáncer- en Roche y Conicet.“Encontré una oportunidad a la que no me podía negar de ninguna manera”Decirle adiós a un gran amor: “No había nadie a quien pudiera abrazar”Se enteró de que la habían elegido mientras viajaba a Mar del Plata con amigos de la facultad. La noticia la contó y se celebró como si hubiese anunciado que se iba a casar o estaba embarazada. Sin embargo, al pensar en la lejanía de Inglaterra, la tristeza se coló en la maratón de despedidas. Charo aún vivía en casa de sus padres y el cambio iba a ser fuerte, aun así todos la apoyaron con la certeza de que era lo mejor que le podía pasar. A su novio lo despidió colmada de incertidumbre, deseaban vivir juntos, pero no sabían si él podría seguirla en un futuro cercano.Hubo otra despedida, sin embargo, que se sintió como si le hubieran clavado un puñal en el corazón. Decirle adiós a su perrita, Lola, a la cual había cuidado durante 14 años, fue uno de los sucesos más duros de su vida.Charo y LolaA las dos semanas de su partida, su perra tuvo que ser internada. Desolada, Charo sufría no poder acompañarla. Cuando le dieron el alta, su alivio duró un suspiro, la muerte había llamado a la puerta de su amada Lola. Fue ahí cuando Charo miró a su alrededor, contempló ese cuarto de dos por dos de la residencia en la que se alojaba y se preguntó qué hacía allí y cómo se le había ocurrido dejar Argentina atrás para meterse en un universo desconocido, sola. El desconsuelo de la joven la sumió en una espiral descendente donde por momentos ya nada tuvo sentido: “No había nadie a quien pudiera abrazar”, rememora Charo.Por fortuna, pasado un tiempo desde su llegada a Nottingham, Charo recibió la noticia de que a su novio le habían otorgado la visa. Al llanto por haber perdido a su mascota lo acompañaron sonrisas de felicidad por aquella gran novedad. Inglaterra, mientras tanto, surgió como un territorio desdibujado, que por aquel entonces no podía detenerse a contemplar: “Las emociones eran demasiadas, tuve que procesar mucho, hacer todos los papeles para todo, buscar sola un lugar donde vivir para cuando llegara mi pareja”.Charo, junto a su familia.Nottingham, con nuevos ojos y un camino laboral enriquecedor: “Era lo que estaba buscando”Cuando la tristeza menguó, los trámites estuvieron hechos, y su pareja pudo darle el abrazo tan anhelado, Charo fue capaz de ver a Nottingham con nuevos ojos. Ante ella emergió una ciudad legendaria gracias a Robin Hood, con un castillo erigido en una colina y reconstruido múltiples veces desde el medievo, así como un famoso mercado, el Lace Market, con su historia tan particular.Estatua de Robin Hood en NottinghamLos habitantes ingresaron a su mundo brindándole sonrisas, gran energía, excelente predisposición y una amabilidad llamativa, aunque pronto descubrió que sus maneras de socializar distaban mucho de sus formas argentinas. “Todo para ellos requiere de muchísimo plan, anticipación y agenda, que incluye el bar con horario de llegada y de partida, nada de seguir a otro lado”, explica Charo con una sonrisa.“En relación a lo laboral, llegué a Nottingham porque quería desarrollarme en el área de investigación por fuera del marco privado, lo que me permite poner mi impronta. Acá tengo la posibilidad de hacer un doctorado en lo que a mí me interesa. Hay un grupo conmigo muy grande que estudia la metástasis en tejidos blandos, próstata y mama hacia los huesos, que era lo que estaba buscando y por lo que empecé esta carrera”.Paseo por Nottingham“Si bien hoy me dedico a mama y próstata, en estos días estoy más enfocada en próstata. Mi investigación aborda el tema de lo que en varias ocasiones sucede después de una supuesta cura del cáncer, ya que hay muchas veces en la que este resurge en forma de metástasis, se expande hacia los huesos. Por qué sucede esto, es lo que mi proyecto está investigando. Mi grupo ya tuvo un avance, que está relacionado a las vesículas extracelulares”.“En mi caso ahora investigo qué es lo que les sucede a estas células benignas y normales en el cuerpo; qué es lo que provoca que se transformen en cancerígenas; qué información está en esto que secreta el cáncer de próstata y que viaja de alguna manera hacia los huesos y les dice: `convertite en un cáncer”, explica Charo.“Encontré una oportunidad a la que no me podía negar de ninguna manera”, asegura Charo.“Es un placer aportar”Charo dejó Argentina atravesada por un sinfín de miedos, pero convencida de que atreverse a tomar el nuevo camino significaba crecer como persona en todos los sentidos. Desde los primeros tiempos en Nottingham, vivió ese lado b de emigrar, en especial la profunda soledad que se siente cuando el dolor atraviesa el corazón y no hay nadie a quien abrazar.Hoy, mientras invierte sus horas del día en hallar nuevos senderos para una enfermedad que tantas veces sume a las personas en la incertidumbre, Charo encontró sus maneras especiales de traer un pedacito de Argentina a Nottingham. Más allá de compartir mate, pepas y medialunas caseras con sus compañeros, también los invita a su casa de manera espontánea, un simple gesto que muchos aceptan sorprendidos, y que para ella significa compartir un rasgo de su propia cultura argentina de otra manera.Charo junto a su pareja, Franco“Estar acá me permite atravesar una experiencia profesional y personal muy grande. Irte de tu país no es fácil, en especial si te vas a donde tampoco hay casi latinos. Pero, por otro lado, me enriquecí con la cantidad de culturas diferentes que hay, algo a lo que no estamos acostumbrados en Argentina. Nuestro país es muy distinto al resto del mundo y el resto del mundo es muy distinto a la Argentina. Y es un placer aportar un poco de mi cultura a todos ellos”, concluye.*Destinos Inesperados es una sección que invita a explorar diversos rincones del planeta para ampliar nuestra mirada sobre las culturas en el mundo. Propone ahondar en los motivos, sentimientos y las emociones de aquellos que deciden elegir un nuevo camino. Si querés compartir tu experiencia viviendo en tierras lejanas podés escribir a [email protected] . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.Carina DurnConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasDestinos inesperadosTodo es historiaMás notas de Destinos inesperadosLa fórmula de Formentera. Trabaja 7 meses, viaja 5 y vuelve siempre a Argentina: “Hay oportunidades para crecer”Con una visa específica. Emigró y se reinventó tras un diagnóstico extraño: “Aún en tus 50 es el país de las oportunidades”“Me impresionó”. Dejó Argentina para progresar en EE.UU., transformó un rasgo de su personalidad y hoy el cielo es su límite

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