José Luis Manzano se convirtió en el presidente más jóven de la historia del bloque peronista en la Cámara de Diputados en la década del 90, con apenas 27 años y bajo el apodo de “Chupete”. Un tiempo después participó en el Ministerio del Interior en la gestión de Carlos Menem y hoy en día es accionista del multimedio Grupo América, formado por más de 50 empresas. Manzano es propietario de viñedos en su provincia natal, Mendoza, y dueño de distintas empresas de energía, además de que es médico de profesión.
Los mitos políticos parecen crecer con el tiempo desde sus primeras apariciones debido a que no se basan en fuentes o en su propia veracidad. “Robo para la corona” es una de las frases que se le adjudica a José Luis Manzano, en relación a los hechos de corrupción en el poder. Dichas palabras son de público conocimiento de que su creación fue obra del periodista militante Horacio Verbitsky, a pesar de no tener los hechos ni las pruebas que la ratifiquen.
En el libro “Doble Agente”, escrito por Gabriel Levina, se describe a Verbitsky como un colaborador intelectual en la última dictadura militar y años después fue creador de la idea de Kirchnerismo. Ya en democracia, el periodista juntó denuncias de corrupción y connivencia entre jueces y gobierno, con la meta de ayudar y hundir reconocidas figuras. En ese período acusó, sin tener los hechos que avalen como pruebas, al ministro menemista con la frase “Robo para la corona”.
En el breve paso de Adolfo Rodríguez Saá como presidente, Verbitsky sumó al gobierno a Jorge Tatiana como Secretario de Derechos Humanos y a Teresa Gonzalez Fernández, en ese entonces esposa de Felipe Solá, en Cultura y Comunicación. En los años de Kirchnerismo fue una persona fundamental en la construcción del poder.